24 de Diciembre.
7:00 p.m.
—¡Feliz cumpleaños a ti!... ¡Feliz cumpleaños a ti! —todos entraron cantando a la habitación de los Stylinson, con Harry al frente sosteniendo el pastel—... ¡Feliz cumpleaños, querido Boo bear!... ¡Feliz cumpleaños a ti!
—Owww, chicos —Louis se sentó sobre la cama y estirandose les regaló una bella sonrisa—, muchas gracias.
Harry le besó los labios y le acercó el pastel.
—Feliz cumpleaños, Boo, pide un deseo.
—¿Qué pasa si todos mis deseos ya se han cumplido? —dijo mirándolo con amor—. De hecho estar aquí con todos ustedes es un deseo cumplido que ni siquiera sabía que tenía.
—Owww —arrullaron sus amigos.
—Déjate de cursilerías —dijo Zayn propinandole un suave golpe en el brazo—, sopla las velas y danos pastel.
Todos rieron y Louis hizo los pedido con un «por más momentos con todos ellos», en la mente.
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6:25 p.m.
Comieron hasta saciarse y bailaron un poco para bajarlo, pero después de haber disfrutado de la fiesta de su amigo, le tocaba al cumpleañero disfrutar al máximo con su esposo.
—Sí, sí, no te preocupes —dijo Liam a Harry, quien no paraba de darles indicaciones de más sobre Darcy—, no es la primera vez que estamos al cuidado de Darz. Ustedes solo relájense y disfruten.
—Sí, dale su regalo al buen Tommo —dijo Zayn propinandole un par de palmadas al ojiazul en el hombro.
—Gracias, chicos —dijo Louis.
—No hay de qué —respondió Malik—. Esperemos que no se les congelen las pelotas al salir del jacuzzi —rió y se fue con los demás a la camioneta que rentaron.
—¿Y mis papis? —cuestionó Darcy cuando Zayn encendió el vehículo.
—Ellos se van a quedar para ver una película de esas aburridas que les gustan a los viejitos —respondió Malik haciendo a la pequeña reír—. Y como nosotros no queremos ver eso, nos vamos a ir al centro comercial.
—¡Sí! —chilló emocionada—. Y ya me vas a poder comprar mi premio, tío Zayn.
Malik rió.
—Creí que ya se te había olvidado.
Liam también rió.
—Para que aprendas que a los niños no les puedes hacer promesas que no piensas cumplir.
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Al llegar la castañita llevaba a Camila –prácticamente– arrastrando, pues esta la tenía sujeta de la mano y Darcy no paraba de correr de aquí para allá.
—Por Dios, ¿alguna vez se le acabará la batería a esa niña? —dijo Zayn riendo—. Llorando o riendo, pero nunca para.
—Es tan linda –dijo Liam.
—Tú eres lindo —dijo besandole la mejilla—. ¡¿Quién quiere un café?!
—¡Yo! —respondieron sus acompañantes al unísono.
Subieron por las escaleras eléctricas hasta la segunda planta en donde una cafetería se encontraba. Malik ordenó un café para él y cada uno de sus acompañantes –mayores–, y un chocolate caliente para Darcy.
Tuvieron que sentarse en las mesas de afuera, pues Darcy no quería quedarse sentada ni siquiera para tomar su bebida.
