Extra: "Padres".

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Diciesiete años después...
7:35 p.m.

Liam se encontraba en la cocina terminando de preparar la cena, pues en cualquier momento su esposo llegaría. Mientras tarareaba alguna canción alegre, comenzó a acomodar la mesa y justo en ese momento escuchó la puerta de entrada siendo abierta. Sonrió al escuchar la voz de su marido llamándolo.
—¡En la cocina! —informó con voz cantarína.

En un segundo Zayn estuvo allí con él, dejar un casto beso en sus labios y luego le dio la más bella de las sonrisas.
—¿Qué tal tu día, mi amor? —cuestionó, tomándolo por la cintura.

—Ya me lo preguntaste a la hora de la comida —dijo entre una pequeña risa.

—Pues sí, pero de la comida a la cena hay poco más de cuatro horas de diferencia, pudo haber ocurrido algo que lo cambiara por completo.

—Sí, pudo —concedió, pasando sus manos de los hombros a la nuca de su esposo—, pero no lo hizo, mi día sigue llendo de maravilla.

—Bueno, pues yo podría hacer que vaya aún mejor —dijo coqueto, acercando sus rostros peligrosamente y bajando sus grandes manos a las estrechas caderas del menor.

—¿Ah, sí? —Ambos cerraron los ojos dejándose llevar—. Y ¿cómo harías eso?

Malik no respondió con palabras, pero sí comenzando un beso húmedo y hambriento que los llevó hasta una silla, en donde Zayn se sentó y Liam se colocó a horcajadas sobre él.
El azabache introdujo su lengua al tiempo que metía sus manos en el pantalón y boxers de su esposo para comenzar a masajear las firmes nalgas.

—Mmgh —Payne gimió entre el beso, llevando sus ansiosos dedos hacia los botones en la camisa de su hombre, dispuesto a quitársela.

Apenas desabrochó los primeros cuatro, cuando un chillante voz se escuchó desde la puerta de esa habitación.
—¡Oigan! —quejó Rose, apenada, contrayendo su hermoso rostro (con un gran parecido a su abuela). Los mayores se apartaron al instante y se colocaron nuevamente de pie—. Papi —Se dirigió al castaño—, te dije que mi novia se quedaría a cenar hoy, ¿no pudiste decirle a papá que guardara su calentura para otro momento? —lloriqueó, aún cubriendole los ojos a su chica.

La morena de 1.65 metros de altura, portaba una camisa negra con un pequeño dibujo de cerezas en la parte superior derecha, fajada en una linda falda roja, con mallas de red (middle) negras cubriendo sus torneadas piernas y unas botas Dr. Martens también en color negro. Sus gruesos labios tenían una ligera capa de brillo labial rojo y sus largas pestañas resaltaban aún más por el rímel.

Los mayores rieron bajo; Zayn porque simplemente le divertía y Liam por la vergüenza.
—Perdón, me dejé llevar —dijo el de ojos avellana. Rose retiró la extremidad que tenía sobre el rostro de su novia—. Y perdón porque hayas visto eso, Valery.

La rubia (un par de centímetros mayor que Rose), quien portaba un vestido negro con flores blancas, una chaqueta de mezclilla, unas zapatillas converse blancas y un suave maquillaje para resaltar sus bellas facciones, negó con una amable sonrisa.
—No se preocupe, Liam, no vi mucho de todas formas gracias a Ro.

—Hablando de "no ver" —comenzó Zayn—, yo no las vi cuando llegué, ¿en dónde estaban?

—En mi habitación —respondió su hija tranquilamente dirigiéndose junto con su novia a la mesa.

—Y ¿qué estaban haciendo allí? —cuestionó, tomando también su asiento—. Creí haberles dicho que las quería en la sala en todo momento. La habitación está prohibida.

—Papi nos dio permiso de subir —se excusó la pelinegra.

Malik dirigió una mirada casi ofendida a su esposo, quien ya comenzaba a servir la cena.
—Liam —quejó.

Mi salvación || ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora