Domingo.
12:35 p.m.
Ya todos los invitados que se quedaron a dormir en el hotel/castillo se estaban despidiendo de los recién casados y dándoles sus mejores deseos.
—Gracias a ustedes por haber venido —dijo Liam a sus tíos, mientras batía su mano de lado a lado.
Ya solo quedaban sus amigos, su familia principal y una última persona por decir adiós.
—Bueno —Jade se colocó frente a ellos—, aunque no fui requerida, quiero desearles lo mejor del mundo, porque se lo merecen. En serio espero que podamos darnos otra oportunidad para acercarnos, esta vez como hemanos —dijo mirando a Zayn—, y como cuñados y amigos —añadió mirando a Liam.
Zayn y Liam sonrieron.
—Eso nos encantaría —dijo Malik—, ¿no es así, bebé?
—Por supuesto que sí —afirmó Liam.
Robbins sonrió.
—Gracias —Les dio un fugaz abrazo—. Y... Umm... ¿Si irán a Hawaii para su luna de miel? —cuestionó, queriendo tener una linda platica antes de irse. No se atrevió a hablar con ellos la noche anterior durante la fiesta—. Sé que tienes muchas ganas de conocer ese lugar, Liam.
El nombrado asintió.
—Por supuesto que iremos ahí —dijo—. En poco más de dos semanas seremos uno con el mar, la arena, los cocos y los collares de flores.
—Y con la cama —añadió Zayn, recibiendo un leve codazo por parte de su marido.
La rubia rió.
—Me imagino. Pero ¿por qué esperar dos semanas? ¿No es mucho?
Liam negó.
—Pasa que ya lo hemos reservado así, porque bueno, hay unas cosas que queremos hacer antes de eso —Quiso mantenerlo en secreto, pero su emoción por ello era tal que no pudo contenerse—... ¡Tendremos una cita en la clínica con la chica que nos rentará su vientre! —chilló feliz.
Robbins elevó ambas cejas y amplió su sonrisa tanto como pudo.
—¡No puedo creerlo, felicidades! Por fin habrás cumplido tus dos más grandes sueños —Dio un fuerte abrazo al castaño—. Estoy muy feliz por ustedes.
—Gracias —dijeron los recién casados.
—Lástima que Yaser ya no está más con nosotros, sino tremenda alegría y sorpresa se hubiera llevado al volverse abuelo de sus dos hijos al mismo tiempo, ¿no? —dijo, con una enorme sonrisa que achinaba sus ojos.
La sonrisa de los hombres se borró e intercambiaron miradas desconcertadas.
—¿A qué te refieres? —cuestionó Zayn—. ¿Tú estás...?
Liam sintió su corazón acelerarse de forma considerable.
Jade asintió efusivamente.
—¡Sí! ¡Estoy embarazada! —chilló emocionada, extendiendo ambos brazos hacia los lados en espera de un abrazo que nunca llegó.
—... Creí que eras estéril —dijo Zayn.
—Yo también lo creí —dijo ella—, pero después de haber estado pensando en lo sola que me sentía, pensé en que haber podido tener un hijo habría sido lindo y así podría estar acompañada. Entonces, después de recordar que nunca me hice una prueba para confirmar mis sospechas, fui con la ginecóloga, me hice una prueba, ¡y resulta que soy completamente fértil! Entonces fui a-
—Zayn, llévame al urólogo —dijo un aturdido Liam, interrumpiendo a su cuñada.
—¿Qué? —dijo Malik.
—¡Llévame al urólogo! —repitió alterado, comenzando a caminar fuera del lugar.
Zayn avisó a sus amigos y familia que se irían y salió corriendo detrás de su esposo.
