7:30 a.m.
—¡Es de día! ¡Es de día! —gritaba la pequeña Darcy mientras golpeteaba las puertas de las habitaciones de todos—. ¡Levantense! ¡Hay que salir!
En su dormitorio, Zayn comenzó a removerse y gruñir mientras despertaba. Palpó a su lado buscando a Liam para acurrucarse otro rato con él, pero este no estaba.
Abrió los ojos y se sentó, para después pasear su vista por la habitación.Ahí estaba, frente al armario, tan hermoso y listo para comenzar el día.
—Al fin despiertas —dijo Payne sin siquiera girarse para verlo. Estaba ocupado buscando algo.—Lo dices como si ya fuera muy tarde —tomó su celular del buró y vio la hora—. Son las siete y media —se dejó caer de espaldas nuevamente en la cama—. ¿Qué hace Darcy despierta a esta hora? Y también ¿qué haces tú despierto y fuera de cama?
Rió y después de tomar algo –sus guantes al parecer– fue hasta donde él y se sentó a su lado.
—Es una niña, está llena de energía y la emoción de las vacaciones —respondió antes de agacharse para depositar un pequeño beso en sus labios—. Y yo me desperté por sus alegres gritos —sonrió—. De hecho por eso me ha sorprendido que te despiertes hasta ahora, lleva como veinte minutos así.Zayn iba a decir algo, pero el picaporte de su puerta comenzó a ser girado con insistencia.
Al notar que la puerta no se abriría, fue golpeada nuevamente.
—¡Tío, Li! ¡Tío, Zayn! —más golpes—. ¡Despierten, vamos a desayunar todos juntos para ir a la nieve!Liam rió bajo y fue a abrirle.
—Hola, Darz —saludó feliz.—¡Vamos a la nieve! —chilló emocionada y entró corriendo hasta donde Zayn. Se subió a la cama con algo de dificultad y comenzó a saltar y cantar al estilo de "conga"—: ¡Vamos a la nieve! ¡Vamos a la nieve!
Zayn quería dormir otro poco, pero por lo visto no iba a ser posible. Se levantó y le dio la espalda a Darcy.
—Venga, princesa, subase a su caballo.La castañita aplaudió alegre y pronto se montó en la espalda del moreno de un salto.
—¡Arre! —tiró de la camisa de este y pronto Malik se puso en marcha.Los tres bajaron hasta la cocina en donde ya se encontraban todos sentados alrededor de la amplia barra. El lugar era tan acogedor y rústico. Ahí –al igual que en las habitaciones– las paredes eran blancas y el techo gris claro; había dos ventanas: una amplia del lado derecho que daba una hermosa luz a todo, especialmente al largo comedor de madera barnizada y ocho sillas que estaba situado justo a su lado. Y la otra ventana –más pequeña– se encontraba al frente, brindándole igualmente luz al comedor y la habitación; al lado izquierdo de la misma pared en que la venta a chica se encontraba, y tomando parte de la pared izquierda, se encontraban los estantes de madera oscura, la estufa, el lavavajillas y el refrigerador (estos tres en color plateado), todo unido por la pulcra barra en mármol color blanco; y al centro, un poco más a la izquierda, estaba una enorme isla con base de la misma madera que los estantes y mármol blanco como la barra–en donde el lavabo se encontraba esquinado– rodeada por ocho banquillos medianos: dos de un lado de ancho y los otros seis de una lado de largo. Esto era iluminado por tres lámparas largas en negro que colgaban del techo.
—¡Buenos días! —saludó Liam entrando después de Zayn y Darcy.
—¡Buenos días! —respondieron todos al unísono.
—Ya casi está el desayuno —anunció el chef frente a la estufa.
Malik dejó a la ojiazul en el regazo de Louis y fue a sentarse junto con su novio en los dos banquillos libres (los del lado de ancho).
—¿Cómo durmieron? —cuestionó.