Liam no lo pensó dos veces antes de obedecer a los carteles, elevó su rostro y rápidamente pudo divisar un enorme globo aerostático rojo que sin duda se estaba acercando a donde ellos estaban. Lo miró con aún más asombro y confusión cuando quienquiera –que ya se imaginaba de quién se trataba– que estaba sobre el globo tendió una gran manta con un letrero que por la ausencia de sus gafas no podía alcanzar a leer.
La música comenzó a sonar bajo (Niall la encendió), era "Kiss me", de Ed Sheeran. El corazón de Liam comenzó a latir rápidamente.
Cuando el globo terminó de descender –un par de metros alejado de ellos– después de un breve momento, Payne por fin logró distinguir lo que aquel letrero en la manta decía: "No me importó caer por ti, porque al estar a tu lado siento que puedo volar".
Sonrió ampliamente, pero su hermosa dentadura no se podía apreciar, pues elevó una mano hasta su boca para cubrirla en sorpresa. Las lágrimas ya estaban cristalizado sus ojos y haciéndolos brillar un poco más.
El globo por fin tocó tierra, y Liam corrió rápidamente hasta él.
Zayn bajó de un salto de la enorme "cesta"; portaba un traje azul marino, una camisa blanca, una corbata roja y zapatos negros.
—¿Qué es todo esto? —cuestionó el castaño sin eliminar su enorme sonrisa.
—Esto —dijo Zayn extendiendo sus brazos hacia ambos lados—... Esto es a lo que me has llevado.
—¿Yo?
—Mhm —lo tomó de ambas manos—. Desde el día en que apareciste frente te a mi puerta, con esa preciosa cara de angelito, supe que nada volvería a ser igual para mí —Sus amigos llevaron hasta donde ellos—... Supe que no eras solo una persona más que se cruzaba en mi camino, pude ver en tus ojos que aguardaba una larga aventura para nosotros. Que fuiste enviado con un único propósito: salvarme. A pesar de que yo soy el mayor en la relación, tú me has enseñado tanto; la alegría, la mayor tristeza, el placer sano, las ganas de ser mejor, las ganas de seguir viviendo, y sobre todo, el amor verdadero.
Me arrepiento profundamente de los malos ratos que te hice pasar hace años y, de antemano, me arrepiento de los que posiblemente te causaré en un futuro sin quererlo... Porque así soy, soy un maldito desastre, todos lo sabemos y por eso es que te agradezco aún más, porque sin ser tu obligación me has soportado y amado pese a todo —le besó el dorso de una mano—. No me cabe la menor duda de que todo lo que quiero y necesito está en ti, y de que esta aventura que el destino tenía preparada para nosotros aún no está ni cerca de terminar —le soltó ambas manos y se colocó sobre una de sus rodillas frente a él. Metió la mano en el bolsillo de su saco y extrajo una pequeña caja aterciopelada en color tinto—... Liam James Payne, quiero dar cada paso importante a tu lado, seguir aprendiendo y seguir amándote —aclaró su garganta y abrió la caja, dejando ver una almohadilla color azul marino en donde un anillo de oro –con varios diamantes incrustados– en forma de corona descansaba medianamente enterrado—... ¿aceptarías casarte conmigo?Harry chilló emocionado abrazándose a Louis, quien estaba mirando todo con orgullo; Camila comenzó a llorar mientras que Lauren mordía su labio inferior para evitar hacer lo mismo que ella; y Shawn y Niall morían sus mejillas internas admirando expectantes casi sin respirar.
Liam llevó ambas manos a su boca y cerró sus ojos con fuerza dejando salir sus lágrimas.
Asintió efusivamente, las palabras no salían, una de las dos cosas que había esperado toda su vida estaba pasando. Estaba pasando y era muchísimo mejor de lo que pudo haber esperado.
—¡Sí, acepto! —chilló apenas volvió su habla—. ¡Acepto, acepto, acepto! —gritó lanzándose a los brazos del moreno y haciéndolo caer de espaldas contra el suelo.