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Liam se quedó en silencio por largos segundos, sintiendo su boca completamente seca y su garganta ligeramente cerrada. Las palabras no saldrían de esa forma, por lo que trató humedeciendo sus labios y pasando saliva, aunque eso no parecía ayudar en absoluto.

—¿Y bien? —insistió Jade.

Volvió a tragar saliva y aclarar su garganta antes de tratar de comenzar:
—Yo...

—¿Tú...?

Suspiró.
—Jade, no sé cómo decirte esto. Es tan difícil y extraño, porque, digo, jamás creí que lo haría, soy un grandísimo idiota, actúe por impulso y lo siento tanto.

El semblante de la rubia ahora era completamente serio y centrado.
—No me asustes, por favor. ¿Qué ocurrió? ¿Qué hiciste?, solo dímelo. Sin rodeos, Liam.

El castaño asintió un poco (bastante) nervioso. No se lo quería decir así sin más, lo quería suavizar ligeramente con explicaciones, pero si Jade era quien lo pedía así, así lo haría.
Respiró profundo y asintió dándole a entender que ya lo diría... Y lo hizo:
—Te he sido infiel.

Mentiría si dijera que no se lo esperaba. Su impresión no fue grande, pero sí su dolor al confirmar tan temida sospecha.
Cerró los ojos y respiró hondo y lento para no perder la compostura. Abrió los ojos y los fijó en los del castaño.
—Fue... —aclaró su garganta—. Fue con ella, ¿no? —El entrecejo del rizado se arrugó en confusión, por lo que se explicó mejor—: Con tu ex de la preparatoria.

No era un "ella", pero sí que era su ex de la preparatoria. «No hay necesidad de decirle que esa ex es Zayn, ¿verdad?», se cuestionó. «Por supuesto que no», se respondió en seguida.
Mordió su labio llenó de vergüenza y tan solo asintió en afirmación.

Pasó una mano por su cabello peinando las doradas hebras hacia atrás.
—¿Cuándo? ¿En dónde? ¿Cómo? —No sabía porqué se torturaba haciendo esas preguntas, pero realmente quería conocer las respuestas.

—Aaah... —Además de vergonzoso y doloroso, esto era muy incómodo—. En mi celebración de cumpleaños. Estábamos hablando sentados en la misma banca y él... Ella se acercó a mí, me besó y... —suspiró decepcionado de sí mismo—, y yo correspondí.

Se quedó en silencio unos segundos, como preocupando la información, hasta que volvió a preguntar:
—¿Solo... —aclaró su garganta—. ¿Solo se besaron?

Asintió varias veces.
—Sí, solo eso. Solo una vez. Yo me separé de pronto porque m comencé a sentir muy mal. Comencé a sentir la magnitud de mis estupidas acciones impulsivas.

Asintió lentamente.
—¿Estás arrepentido?

Volvió a asentir varias veces.
—Como no tienes idea. Estoy muy arrepentido de haberte sido infiel, porque nadie se merece algo así, y menos alguien tan linda y...

—Pero dime —lo interrumpió al no ser la respuesta que esperaba—, ¿estás arrepentido de haberla besado?

—Oh —fue lo único que atinó a decir. No, no estaba arrepentido de eso, no podía engañarse a sí mismo. Haber besado a Zayn nuevamente había sido como encontrar un manantial y una acogedora sombra en medio del desierto. Sí, así de bueno—. Yo...

—No lo haces —aseguró audiblemente triste—. ¿Desde cuándo está ella aquí?

—Hace... —«¿Debería decirle la verdad?», se preguntó nervioso. «¿Y si ataba cabos y se daba cuenta de que era Zayn?». No, no lo podía permitir—. Hace un mes.

Asintió.
—Entonces el "paciente" con el que hablabas aquella noche en el karaoke, era ella, ¿no? Ella te volvió a contactar apenas llegó —aseguró.

Mi salvación || ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora