Domingo.
Casa Stylinson.
7:30 p.m.
Todos estaban cenando juntos como cada domingo, hoy había tocado en casa de Louis y Harry. Tenían una alegre charla, pero Liam no lo estaba pasando del todo bien. Su mente estaba en Zayn. ¿En dónde estaba? No había querido preguntar por él cuando llegó para que nadie notara que le importaba, pero ya no aguantaba más:
—Y... ¿Y dónde está Zayn? —preguntó sorprendiendolos.
Todos ya sabían en donde estaba Malik, lo habían hablado al llegar, y nadie se atrevía a decírselo. Supuestamente Liam ya lo había superado y estaba enamorado de Jade, pero todos sabían que eso no era ni un poco cierto.
—Bueno —comenzó Harry— él... umm... Creo que está en una cita o algo así.
—¿De trabajo? —no quería seguir preguntando, pero le era inevitable— ¿O con el doctor?
—No... umm... Una cita —aclaró su garganta, vaya que esto era incómodo— con una chica.
La vista de todos estaba fija en Liam. Estaban en completo silencio y sin mover un músculo, como si temieran que Liam fuera a explotar o comerselos.
—Oh, que bien —fue lo único que dijo Payne antes de continuar cenando totalmente tranquilo... O eso aparentaba. «¿Zayn está teniendo una cita?», se cuestionó molesto. «No perdió el tiempo. Es un idiota, ese internado no le hizo nada». «¿Quién será la mujerzuela que trata de robarme a Zayn?... No, es decir; Gracias a Dios por haber hecho que Zayn encontrará una nueva pareja, así dejará de molestarme completamente».
—¿Todo bien, Li? —cuestionó Camila, pues el nombrado estaba tomando el tenedor con tanta fuerza que sus nudillos ya estaban blancos— ¿Liam?
Sacudió la cabeza levemente volviendo en sí.
—¿Q-qué?
—¿Estás bien?
Asintió con una sonrisa notablemente falsa.
—Por supuesto. ¿Por qué no habría de estarlo?
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Casa de Zayn.
8:20 p.m.
Maggie se encontraba eligiendo la música para poner de fondo mientras que Zayn ordenaba la pizza.
Ambos estaban bien arreglados: ella con un bonito vestido azul que resaltaba sus bellos ojos y él con un traje negro. Tenían planeado ir a cenar a un restaurante, pero llendo de camino en el coche se pusieron a hablar y se dieron cuenta de que a ninguno le gustaba mucho ir a esos lugares, por lo que decidieron que sería mejor algo sencillo en casa del moreno.
—Bueno, tenemos treinta minutos o menos para hablar mientras llega la cena —dijo Zayn llendo hasta el sofá con ella—. ¿Ya elegiste la canción?
—Elegí al cantante, pero la canción aún no. Es que todas me encantan y no me puedo decidir.
—¿Y cuál es el cantante?
—Michael Jackson. ¿Te gusta?
—¿Y a quién no?
Sonrió.
—Es cierto. ¿Cuál quieres escuchar?
—Mmm... algo tranquilo, pero movido...
Lo pensaron uno segundos y al mismo tiempo dijeron:
—¡You rock my world!
Rieron por la coincidencia y pronto Maggie puso la canción.
—Esta es de mis favoritas —dijo ella—. Es verdad que cuando llega la persona indicada tu mundo se estremece y cambia totalmente.
