100 ways to say 'I Love You' » Traducción

Disaster ➢ Pasar la noche

Pt. 65
Continuación de:
Te invitaré de McDonald's, ¿de acuerdo? (Pt. 53)

Taeyong finalmente encontró la oportunidad de ser pegajoso sin parecerlo.

...

Yuta era una persona fácil con la que acercarse. Al menos para Taeyong. Por lo general, prefería estar solo, valorando su privacidad y su tiempo a solas, más que la mayoría de las cosas, pero con Yuta ni siquiera pensó en querer estar solo. Por lo general, simplemente se olvidaba de la hora y el lugar, y sólo le prestaba atención a su novio (¡ahora podía llamarlo su novio!) Y tal vez al cuchillo en la mano si estaban cocinando.

Era sólo... ser básicamente la única persona que Taeyong podía tolerar cerca por más tiempo, así como era Yuta a quien Taeyong quería aferrarse. Y eso molestaba muchísimo al chef. Él mismo odiaba cuando otras personas se aferraban a él, por lo que la idea de que él mismo se aferrara, era algo que definitivamente no quería ver en realidad.

Así que constantemente peleaba batallas mentales consigo mismo para asegurarse de que no haría nada que pudiera parecer pegajoso. Y no importaba cuánto anhelara tocar más a Yuta, mantenerse encerrado en su departamento, siempre se contuvo.

Pero esta vez, no se detendrá.

Esta vez se rendiría a sus "necesidades".

Maldición, este era el momento perfecto para ser pegajoso sin parecerlo.

Hubo una tormenta afuera. Claro, esta no fue la primera vez que Yuta llegó allí bajo la lluvia o se fue cuando estaba lloviendo, pero nunca fue una tormenta. Y Yuta sólo tenía una chaqueta delgada, porque ese día había sido soleado y relativamente cálido, antes de.

Y Taeyong simplemente no podía dejar que su novio se fuera con tal clima, ¿verdad?

—Esperaba no tener que llamar a un taxi —Yuta suspiró mientras miraba hacia afuera. La lluvia golpeaba la ventana rápido y fuerte; los árboles se doblaban bajo el poder del viento. Yuta se estremeció al pensar en salir.

—¿Por qué no te quedas esta noche? —preguntó Taeyong, su voz tranquila y natural. Se palmeó el hombro mentalmente por eso. Lo estaba haciendo muy bien.

Yuta levantó las cejas cuando se giró.

—¿No sería un problema? —preguntó, ganándose una sonrisa del chef.

—Por supuesto que no —dijo Taeyong, acercándose a su novio. Puso sus manos sobre las caderas de Yuta y reflexivamente comenzó a balancearse un poco—. Estoy bastante seguro de que incluso podemos encontrar un par de sudaderas para que te pongas —dijo. Su corazón casi saltó de su pecho al ver la sonrisa que Yuta le dirigió.

—Eso estaría bien —dijo, colocando sus brazos alrededor del hombro de Taeyong.

—Entonces está arreglado —Taeyong se inclinó para darle un beso en la esquina de la boca, pero ni siquiera pensó en alejarse cuando Yuta se volvió, así que fue un beso.

Fue incluso mejor.