Sobre hielo

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Pt. 98

Yuta convenció a Taeyong para ir a patinar con él. Taeyong piensa que es una idea estúpida y seguramente se romperá el tobillo mientras lo hace. Pero si Yuta mantiene el agarre en su mano, tal vez sobrevivirá...

...

—Vamos, Tae, va a ser divertido —Taeyong imitó la voz de Yuta mientras estaba de pie, al lado de la pista de hielo, sosteniéndose en el borde por su querida vida. Temblaba parado sobre esas jodidas cuchillas finas como el papel y estará feliz si logra llegar a casa sin un tobillo roto.

Yuta se deslizó hacia él con una risita y una gran sonrisa en su rostro.

—No seas tan dramático. Estás exagerando —dijo mientras extendía las manos para que Taeyong las tomara—.
Ven, te ayudaré —dijo. Taeyong hizo una mueca mientras miraba la mano de su novio.

—Sólo quieres empujarme en el medio y verme caer, ¿no? —preguntó sospechosamente, sosteniendo su mano en el aire. Amaba a Yuta con todo su corazón, pero maldita sea, no confiaba en él cuando se trataba de cosas como esta.

Yuta puso los ojos en blanco y suspiró.

—No, no lo sé. Vamos, estás bloqueando la entrada —dijo. Taeyong miró hacia atrás. Literalmente no había nadie detrás de él que quisiera entrar en la pista, porque quien quisiera entrar lo habría empujado a un lado. Pero al final sólo gruñó y colocó su mano en la de Yuta. No podía sentir la suavidad de la piel del otro o la calidez de los delgados dedos en los suyos debido a los guantes que Yuta lo obligó a usar, y esto no lo hizo sentir exactamente mejor respecto al patinaje sobre hielo.

—Está bien. Agárrate de mí y de la cerca, y sal al hielo —instruyó Yuta, mirando el pie de Taeyong que colocó en el hielo. Inmediatamente apretó su agarre sobre él cuando sintió que Taeyong se balanceaba un poco—. Ten cuidado —agregó, cuando Taeyong finalmente estuvo sobre el hielo con los dos pies.

Taeyong resopló.

—Si tuviera cuidado, estaría sentado en un banco cerca del hielo, con una taza de chocolate caliente mientras te espero —dijo y sacó la lengua al igual que Yuta. El gesto infantil les valió una risita aguda del grupo de chicas que se encontraba a pocos metros de ellos. Ambos las miraron cuando patinaron más cerca.

—Hola, chicos —saludó una de ellos.

—Hola... —murmuraron. Ninguno de los dos estaba realmente seguro de querer que las chicas continuaran esta conversación. Taeyong apretó un poco los dedos de Yuta cuando la chica se volvió hacia Yuta.

—¿Qué piensan ustedes acerca de pasar el rato con nosotras? Podríamos ir a patinar por el lugar mientras Seoyoun y Beoyan le enseñan a tu amigo a patinar —señaló a las dos chicas que estaban detrás de ella. Taeyong les dio una pequeña sonrisa, lo que hizo que se sonrojaran.

Taeyong miró a Yuta y sus ojos se encontraron. Casi rio cuando vio la mirada que Nakamoto le dirigió. Lo sabía bien, lo habían hecho muchas veces, incluso antes de que se juntaran.

Yuta fue el primero en volverse hacia las chicas.

—Lo siento, pero no. No confiaría en Taeyong a nadie más —dijo, y Taeyong inmediatamente saltó.

—Sí, también preferiría quedarme con Yuta. Si me rompo la pierna, él podría dar mis datos a los médicos. Como mi novio, él debería saber tanto como mi tipo de sangre —dijo, sacando su mano de la de Yuta para envolverla alrededor de su cintura. Las chicas los miraron con los ojos muy abiertos.

Esta vez fue una de las otras chicas quien habló después de forzar una risa incómoda.

—Jaja, es broma —dijo, y las otras dos también casi comenzaron a reír cuando Yuta y Taeyong respondieron:

—¿Quién dijo que estamos bromeando? —sus voces se superpusieron cuando lo dijeron en sincronía, volviendo la cabeza hacia un lado exactamente en el mismo momento y exactamente el mismo movimiento. Esto hizo que las chicas se congelaran nuevamente.

—Uhm... lamentamos molestarlos, muchachos. Diviértanse —dijo la tercera, que no había hablado hasta ahora, antes de agarrar los codos de las otros dos y sacarlas del hielo.

Ambos las siguieron con la mirada y esperaron hasta que estuvieron lejos antes de estallar en carcajadas. —Eso hubiera ameritado el tomar una cámara —dijo Yuta, volviéndose hacia Taeyong.

—Totalmente —dijo, inclinándose hacia adelante para presionar sus fríos labios contra la mejilla de Yuta, aún agarrándole la cintura. Yuta sonrió y de repente se movió.

—Empecemos a pati...

—¡Yuta, espera...! —y cuando Yuta se alejó, trajo a Taeyong consigo mismo, quien inmediatamente perdió el equilibrio y terminó golpeando a Yuta en los ojos mientras caía.

—Mierda, lo siento —murmuró Taeyong mientras se levantaba lo suficiente como para mirar a su novio. Yuta sonrió.

—Al menos podrías darles mis datos a los médicos —rio, moviéndose para sentarse. Taeyong hizo un puchero y lo empujó hacia abajo.

Fue una estúpida idea ir a patinar.

100 ways to say 'I Love You' » Traducción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora