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Desastre de moda

Pt. 55

Yuta es un desastre de moda en patas, así que Ten y Johnny lo llevan de compras. Taeyong sólo está allí para asegurarse de que Yuta no se escape.

...

—¿Por qué necesitamos ir de compras? —se quejaron al mismo tiempo que Johnny y Ten los empujaron hacia ellos en dirección a la plaza.

—Porque eres un desastre de moda en patas, y necesitamos a Taeyong para que no huyas —respondió Ten cuando las puertas se abrieron frente a ellos, dejándolos entrar.

—Vamos, no soy tan malo —se quejó Yuta. Ten todavía sostenía su muñeca con fuerza, sin importarle realmente lo que Yuta quería. Johnny y Ten resoplaron al mismo tiempo.

—Prefiero no comentar sobre esto —dijo Johnny, finalmente entrando en una de las tiendas. Yuta gimoteó, pero los siguió, con Taeyong lanzándole miradas comprensivas de donde fue sacado.

Se detuvieron frente a los vestuarios, donde Johnny y Ten finalmente se soltaron las muñecas.
—Muy bien —Ten aplaudió—. Ustedes quédense aquí mientras Johnny y yo recolectamos algo de ropa que Yuta se pueda probar. QUÉDENSE AQUÍ —se aseguró de enfatizar esas dos palabras antes de continuar—. O de lo contrario pondré a ese guardia fortachón sobre ustedes —señaló al guardia en la puerta, antes de sonreír. Incluso se habría visto así de angelical, si no fuera por eso los estaba amenazando.

Yuta y Taeyong miraron al guardia antes de asentir.

—¡Increíble! —dijo Ten, antes de darse la vuelta—. Ahora, vamos Johnny, ¡vamos a hacerlo! —y con eso desaparecieron entre los pasillos.

Taeyong y Yuta se derrumbaron en el sofá, que probablemente fueron colocados allí para los desafortunados novios que acompañaban a sus novias de compras.

—Quiero ir a casa y jugar videojuegos —Yuta suspiró, apoyando su cabeza en el hombro de Taeyong, quien apoyó su cabeza contra la de Yuta.

—Lo sé. Pero tenemos que aguantar —dijo. Él mismo también odiaba ir de compras, pero si igualmente mostraba debilidad, Yuta sólo se volvería aún más amargado.

—Mierda —murmuró Yuta, cuando sacó su teléfono y comenzó a jugar con él.

Y continuó así por tres tiendas más. Esperaron hasta que Ten y Johnny recogieron ropa que obligaron a Yuta a ponerse y luego se fueron a la siguiente tienda.

—Espero que sea la última —Yuta suspiró mientras dejaba que Taeyong lo ayudara a salir del suéter de aspecto extraño, algo que Ten lo forzó a usar. Taeyong se rio—. No puedo respirar en esto —dijo, mirando la ropa que llevaba puesta.

—Bueno, sí. Creo que Ten se aburrirá pronto —dijo, mientras trataba de tirar de una cremallera en el suéter—. Bueno, al menos saca tus ojos —dijo, presionando un beso en la nariz de Yuta.

Yuta jadeó.

—Eso no importará si muero en él —murmuró, causando que Taeyong se riera.

Pero el buen ambiente sólo duró hasta que oyeron la voz de Ten.

—¡Dense prisa! ¡Tenemos que ir a la próxima tienda!

Sólo gruñeron en respuesta.