Ridículo

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Pt. 82

Taeyong odiaba ir a fiestas, pero sus mejores amigos lo obligaron a ir, con la esperanza de que se conectara con alguien.
¿Y si esta vez realmente lo hace?


...

Taeyong odiaba ir a fiestas. Eran ruidosas, desagradables y él estaba ansioso en cada minuto, por si algún borracho lo vomitara. Y siempre había al menos seiscientas personas en su espacio personal, indirectamente o directamente moliendo su cuerpo sudoroso y grosero contra el suyo.

Y estas fueron sólo algunas de las millones razones que Taeyong pudo enumerar desde la parte superior de su cabeza. Y nueve de diez veces, estas razones funcionaron como una excusa para no ir a estas jodidas fiestas cuando sus amigos decidían que querían ir.

Desafortunadamente, esta fue la décima vez específica, cuando sus amigos no anunciaron a dónde iban, sólo lo arrastraron fuera de la casa, diciendo que tenía cinco minutos para prepararse.

Así es como Taeyong llegó aquí. Aquí, en medio de dicho océano denso de cuerpos sudorosos, del que no podía escapar, porque Johnny o Ten siempre estaban allí para empujarlo hacia atrás. Taeyong hizo una mueca mientras miraba a su alrededor.

La música era horrible y no podía respirar. Realmente sólo quería ir a casa.

Y, que alguien lo derribara, lo que causó que ambos aterrizaran en el asqueroso piso; no ayudó a su humor. Él gimió cuando el cuerpo del otro cayó sobre el suyo, y aunque el tipo no era particularmente pesado, todavía no era agradable.

—Oh, mierda. Lo siento mucho, es sólo que alguien me empujó y... realmente lo siento —las disculpas apresuradas fueron seguidas por el cuerpo levantado para que Taeyong finalmente pudiera darse la vuelta y mirar a su atacante.

Esperaba a alguien que se pareciera a tu típico fuckboy que podías ver en clubes como este. Camiseta sin mangas, jeans ajustados y los zapatos que parecían venir de la sección de mujeres. Y bueno, acertó dos de cuatro.
El tipo realmente vestía una camiseta sin mangas blanca y jeans ajustados negros, pero las botas de color marrón claro y el cárdigan naranja lo hacían lucir hogareño y suave en lugar de un cabrón, por lo que Taeyong se alegró.

—Está bien, fuiste empujado —suspiró, pero una vez más fue empujado al piso cuando alguien tan amablemente literalmente pisó al tipo, empujándolo una vez más hacia Taeyong.

—Lo siento —el chico gimió y cuando le quitaron el pie, rápidamente se levantó y le ofreció su mano a Taeyong—. Date prisa, antes de que alguien te pise —dijo con una amplia sonrisa.

Al escuchar esto, Taeyong ni siquiera dudó en tomar su mano y dejar que lo sacara de la pista de baile y, por primera vez desde que llegaron al club, ni Johnny ni Ten impidieron que Taeyong dejara el piso.

Resultó que el chico se llamaba Yuta y era todo lo contrario de Taeyong en todos los aspectos. Aún así, no impidió que Taeyong se besara con él después de media hora de conocerse. Taeyong nunca había hecho algo así y nunca tuvo la intención de hacerlo, simplemente sucedió.

Fue como si el chico lo hechizó cuando le sonrió por primera vez. Fue ridículo. Como ambos iban en automóvil y ninguno de sus amigos estaba en un estado en el que debían conducir, se separaron cuando las cosas se calentaron demasiado.

Y Taeyong simplemente ignoró las miradas que Ten y Johnny le dispararon cuando salió del club con una nota en la mano, con una dirección y un "La llave está debajo del tapete" en esta.

100 ways to say 'I Love You' » Traducción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora