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Pensando en ti

Pt. 73

Yuta estaba fuera del país por trabajo. Taeyong sabía que probablemente no era lo más profesional para pensar, pero realmente quería que su novio volviera, sin preocuparse más por el trabajo.

...

Era normal que tuvieran horarios individuales, por lo que Taeyong no debería ser tan irritante al respecto. Fue normal, Yuta organizó un evento en Japón, mientras que Taeyong tuvo una sesión de fotos en Corea. Los otros también estaban trabajando en este momento.

Fue normal y habitual. Pero eso no significaba que a Taeyong le tuviera que gustar.

Taeyong estaba sentado en su camerino, durante su descanso. Había estado allí durante casi tres horas, y finalmente tuvo un momento para comer algo, sólo para no desmayarse. Esperó un mensaje que no recibió. Taeyong suspiró antes de dejar el teléfono y recostarse en el sofá de cuero. Comenzó a masticar su sándwich.

Habían estado en este estudio antes. Fue una sesión de fotos grupal, pero fue bastante memorable. El fotógrafo fue realmente grosero con Yuta todo el tiempo, por lo que Yuta no perdió un solo segundo antes de asesinarlo en cada oportunidad, asegurándose de que el hombre estuviera completamente molesto, antes de obedecer solamente cuando el amable y bastante asistente del hombre le pidió que hiciera alguna cosa.

Taeyong sonrió mientras lo recordaba. Tomó otro bocado de su emparedado.

Por supuesto, más tarde, Yuta fue regañado por sus gerentes, pero cuando comenzó a quejarse para justificarse, el corazón del gerente se derritió. (Estaba claro que su gerente tenía una debilidad por Yuta, sin importar cuán duro lo negara). No han estado aquí desde entonces para una sesión grupal.

Taeyong echó la cabeza hacia atrás y miró hacia el techo. Quería que Yuta viniera a casa pronto...

Casi saltó de su piel cuando su teléfono comenzó a sonar a su lado. Por poco dejó caer su sándwich cuando lo alcanzó.

—¿Si? —preguntó apresurado.

—Hola, Tae. ¿Qué pasa? —la alegre voz de Yuta provenía del otro extremo, y Taeyong podía sentirse relajado. Finalmente.

—Hey. Buen momento, sólo estaba pensando en ti —admitió, y podía imaginar la sonrisa satisfecha que Yuta le tendría cuando dijera algo como esto.

—Por supuesto que sí. ¿Me extrañas mucho? —preguntó, y aunque su voz era arrogante, Taeyong sabía que Yuta apreciaba estas pequeñas confesiones.

—Si —dijo suavemente, cerrando los ojos, para disfrutar la voz de su novio por un segundo.

—Yo también te extraño.