Just One Second. »Omegaverse« →HyunIn.

¿embarazo? y más drama.

- Luhaaaaaan. - el nombrado se acercó a Jeongin y yo vi como este entraba al baño con mi Omega. Podía escuchar susurros pero sabía que Jeongin estaba muy asustado por el hecho de que lo habíamos hecho sin condón pero mi lobo sabía que nuestro Omega aún no tenia nada.

Jeongin gritó y yo me asusté así que corrí desde la cocina al baño rápidamente pero cuando intenté abrir la puerta esta tenía seguro. Suspiré y golpeé dos veces la puerta.

- Jeongin, amor. ¿Todo bien? - y apenas termine de hablar la puerta se abrió y aparecio Jeongin con la cara molesta.

- ¡Hyunjin! ¡Desde ahora en adelante jamás, pero jamás lo haremos sin protección! ¡No me puedo arriesgar así, mierda! - le miraba estupefacto pues me sorprendí de lo molesto que se mostraba.

- Esta bien, Jeongin. Pero no me levantes la voz. - murmuré y Luhan pareció entender mi mirada saliendo de la casa lo más rápido posible.

- Pero, Hyunjin. Dos malditas veces y en ninguna utilizamos ningún maldito método anticonceptivo, ¿sabes lo complicada que sería mi vida con un hijo? -

- Ah, con que no quieres uno. ¿Por qué mejor no hacemos uno ahora mismo? - Estaba demasiado enojado. Si Jeongin tenía un bebé o no, ¿era eso tan terrible? Ya estaba graduado apenas y teniendo 19, tenía un buen empleo y ahora vivía conmigo. Empiezo a sospechar que el problema de que el no quisiese soy yo.

- No, Hyunjin, suéltame. - exclamó cuando lo tiré a la cama y empecé a dejar besos por todo su cuello.

- Ahora si me tratas calmado, deberías haberlo pensado antes de levantarme la voz. - Fui hacia sus pezones levantando su camisa rápidamente y su Omega no pudo reprimir el gemido de gusto que salió de sus labios cuando estrujé este un poco.

- Ah... Jinnie... Tenemos... Que irnos... Mhm... - no podía callar los jadeos y gemidos que salían de su boca. Le sonreí con sorna y levanté mis cejas con una expresión de orgullo.

- Mierda, Hyunjin. Apresame ya, pues. - Le sonreí cuando sentí su excitación y desesperación y en un periodo de tan corto tiempo el cuarto olía a puro sexo.

Tomé sus caderas y baje los shorts que traía, para luego sacar mi pantalón.

Con mis dedos tanteé su entrada y sonreí cuando sentí el olor y la sensación a lubricante que su cuerpo emanaba.

- No juegues, Hyunjin. Metemela ya. - suspiró un poco abrumado por mi detención y sin previo aviso me inserté en el con fiereza haciéndole soltar un gemido desgarrado de pura satisfacción.

Sus paredes estaban tan estrechas y el lubricante empapaba mi pene tan certeramente que suspiraba hondo de la excitación.

Jeongin se empezó a descontrolar y supe que había entrado en celo casi instantáneamente.

- Alfa~ Ah~ Ah~ Hyunjin~~ ah~ -

Mierda. ¿Acaso así se escuchaba la gloria?

- Hyunjin... Alfa... Ah~ - mientras gemía tomó mis manos y las paso por todo su cuerpo para luego detenerlas en sus pezones.

Sonreí sabiendo lo que quería.

Le empecé a dar tan jodidamente fuerte que la cama parecía que fuese a derrumbarse, el estaba casi a punto de pegarse con el espaldar de la cama pero no me importó y mientras le daba de igual manera intentando hallar su punto tomé sus pezones entre mis dientes.

Y ¡Ta da! Que cuando dí el primer mordisco encontré su punto y el pareció retorcerse soltando un hermoso gemido de satisfacción y placer recargado.

- Mhm... ¡Oh! ¡Uh~! ¡Alfa, Jin! - exclamó, más bien gimió cuando hice todo al tiempo y sin contenerme me dejé llevar perdiendo totalmente el control. Le estaba dando realmente rápido, tanto, que su cuerpo se movía hasta que su cabeza chocaba con el espaldar de la cama lo cual parecía no importarle pues se esforzaba por gemir lo suficientemente duro para mi

- ¡Ah~, Jin~, ah~, ah~, uh~ aahm...~ - Y con una mueca de placer puro se vino manchando nuestros abdomenes y después de dos estocadas estaba apunto de venirme cuando se escuchó el timbre de abajo lo cual no me inmutó a mi pero si pareció sacar a Jeongin de su burbuja sexual en la cual su Omega desesperado por el celo lo había mantenido.

- Hyunjin... Ve a ver quién es. - Yo solo quería seguirme moviendo, si no me corría moriría de una frustración sexual.

- ¡Hyunjin! No te vengas dentro, mierda. Lo primero que te digo. - y me levantó la voz de nuevo. Y me trató como si mi satisfacción fuera poco de nuevo y le sonreí con un poco de enojo saliéndome de él bruscamente.

- Puedes ir a abrir tú. También tienes piernas. - Le mencioné encerrándome en el baño y cuando cerré la puerta escuche un resoplido de su parte y como la cama chirreaba haciendo el sonido de que él se había levantado de esta.

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Me coloqué una polera y los shorts que traía y bajé las escaleras. Mi maldito Omega me había traicionado. Justo cuando no quiero tener sexo porque quiero tener una conversación amena y madura con Hyunjin acerca de que necesitamos usar protección, entro en celo. Oh Dios. Bendita sea la persona detrás de la puerta que tocó el timbre pues si no habría dejado que se viniese en mi otra vez.

Aunque se siente tan caliente y satisfactorio y Hyunjin me apresa tan jodidamente bien que siento que-

Mierda. Basta de pensar, Jeongin.

Abrí la puerta y vi a un chico de cabello castaño, estatura promedio y unos lindos hoyuelos sonriendo con una cajita en sus manos.

- Buenas tardes. ¿Buscas a alguien? - murmuré.

- Oh, oh. Buenas tardes. S-soy, soy Intouch pero puedes llamarme In. Un gusto. Seré su vecino... Y... Estoy buscando a Hyunjin... Vive aquí, ¿no es así? -

Intouch... Qué nombre tan familiar. Sonreí con sorna y fruncí mis labios un poco.

- Verás... Si... Hyunjin vive aquí... Pero el... Esta un poco ocupado... No sé si me entiendas pero... - me acerqué a su oído y con sorna susurré: - estoy en celo... Y él me espera... Así que si me disculpas...

No terminé de hablar pues Hyunjin bajó y grito desde las escaleras.

- ¿Quién era, Jeongin? - y mientras se acercaba a la puerta Intouch parecía querer acercarse más a la casa.

- ¿Hyunjin? S-soy yo... In-intouch. - Hyunjin pareció volar desde las escaleras y le saludó con una grata risa.

- In... ¿Qué haces por aquí?

- ¿Y si te digo que quería verte? - Murmuró ese maldito con la peor risa coqueta que haya escuchado. Pero la cual hizo sonrojar a Hyunjin. ¿Y yo? Yo estaba de unos putos nervios. Y celos. Mierda. Esto solo empieza, ¿no es así?
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Esto solo empieza.