Capítulo 21 (Parte 1)

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Jack no acababa de asimilar la imagen de su hermano como padre de familia. Sin embargo, cuando el mayordomo de Tresham lo condujo hasta la habitación infantil de Frost House y entró después de que lo anunciara, se sorprendió. Descubrió a su hermano sentado en el suelo, construyendo un castillo con bloques de madera cuyo equilibrio parecía muy precario, acompañado de su hijo de tres años y con el bebé acostado en una manta en el suelo, fuera del alcance de los bloques de madera, agitando los bracitos y las piernas. No había ni rastro de la niñera. Ni de Toothie.

Al parecer, la llegada de un tío era más interesante que un castillo, al menos durante unos minutos. Nicholas atravesó la habitación a la carrera y Jack lo cogió en brazos para lanzarlo hacia el techo.

—¡Hola, bichito! —le dijo mientras atrapaba al niño, que no paraba de chillar—. Madre mía, te he cogido de milagro. Pesas una tonelada.

—¡Otra vez!

Jack volvió a lanzarlo hacia arriba e hizo un espectáculo fingiendo que se tropezaba y gritando que se caía cuando estaba a punto de atrapar al niño. Después lo dejó en el suelo y se agachó para hacerle cosquillas al bebé en la barriga.

—¿Dónde está Toothie? —preguntó.

—En casa de lady Webb, su madrina —contestó Tresham, por si a Jack se le había olvidado quién era la dama—. Emma la ha acompañado, por eso estoy yo aquí. La única muestra de sentido común que ha demostrado nuestra hermana en toda su vida es el cariño que siente por Toothie. Jack, eso de que durante la temporada social esté mal visto que los matrimonios salgan juntos o que pasen más de dos minutos juntos al llegar a cualquier sitio es la mar de exasperante. En cuanto pueda, me llevaré a mi duquesa de vuelta a Acton Park.

¿Eso era en lo que se había convertido su hermano?, pensó Jack, mirándolo con cierta fascinación. ¿En un hombre que pasaba gran parte de su tiempo con sus hijos y que refunfuñaba cuando no estaba con su mujer? ¿Todavía no se arrepentía de haberse casado después de cuatro años de matrimonio?

—Necesito información —comentó Jack con una ligereza deliberada—. Y creo que tú podrás ayudarme.

—¡Adiós! —exclamó su hermano al ver que el castillo se derrumbaba de repente—. ¿He sido yo, Nick? ¿O has sido tú? ¿Has vuelto a darle con el dedo? Sí que le has dado, granuja. —Agarró a su hijo antes de que pudiera escapar y comenzó a revolcarse con él por el suelo, provocándole un ataque de risa.

Jack observó la escena con cierto anhelo.

—Ahora sí. —Tresham se puso en pie y se sacudió la ropa, aunque su apariencia era tan inmaculada como siempre—. ¿Qué pasa, Jack?

—Supongo que conoces a Kirby —respondió—. ¿Sabes dónde puedo encontrarlo? Me refiero a su domicilio.

Su hermano dejó de sacudirse la ropa y lo miró, sorprendido.

—¿Kirby? —le preguntó—. Jack, por el amor de Dios, si lo que quieres es una mujer, hay otras formas mucho más sencillas de...

—¿Era él quien dirigía la carrera de Lilian Talbot? —quiso saber.

El duque lo miró muy serio.

—Nick, recoge los bloques y llévalos a su sitio —dijo—, antes de que vuelva la niñera. —Miró al bebé, que parecía muy tranquilo, y atravesó la estancia para detenerse frente a la ventana.

Jack se acercó a él.

—Esta mañana los vi hablando —le informó—. Me refiero a Kirby y a Elsa Arendelle. Y después su madre me dijo que va a ayudar a su hija a lograr un empleo de institutriz, como ya hizo en el pasado. La mujer parece creerlo de verdad.

Amante de nadie (Adaptación Jelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora