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En cuanto llegaba de colegio, Carla se fue a su habitación, quiera descansar un poco antes de irse a casa de Samuel. Tenía muchas ganas de comer macarrones como en los viejos tiempos pero también sabía que debía tener mucho cuidado, sobre todo con su padre.

Estaba escuchando música en Deezer, mientras dibujaba algo en su libreto, por un momento dejo de pensar en todo lo que sucedió y imaginaba que su vida era muy distinta. Quería imaginarse que es simple chica adinerada y popular quien se enamoro de un chico totalmente diferente y que ambos lograron aprender aceptar esas diferencias y estar juntos.

En esos pensamientos no existía Polo o Christian o muerte de Marina y otros problemas que los rodean, eran solamente dos personas que se quieren mucho y no existen diferencias en clases sociales aun que a ella esas cosas jamás le importaban.

-Sin misterios, ex parejas toxicas ni padres locos.-suspira Carla

Le gustaba mucho esa idea pero tarde o temprano debía volver a realidad, por un lado estaba Polo un loco ex novio quien esta capaz de hacer cualquier locura, por otro lado Sergio quien parece seguir obsesionado con idea de volver a estar con Carla, esta su padre quien es en contra de su relación con Samuel. Al parecer, la única persona en la que pudo confiar era su madre aun que eso también no era cosa segura.

Al menos las cosas Lu estaban mejor, aun no podía decirle que esta con Samuel pero estaban volviendo a esa normalidad de ser amigas o al menos compañeras de colegio.

Carla estaba dibujando a un chico de pelo negro y ojos marrones, tenía una mirada muy dura, era serio, llevaba un uniforme pero también tenía una sonrisa grande. Claramente, se trataba de Samuel.

Carla se sentía como una niña típica que se enamoro de un chico por primera vez en su vida y tenía esa sensación de estar ''tres metros sobre el cielo''. Además, ese también era su película favorita y jamás lo dijo a alguien, ni siquiera Polo lo sabe.

En cuanto termino el dibujo, estaba sonriendo, mirándolo. Lo que no notaba es que su madre acaba de entrar y la estaba observando, preocupada pero a la misma vez sorprendida por que nunca la había visto así.

-Y esa sonrisa-le pregunta la marquesa, acercándose

Carla cierro libreta de inmediato, no quiera que nadie lo vea y sospecha algo

-Nada, estaba leyendo algo.-le miente

-Carla, que yo también tenía 17 años, no soy tonta.-le dice

Carla pausa música en Deezer.

-No es nada, simplemente estoy feliz.-dice, con sonrisa

-Me da mucho gusto que dejaste de hacer estupideces y te alejaste de ese chico que te dio droga.-dice Beatriz, aliviada

Carla cambio expresión en su rostro al recordar ese tiempo oscuro, tenía mucha suerte que Samuel estaba ahí y que le importo demasiado como para reaccionar.

-Si.-dice Carla

-Carla, quiero que tengas mucha confianza en mí. Soy tu madre pero también tu amiga, después de lo que paso no quiero que discutimos, podemos tener una relación normal.- le dice, tratando ganar confianza de Carla

Carla no parecía segura de buenas intenciones de Beatriz, tenía que esperar un poco y decidir si es mejor decirle la verdad o seguir mintiéndole. Si debía mentirles para poder vivir su historia de amor con Samuel entonces eso era la decisión correcta.

-¿Donde está papa?- le pregunta

-Va estar trabajando todo el día.- le contesta

-Pues, voy a tener que salir luego. Si te pregunta dile que me fui a casa de Lu.- le dice, tratando a asegurarse de que no iba tener problemas

La Tormenta de ArenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora