La Tormenta de Arena

52

La vida de Carla tomaba un giro inesperado, mas dependía de drogas y menos de gente que le rodea.

No tenía con quien hablar y se sentía muy sola después de alejar a Samuel de su lado.

Ha pasado una semana desde su visita, el próximo lunes ella decidió regresar al colegio.

Cuando pensaba que nadie la iba notar, que no va tener nadie con quien hablar al menos sobre lo que pasaba en Las Encinas el tiempo que pasaba en casa ella se encontraba con un chico que conocía de antes pero no pensaba mucho en el.

Es el mismo chico con quien se encontraba ese día en el colegio, era Yeray.

-Carla. – él dice, mirándola

Carla dejaba su móvil al lado, mirándolo bien.

-Joder, perdón, es que no me fije bien y no me di cuenta que eres tú. – dice Carla, disculpándose

Yeray notaba que Carla no era de buen ánimo, era evidente que algo le pasaba.

-¿Cómo están tus padres? – pregunta Yeray

Carla sentía un dolor en estomago al oírlo mencionar sus padres, después de todo lo que pasaba quería huir muy lejos de ellos.

-¿Quieres salir esta noche? – dice Carla, de repente

Yeray la miraba muy confundido, no sabía de dónde venía eso.

-Perdón, solo necesito un amigo. – le explica Carla

-¿Nos vemos en ese club de antes? – dice Yeray

-Perfecto. – contesta Carla, contenta

Sentía que tenia suerte por no encontrarse con Samuel ese día, salir le va ir bien, va olvidarse de todo por un rato porque droga no le ayudaba mucho.

No se alegraba como sabia hacerlo, no tenía ganas, solamente quería conversar con alguien.

En cuanto llegaban al club tomaban una bebida.

A Carla le sorprendía la libertad y impedancia de Yeray, no era como los otros ricos, el mismo sabia como conseguir lo que quiere sin ayuda de padres.

Carla no podía dejar de pensar en que era el candidato perfecto como para olvidarse de Samuel para siempre.

-Te sientes triste. – comenta Yeray

-¿Por qué dices eso? – pregunta Carla, disimularlo

-Lo veo en tus ojos. – él dice, mirándola bien

Carla se acercaba a Yeray.

-¿Ya sabes todo lo que me pasaba últimamente? Debe ser que todos están hablando en colegio, además no venia por una semana. – dice Carla

-Si, pero eso son rumores. ¿Por qué estamos aquí realmente? – dice Yeray

Carla lo miraba en ojos.

-Yo solamente quiero dejar todo esto atrás. – dice Carla

La siguiente cosa que hacia le hico sentirse aun peor, besaba a Yeray pero en su mente sigue estando Samuel.

El siguiente día no podía comportarse como si nada sucedió entre los dos, no quería que nadie los vea porque no está preparada para comentarios de Samuel o de cualquier otra persona.

Se encontraba con Yeray en aula vacía, la puerta estaba abierta, sin embargo pero ninguno de los dos lo notaba.

-¿Por qué nos estamos escondiendo? – pregunta Yeray

-No puedo enfrentarme a nadie, por ahora. – dice Carla

-Vale. – dice Yeray, estando de acuerdo con ella

Carla se acercaba a Yeray, ponía mano sobre su mejilla.

Samuel entraba en colegio, quería mandar un mensaje a Carla pero no tenía valor, tampoco quería ser el que comienza la conversación como siempre.

Al pasar por misma aula donde se encontraba Carla con Yeray se detuvo, no podía creer lo que miraba. Desde hace una semana que pidió que regresa a Las Encinas y ahora estaba besándose con Yeray.

Los miraba por unos segundos y luego se fue.

Necesitaba tomar el aire, por suerte Rebeka se encontraba afuera.

-¿Y a ti que te pasa? – dice Rebeka

-Siento mucha rabia. – dice Samuel, enojado

-¿Por marquesita? – pregunta Rebeka, sin poder ocultar su enojo

Samuel dio vuelta, mirando a Rebeka, pensaba que si Carla podía enrollarse con cualquier tío el también podía hacerlo de nuevo con Rebeka.

-¿Viste mi nuevo reloj? – dice Rebeka, mostrándole

Samuel miraba reloj pero no le dijo nada, solamente ponía mano sobre su cuello, la acercaba a él y la besaba.