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Valerio seguía trabajando para madre de Rebeka, la parecía perfecto vender drogas y ganar dinero, no era nada nuevo para él.

También estaba bien preparado para esa noche, ya que Rebeka decidió hacer otra fiesta.

El tenia ciertas dudas si eso fue para seguir dándole drogas a Carla o porque tenía ganas de fiestas y bebida.

Samuel también pensaba lo mismo, ahora se encontraba en una posición delicada, parecía que estaba con Rebeka pero también no estaba, era muy complicado.

Decidió venir en fiesta para tratar aclarar su relación con Rebeka, le debía eso.

-¿Va venir todo colegio? – dice Samuel ya que vio una gente que ni siquiera conocía

-Yo solamente hago grandes fiestas. – dice Rebeka, acercándose a el

Samuel la detuvo al notar que Carla estaba allí también.

-¿Qué hace ella aquí? – pregunta Samuel

-Ella también es invitada. – contesta Rebeka, sin animo

Carla estaba sentada cerca de piscina, aun no estaba drogada suficiente como para no saber donde se encuentra.

Samuel salió de casa, mirándola, observándola.

Samuel llevaba una camiseta de color naranja, es la única que tiene de ese color.

Quería acercarse a Carla y hablar con ella pero en ese momento Yeray ya se acercaba a ella, sentaba a su lado, poniendo manos sobre rodilla de Carla.

-Hola, guapa. – dice, dándole beso en mejilla

-Hola. – dice Carla, besándole en la boca

Samuel tenía ganas de darle una buena hostia a ese tipo, estaba celoso y dolido.

Carla y Yeray ambos saltaban en piscina, besándose.

Carla quitaba su ropa, tenía claro que quería dejarlo todo atrás.

Samuel la miraba una vez más, no podía creer que sigue enamorado de misma chica que se encuentra en esa piscina teniendo relaciones con un chico con el que se enrollo hace poco tiempo.

Le dio una mirada más, esta vez Carla lo veía, la tomaba por sorpresa. La mirada de Samuel le dijo todo, era dolido y decepcionado. Dio vuelta, buscando a Rebeka.

-¿Ey, donde estabas? – dice Rebeka, poniendo manos sobre cuello de Samuel

-Me voy. – dice Samuel, tratando a ocultar su dolor

-¿Qué paso? – pregunta Rebeka, sospechosa

-Tengo que levantar temprano mañana, nos vemos. – dice, saliendo de su casa

Valerio se dio cuenta de esa fría conversación entre Samuel y Rebeka.

-Yo creo que Samu sigue colgado por marquesita, pero que se yo. – dice, riéndose

-Vete a la mierda. – le dice Rebeca

-Mira, si es así mejor dejamos de hacer esto. Lo que menos quiero es que termina muerta en una piscina o algo así. – comenta Valerio

-Ya estas metido en problemas suficiente, estás haciendo trabajos sucios con mi madre, no hay vuelta atrás. – dice Rebeka

Polo se había enterado de esa fiesta, venia pocos minutos después, Rebeka no tenía nada en contra de eso porque no podía echarle de allí.

-¿Y este? – dice Valerio

-Déjalo, quizás podrías venderle un poco mas de droga. – dice Rebeka

Polo notaba que Ander estaba en fiesta, se acerco a él sin importarle nada.

-Hola. – dice Polo

-¿Por qué me estás hablando? ¿Enserio piensas hacer esto? – dice Ander, enojado

-Somos amigos. – dice Polo

-Eres más loco de lo que pensaba. – comenta Ander, sorprendido por comportamiento de Polo

-¡No estoy loco! – grita Polo

-Estas llamando atención, baja la voz. – dice Ander

-Ya veo que te mejoraste, que bien. – dice Polo

-Aun sigo sintiéndome como si iba morir, me quedaba callado sobre asesinato de Marina, le mentí a Guzmán en la cara, eso jamás voy a olvidar. – dice Ander, muy serio

-Tranquilo, no tienes porque alterarte, a ti nadie te dio espalda, yo soy solo aquí, lo único que tengo es a Cayetana. – dice Polo

-Mucha suerte con vida, Polo... la vas a necesitar. – dice Ander, alejándose de el

La Tormenta de ArenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora