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Samuel estaba harto de que Carla no pensaba terminar su relación con Yeray a pesar de sentir que desea estar con él, le dolía mucho seguir corriendo tras ella.

-¿Quieres comer algo? – le dice Pilar

Samuel seguía en cama, no tenía ganas de nada, así llevaba últimamente.

-¿No tendrías que estar en trabajo? – dice Samuel

-Ya me voy, tienes comida en cocina. – le informa

-Vale. – dice Samuel sin voltear

Pilar sabia que algo le pasaba, se acercaba a él.

-Podríamos hablar de todo lo que te pasa. – dice Pilar

Samuel dio vuelta, mirándola.

-No, son cosas mías, tu tranquila. – dice Samuel

No estaba preparado para decirle todo lo que le pasaba con Carla, aun sentía que su madre estaba triste por ida de Nano, no quería causarle más preocupación.

Valerio no la pasaba nada bien en casa de Rebeka, seguía teniendo relación de amigos con derecho o algo así con ella pero sentía que se había metido en problemas con su madre.

Esa tarde decidió hablar con ella y tratar aclarar las cosas, al menos.

-¿Decidiste devolverme el paquete? – le dice Sandra

-No. – contesta Valerio

-Entonces no tenemos nada de qué hablar. – le dice al sentar en silla frente Valerio

-Siento que no le gusto y no sé porque, yo no hice nada mal. – dice Valerio, tratando a convencerla

-Valerio, yo se que lo escondiste en algún lugar, guardarlo no va cambiar nada ni te vas ser más rico. – le aclara

-No sé si es buena idea seguir viviendo aquí. – dice Valerio, sincero

-¿Por qué? Nos llevamos bien. – dice

Sandra ponía pierna sobre pierna de Valerio, trataba a seducirle.

-¿Qué hace? – dice Valerio

-No te pones nervioso. – le dice Sandra

Valerio se dio cuenta de su táctica y por eso sentía necesidad de rechazarla.

-Esto no está bien. – dice Valerio, levantándose

-Está bien, entonces espero que me devuelvas el paquete si no quieres que algo te pasa. – dice Sandra

-¿Qué me va pasar? ¿Podría matarme o algo así? – pregunta, preocupado

-Pensaba que sabias porque Samuel desapareció ese día, que fui por meterse en estos negocios sucios. – le aclara

-¿Piensa hacerme desaparecer si no hago lo que usted diga? – dice, cruzando los brazos

-Se que estas teniendo algo con mi hija, es mejor alejarte de ella y dejar de molestarla. – le dice en voz baja

-No le estoy molestando, usted ni siquiera se da cuenta de que ella existe, debe ser difícil tener una madre como usted. – dice, enojado

-Valero, te advertí, tu bien piensa sobre consecuencias. – le advierte una vez mas

Carla decidió dormir en casa de Lu, necesitaba descansar un poco y olvidarse de su padre.

-Claro que puedes quedarte aquí. – dice Lu

Ambas entraron en habitación de Lu, cerrando las puertas.

-Va ser por una noche. – dice Carla, al sentar en cama

-A pesar de todo sigues siendo mi amiga, me sigue importando lo que te pasa. – dice Lu, sincera

-Lo que paso en el juicio no fue culpa mía, digo yo podía hacer cosas a otra manera pero tenía miedo. – dice Carla

-¿Qué te está pasando? Tu misma sabes que Polo mato a Marina, lo dijiste una vez, pudiste hacerlo de nuevo. – dice Lu, confundida

-Mi padre me amenazaba con hacerle algo a Samuel o matarlo, por eso me aleje de él. – le confiesa Carla, en voz baja

Tenía miedo de levantar su voz, no quería que nadie le oye.

-Eso entiendo. ¿Pero, porque estas con Yeray? – dice Lu

-No tenía otra alternativa, necesitaba olvidarme de él, necesitaba alejarlo y aun no consigo. – dice Carla, desesperada y triste

-Tu padre es un monstruo, Carla. Tienes que hacer algo para dejarle claro que estas sufriendo, no puedes dejar de estar feliz solamente porque él quiere otras cosas para ti. – le dice Lu, muy preocupada

-¿Y qué hago? Lo que tengo con Samuel fue bonito y corto, es un amor imposible, el no merece vivir su vida así, esperándome toda la vida. – dice Carla, aun más triste

-No te pongas triste, Carla. Las cosas se van arreglar, tu padre también ira preso igual que Polo. – comenta Lu

-Lo sé, me da mucha pena, me destruyo la vida y yo me siento triste por tener que verlo preso. No es justo vivir una vida así, siempre hacia todo lo que me dijo y mira como estoy. – dice Carla, abrazándola

Lo que más necesitaba era un abrazo de Lu, no tenían muchas conversaciones así y sentía pena por eso.

La Tormenta de ArenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora