La Tormenta de Arena

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Polo sigue sin entender que Sergio realmente quiere de el, que clase de ayuda ya que no le caía bien, tanto como y Samuel.

-Estás hablando con persona equivocada. – le dice Polo

-¿Quieres hacerle algo a Samuel o no? – le pregunta Sergio

-Si pero eso es imposible, estoy en la mira de todos. – le explica en voz baja

-Yo te puedo proteger. – le asegura Sergio

-¿Cómo? – dice Polo al levantarse

-Vas a tener protección, créeme. – le dice Sergio

Polo sabía que quería hacerle algo a Samuel después de todo lo que ocurrió pero no sabía ni cómo ni cuándo, quizás esa idea de Sergio no fue tan mala, a pesar de todo ambos odiaban a misma persona pero también los dos querían a Carla.

-¿Qué piensas hacer exactamente? – le pregunta Polo

-No podemos hablar de eso aquí. – le dice Sergio mirando por todos lados

-Voy a pasar por tu casa, mándame dirección. – le dice Polo

-Está bien. Espero que no te asustas y me dejas solo en todo esto. – dice Sergio y se va

Polo estaba en muchos problemas después de que todo el mundo se entero que había matado a Marina, no tenía otra salida que ayudar a Sergio a hacer lo que tiene en mente.

Samuel tenía la culpa de que Carla confieso el crimen de Polo y por eso le quería hacer daño ya que Teo estaba con brazos cruzados, no se atrevía a hacer nada hasta que tenga una prueba de que su hija sigue cerca del becado. Por esa misma razón Polo no podía ir a exigir que le ayude, bastante le ayudo al cubrir el daño que había hecho.

Carla y Samuel estaban muy cuidados desde que volvieron a estar juntos, por eso ni se saludaron cuando terminaron las clases.

Teo vino en coche para llevar Carla a casa, después de lo que ocurrió anoche no pensaba dejarle ir sola a ningún lado. Samuel se dio cuenta de eso, por eso se fue sin ni siquiera mirarla para no levantar sospechas de Teo.

Carla tenía que disimular frente su padre aun que tenía muchas ganas de volver a estar con Samuel, volver a sentirlo.

-¿Como fue tu día? – pregunta Teo

-Bien. – contesta Carla

-Espero que te das cuenta de que es necesario que sea yo quien te lleva a colegio, no confió en nada ni nada. – le deja claro

-¿Pensabas que ibas encontrarme en brazos de Samuel? – pregunta Carla

-No sé. – dice Teo, mirándola

-¿Qué tiene de malo estar enrollándome con él? – pregunta, curiosa

-¿Debo recordarte lo que paso cuando estabas con él? Estaba a punto de arruinarnos sin importarle nada. – dice

-Tú tienes culpa de todo, no tenías por que estar metido en negocios sucios con padre de Guzmán. – dice, enojada

-Carla, baja ese tono. – dice Teo, muy serio

-El verdadero enemigo está dentro del colegio, paseándose como si no hubiera hecho nada y tú sigues hablando así de Samuel. – casi grita

-Escúchame bien, Carla porque es la última vez que pienso repetirlo. Yo hago cosas a mi manera, ese muchacho es mal para ti, no es de tu nivel y nos hizo mucho daño. Así que si piensas estar con él ya sabes que va pasar. – dice, mirándola en los ojos por un segundo