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Lu seguía con su empeño de ayudar a Carla estar con Samuel, a pesar de todas diferencias que existían entre el camarero y su mejor amiga en el fondo no se odiaban tanto.

-Ya te dije, Lu. – dice Carla, caminando por el suelo de habitación de Lu

-¿Por qué no quieres? – le pregunta

Carla estaba bastante nerviosa.

-Es un amor imposible. – dice Carla

-Debías dejar de seguir repitiéndolo, nada es imposible en la vida. – le dice Lu

A Carla le gustaba mucho ese optimismo de Lu, siempre pensaba que nada es imposible y que podemos hacer todo lo que queremos como si no existen ningunas barreras o padres que controlan a sus hijos.

-¿Y qué piensas hacer? ¿Cuál es tu plan? – dice Carla

-Tenemos que pensarlo bien, ya le dejaste todo claro a Yeray así que de eso no tienes por qué preocuparte. El gran problema es tu padre, es el causante de todos problemas. – dice Lu

-Si, a veces quiero verlo preso por todo lo que hico pero también me daría mucha pena verlo en ese lugar. – confiesa Carla

-Debías apagar tus sentimientos cuando se trata de él, es lo mejor para ti, no puedes sentir lástima por alguien que te sigue controlando y amenazando. – le dice, preocupada

Carla estaba de acuerdo con ella, era el momento para tomar decisiones y dejar de sentir miedo. Su padre no era perfecto, al parecer no le importaba su felicidad para nada y por eso no merecía que le defiende mas.

Polo seguía angustiado, no soportaba alejamiento de Cayetana así que decidió visitarla en su casa.

-¿A qué se debe esta visita? No quedamos en vernos hoy. – dice Cayetana, cruzando los brazos

-¿Se puede saber qué te pasa ahora? Hace días que me evitas, quiero saber por qué. – dice Polo acercándose a ella

-¿Por qué tendría que pasarme algo? Estoy bien, tengo algunas cosas que hacer, ayudar a mi madre. – le dice

Polo no estaba tan convencido de esa excusa, no le creía nada.

-¿Y donde está tu madre ahora? – pregunta

-Se fue al supermercado, ya volverá. – dice

Polo dio un paso más hacia Cayetana.

-¿Qué haces? – dice Cayetana, asustada

-Necesito el trofeo. – le suspira

-¿Ahora? ¿Y para qué? – dice

-Lo necesito, Cayetana. Por eso vine aquí, llevas rara últimamente y yo no pienso correr ningún riesgo por tu culpa. – le digo, muy serio

-¿Así que desconfías de mi? Muy bien. – comenta

-Dame le trofeo y no te voy a molestar mas. – dice Polo

-Polo... - empieza decir Cayetana muy asustada

-¡Dame el maldito trofeo! – grita tomándola por brazos

-¡Suéltame! Mi madre va venir pronto. – trata a hacerle entrar en la razón

Polo la miraba en los ojos, estaba respirando fuertemente, dispuesto a hacer cualquier cosa como para tener ese trofeo, se dio cuenta que sería muy mal que su madre le vea así, podría denunciarle o algo así que la dejaba y se fue.

Esa tarde Teo decidió invitar a Yeray a pasar por su casa, utilizo la mejor oportunidad ya que estaba solo.

-Gracias por invitarme. – dice Yeray

-De nada, eres bienvenido. – dice Teo

-¿Carla no está? – pregunta Yeray

-Está en casa de Lu. – le contesta

-¿Casa de Lu? Pensaba que se fue de compras, sola. – comenta Yeray

En ese momento se dio cuenta que Carla le estaba mintiendo por alguna razón, ya sabía que ella sigue enamorada de Samuel y eso le molestaba un poco.

-¿Eso te dijo? – dice Teo

-Si, quizás se fue de compras antes de irse allí. – dice Yeray, tratando a no ponerle Teo sospechoso

-¿Qué le está pasando a mi hija, Yeray? – pregunta

-Nada. – contesta Yeray

Yeray tenía ciertos sentimientos por Carla, no podía decir cualquier cosa a su padre pero también sentía rabia por como jugaba con su sentimientos.

-Se que ella te cuenta todo, es mejor momento para decir algo, digo si tienes algo que contarme. – dice Teo, tratando a convencerle

-Carla no está enamorada de mi. – dice Yeray

-Bueno, necesitas darle tiempo, ella no es enamora tan fácilmente. – comenta Teo, creyendo que conocía su hija

-No, no me refiero a eso. Ella jamás se va enamorar de mi porque creo que sigue enrollándose con Samuel. – dice Yeray

Teo dejaba caer la copa de whiskey que tenía en manos, estaba lleno de rencor.

-¿Crees? ¿Estas seguro de lo que estás diciendo? – pregunta Teo

-Pues sí. – dice Yeray

-Vete de aquí, tengo que hacerme cargo de algo. – dice Teo

Yeray salió y Teo tomaba el móvil, hacia una llamada mientras tomaba otra copa.

-Si, soy yo. No te asustes, te tengo un trabajo y necesitas ser rápido. – dice Teo, en voz baja

Caminaba por el salón de casa.

-Lo mejor sería hoy mismo, hazlo y llámame en cuanto te encargas de todo. – dice Teo, colgando

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Nos acercamos al final de historia!

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La Tormenta de ArenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora