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Después de pocos días, Omar y Ander volvieron tener una relación estable, no tendrían porque seguir peleándose, tenían pocos días hasta que Ander termina colegio, querían pensar en el futuro y qué hacer con sus vidas.

Nadia estaba feliz por ellos pero tenía ciertas dudas si aceptar propuesta de matrimonio o ir con Guzmán.

-¿Aun no decidiste? – pregunta Omar

-No. – dice Nadia

-¿Qué esperas? Es obvio que te gusta pero no quieres estar con él, es normal. – dice Omar, tratando a darle buen consejo

-Me da mucha pena romperle el corazón, me conoces y sabes como soy. – dice Nadia, triste

A pesar de todo, le caía bien Malick, no lo odiaba pero tampoco tenía verdaderos sentimientos hacia él. Apareció en su vida justamente cuando rompió todo con Guzmán, le ayudo un poco pero sin embargo no lograba enamorarse de él.

Ese día decidió ir a ver Guzmán.

-¿Cómo estás? – la pregunta

-No puedo más, ya tomaba mi decisión. – dice

Ambos sentaban en cama, Guzmán se ponía muy angustiado, quería terminar con eso de una buena vez.

-No puedo casarme con él, no puedo hacerte eso, ni a ti ni a él. – dice Nadia tomándole por la mano

-No podía dejar de pensar en ti toda la noche. – le confiesa Guzmán

-Voy a rechazarle, no tengo otra opción. – dice Nadia, abrazando a Guzmán

Guzmán ponía mano sobre pelo de Nadia, acariciándola.

-Te quiero, Nadia. – le suspira

-Yo también. – le dice, sonriéndose

Rebeka estaba preocupada por Valerio porque llevaba raro varias días, estaban viviendo en misma casa pero no le veía mucho, sabía que no estaba con Cayetana sobre todo después de lo que paso la vez anterior.

-¿Qué te traes con Valerio? – pregunta a Sandra

-¿Perdón? – le contesta

-Lleva muy raro estos últimos días, algo le pasa y sé que tú tienes algo que ver. – le dice Rebeka

-No pienso estar de brazos cruzados hasta que me devuelva el paquete. – le dice, estricta

-¿Y si él no lo tiene? – dice Rebeka

-Por dios, yo no soy tan tonta como tú. – le dice

Rebeka tenía miedo de ese comportamiento de su madre, a pesar de ser su madre era bastante peligrosa.

-¿Y si no te devuelva? – pregunta Rebeka

-Entonces ya sabes que va pasar. – le dice, en voz baja

-No creo que serias capaz de hacer eso, no puedes. – dice Rebeka, en voz alta

-Rebeka, en esta vida hay que defenderse siempre, a veces también tenemos que hacer las cosas que no queremos. – le deja claro

-¿Piensas mandar a matarlo? – la pregunta, asustada

-Ya terminamos esta conversación. – dice Sandra, alejándose de Rebeka

Carla estaba bastante triste por todo lo que le pasaba, quería ir a ver Samuel, tomarle por la mano y huir con él. Sabía que eso fue imposible, seguía en casa de Lu y no dejaba de pensar en que alternativa más tenia.

Le gustaba Yeray como amigo porque conectan muy bien, le ayudaba mucho dejar de estar tan desesperada y deprimida pero jamás podría enamorarse de él.

A su padre le encantaba Yeray, ella lo sabia pero también sabía que había llegado el momento de tomar decisiones, ella también merece ser feliz.

La Tormenta de ArenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora