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Carla estaba pensando mucho sobre su conversación con Lu, por eso decidió llamar a Samuel y hablar con él pero le preocupaba mucho porque no contestaba. Quizás estaba muy enojado con ella o decidió alejarse para siempre.

Decidió dejar de llamarlo y hablar con el mañana en el colegio.

Estaba esperando ese momento con mucha angustia, quería abrazarlo y decirle como se siente, no quería seguir jugando ni seguir controlada por su padre.

Al venir en el colegio no encontraba a Samuel, ni siquiera venia ese día y eso le preocupaba.

Yeray se acercaba a ella, notaba que le escribió un mensaje a Samuel.

-¿Qué pasa con Samuel? – pregunta Yeray

Carla dio vuelta, mirándolo.

-Nada. – dice

-Le mandas mensajes, debe ser algo muy importante. – dice, enojado

Carla notaba que Yeray tenía algunos sentimientos por ella pero lamentablemente ella no podía responderle.

-No apareció hoy. – dice

-¿Y? – dice Yeray, cruzando los brazos

-Cuando el no aparece es porque algo le pasa, la vez anterior pensaba que está muerto, no puedo volver pasar por lo mismo. – dice, nerviosa

-¿Por qué estaría muerto? – pregunta Yeray

-No lo sé, hay muchas razones. – dice

-No puedo creer que sigues pensando en el después de todo lo que sucedió. Entiendo que sigues enamorada de él pero tú y yo seguimos juntos, no terminamos nuestra relación, por lo menos podrías seguir fingiendo que te importo. – dice, enojado

-Eyrá, perdóname. Pensaba que te dejaba claro como están las cosas, mi intención no fue hacerte daño, de verdad. No jugaba contigo porque estaba aburrida o a propósito. – dice, sincera

-Entonces deja de llamarle porque vas a levantar mas sospechas. – dice, sin pensar bien sobre lo que dijo

-¿Mas sospechas? ¿De qué hablas? – dice

-Tu padre lo sabe. – dice

Carla se ponía aun más tensa, sabía lo que eso significa, esta vez sí podría hacerle algo y eso sería fatal.

-El sabe que te estabas enrollando con él en estos últimos meses sobre todo mientras estabas conmigo. – le dice

-Tu le dijiste. – comenta Carla, alejándose de Yeray

Samuel estaba sentado en silla en un apartamento muy desconocido, tenia manos y piernas atadas.

Su cabeza le dolía, no podía hacer nada.

Un matón entraba en apartamento, acercándose a Samuel.

-Ya despertaste. – dice el hombre

-¿Dónde estoy? ¿Qué me paso? – dice Samuel

-Es mejor hablar menos. – le advierte

Samuel poco a poco empezaba recordar lo que sucedió, estaba de vuelta a casa después de terminar el trabajo en restaurante, estaba caminando por calles y de pronto un coche se detuvo cerca de él.

Tres hombres vestidos en ropa negra salieron y le golpearon par de veces.

-Claro, me secuestraron. – dice Samuel

-Que inteligente eres. – dice hombre, riéndose

-¿Por qué me hicieron esto? ¿Es él? – dice Samuel, con miedo

-Deja de hablar, ya te dije. – dice, acercándose a Samuel

-Es Teo, de seguro. – dice Samuel, dándose cuenta de todo

Sin embargo, no podía hacer nada, se dio cuenta que Carla sigue estando controlada por su padre y que todo lo que hico debe ser porque él la pidió o le amenazaba.

Sandra por fin decidió hacerse cargo de situación de Valerio, su hija le pedía que no le haga nada y ella tenía que respetar ese deseo. No entendía lo que Rebeka tenía con Valerio pero de todos modos no quería meterse en esos asuntos, sabia como se sentía sobre Samuel así que lo que sea que está teniendo con este chico no tendría que ser tan importante.

-Dime. – dice Valerio

-Voy a olvidar de lo que sucedió pero tú tienes que hacer algo también. – dice Sandra

-¿Qué tengo que hacer? – dice Valerio

-Irte de aquí, encuentra otro lugar, no sigues bienvenido en este lugar. Yo se que te quedaste con ese paquete pero por el bien de mi hija no pienso hacerte nada, por eso no te quiero volver a ver aquí. – le dice

Valerio aceptaba ese trato, no le haría nada pero tendría que encontrar otro compañero de clase que le aceptaría en casa, eso sería difícil.

Esa noche Polo decidió visitar a Teo.

-¿Por qué viniste? ¿Y porque no me llamaste antes de venir? – dice Teo, furioso

-No puedo encontrar el trofeo. – dice Polo en voz baja

-Eso no es mi problema. – dice Teo

-Mira, ya veo que no me entiendes así que voy a tratar hablar claramente. Si no me ayudas encontrar el maldito trofeo que escondió Cayetana, yo voy a hablar y decir que Carla fue quien mato a Marina porque ella tenía tu reloj. Voy a inventar cualquier cosa para hacer todos creer que ella es culpable, te lo juro. – dice Polo

Teo no tenía otra alternativa, a pesar de todo no quería ver Carla presa porque ella no tenia culpa de nada.

La Tormenta de ArenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora