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Rebeka estaba contenta de que su plan estaba perfecto pero no podía evitar sentirse mal por hacer eso, jamás era una persona tan celosa como para llegar al punto de querer deshacerse de alguien de alguna manera.

Estaba segura de que si marquesita jamás entraba en vida de Samuel él se fijaría en ella. Todos pensaban que Rebeka es una persona similar a Marina, tenía ese carácter de hacer todo lo que se le da la gana pero Samuel quería dejar esa historia atrás, le gustaba Marina pero jamás llegaba a sentir lo mismo que sentía con Carla.

Para el su único primer y verdadero amor siempre fue Carla, Marina fue más como una persona que le gustaba y le tenía bastante cariño.

Carla seguía en drogas, después de tener una gran noche de fiesta, salto sobre cama y quedaba pensando en lo que se estaba convirtiendo su vida.

No podía dejar de pensar en Samuel y como quería estar con él pero no podía. También pensaba en todas las veces que estaba con Samuel, creía que su padre podría olvidar el hecho de que Nano robaba relojes o que Samuel no pertenece al mismo mundo que ellos pero al parecer Teo no piensa parar hasta alejarla de él.

Carla no tenía otra alternativa más que seguir destruyéndose con droga hasta el mismísimo final.

Guzmán tenia grande dolor de cabeza pensando en lo que le dijo Polo o si podría creer en palabras de Carla.

-¿De verdad te dijo eso? ¡Que hijo de puta! – dice Samuel, enojado

-Samu, yo de verdad estoy empezando pensar que Polo es inocente. – dice Guzmán, sintiéndose fatal por tener ese cambio de corazón

-¿Qué dices? Carla dijo la verdad, Polo es asesino, no puedes creerle. – casi grita Samuel

-¿Y si no es así? – pregunta Guzmán, bastante confundido

-Confió en Carla, yo estaba con ella mientras trataba encontrar la verdad. Polo lo hico, Christian lo sabía también, ella estaba diciendo la verdad. – dice Samuel, enojado

-¿Estas seguro que no lo dices solamente porque sigues enamorado de ella? Tienes que pensar con cabeza bien fría. – le dice Guzmán

Samuel tenía miedo de volver a sospechar de Carla como cuando se acercaba a ella por primera vez, podía confiar en sus palabras porque ella también sentía lo mismo por el aunque no negaba en ese momento.

-Mira, tu pienso lo que quieres pensar. Yo te tengo bastante cariño por estar muy cerca de Marina y todo lo que paso entre nosotros dos pero no pienso dudar de única persona que quiero en este momento. Carla no estaba mintiendo, tu deberías saberlo mejor que nadie, acéptalo de una buena vez. Tu mejor amigo mato a tu hermana, esa es realidad. – dice Samuel, muy sincero

No podría hacerlo de otra manera, no podía soportar que todos hablan mal de Carla mientras Polo sigue libre de todas sospechas.

Esa tarde decidió visitarla en casa, le mando un mensaje, no pensaba irse antes de verla, llevaba días evitando colegio y eso le preocupaba.

-¿Y ahora que quieres, a ver? – dice Carla, cruzando los brazos mientras caminaban cerca de piscina de casa de los Rosón Caleruega

-Quiero que vuelvas, hasta Guzmán parece estar convencido de inocencia de Polo. – dice Samuel

-¿Enserio? – dice Carla, sin poder creerlo

-Al parecer cuando te sientes solo lo único que no quieres es seguir perdiendo gente. – dice Samuel

Ambos dejaban de caminar, se estaban mirando.

-¿Estas hablando de Guzmán o de ti? – pregunta Carla

-Guzmán no quiere aceptar el hecho de que su mejor amigo le hico una cosa tan monstruosa y yo no puedo aceptar que no quieres estar conmigo de repente. – dice Samuel, acercándose a ella

-Samuel, alguien nos va ver. – dice Carla, preocupada

-¿Quién? ¿Tus padres? – dice Samuel, poniendo mano sobre mejilla de Carla

-Ya te dije todo lo que pienso sobre nosotros. – dice Carla, tratando a evitar tener que mirarlo en los ojos y mentirle de nuevo

-Si, dijiste que no hay nosotros. Fíjate que no te creo nada, quieres convencerme en que jamás sentiste nada por mi pero hay sentimientos que no se pueden fingir. – dice Samuel, mirándola en los ojos

-Debíamos dejar de hacer tonterías, Samuel. Tu y yo no tenemos ningún futuro, crees que necesitas estar conmigo pero eso no es así, lo nuestro es imposible por eso te atrae. No es sano tener una relación así, mejor dejamos de ilusionarnos con una relación que jamás iba funcionar después de salir de Las Encinas. – dice Carla, con voz fría

Samuel estaba sorprendido por oírla decir eso sin sentir pena o tristeza, dio vuelta y se fue. Sabía que tenía que esperar un poco antes de volver acercarse a Carla

La relación entre Omar y Ander seguía mal, los dos se encontraron en casa de Ander, por primera vez desde que salió.

-Te escucho. – dice Omar

-Lo siento, me pase un poco la última vez que nos vimos. – dice Ander, sin mirarle en la cara

-Estabas enfermo. – dice Omar, cruzando los brazos

-Pero ahora estoy bien, al menos no sigue estando en peligro de perder la vida. Me estoy mejorando pero sigo sintiéndome mal por dentro. Guarde el secreto de Polo y eso jamás podría perdonarme. – dice Ander, triste

-El tiempo cura todo. – le dice Omar, sintiendo mucha lastima

-Me siento fatal, no dejo de tener pesadillas sobre Marina y todo eso por sentir tanta culpa. – dice Ander, poniendo manos sobre cabeza

Omar no sabía como ayudarle, lo conocía pero no existía mejor manera de solucionar problema que el tenia.

-¿Y que, quieres que me vaya ahora? – dice Omar

-Necesito tiempo para pensar que quiero hacer con mi vida, eso es todo. – dice Ander

Omar lo entendía perfectamente, estaba con él en buenas y en las malas.

Nadia por su parte no podía contar con apoyo de Guzmán, así que estaba más cerca de Malick y todo por despecho.

La Tormenta de ArenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora