IDEAL [yungi]

26

Mientras que los alfas compartían una escueta charla conciliadora en el living, ambos omegas se fueron a hablar más privadamente a la habitación de WooYoung, donde éste pasaba la mayor parte del tiempo debido a su embarazo. La habitación era, como toda la casa, pequeña y humilde, y además de la cama, un mueble para guardar la ropa y una mesita de noche cerca de la ventana, justo encima de la primera, WooYoung había armado un nido que tenía los aromas de Choi San, Choi JongHo, Kang YeoSang, y por supuesto de Jung YunHo. La camiseta que le entregó a San tiempo atrás se veía amorfa entre el conjunto de ropa apropiada por el menor, logrando esa mezcolanza extraña pero reconfortante.

WooYoung tomó una mantita y se recostó en el nido, indicando a YunHo que se acercara a él. YunHo obedeció de inmediato, quedando de frente, y enredando las piernas con las ajenas. En serio extrañaba tanto al muchacho que quería impregnarse de él aunque oliera a muchas cosas.

WooYoung se abrazó a la manta y le dedicó una sonrisa pura a YunHo.

—Tú, lobo pulgoso, ahora eres rubio.

El aludido sonrió hipando, porque no podía parar de llorar.

—HongJoong hyung me dijo que debía estar a la moda y ser un omega elegante— enfatizó con su voz sonando muy nasal.

—Vaya que lo eres —expresó WooYoung—. Te vi en el matrimonio y me sorprendí mucho. He visto que algunos omegas se están vistiendo así y te tienen como referente. Has demostrado ser un omega de buen linaje, y le has callado la boca a la vieja amargada de nuestra madre.

YunHo no pudo evitar reírse otra vez debido a las palabras atrevidas de WooYoung.

—Ya, pero han dicho que soy un príncipe de hielo —recordó YunHo nervioso—, que soy un amargado y esas cosas.

—Eso fue al principio, sabes. Ahora eres bastante cool —enfatizó WooYoung—. Aunque… todos hablan de que bueno… tú y el príncipe alfa… no tienen manifestaciones de afecto.

Demonios, la nula química entre ambos era algo que notaba la prensa, y lo peor de todo es que no se podía negar, ellos en efecto, no tenían contacto amoroso.

—El príncipe alfa sabe que tú debías ser su esposo y no yo. Nosotros hemos discutido en la noche de bodas, y le dije que no quería estar casado con él.

WooYoung hizo un "woah" de sorpresa y se quedó en silencio. Entonces YunHo le contó con detalles todo lo que había vivido desde que ambos se dejaron de ver, incluída la discusión con sus padres en el matrimonio y la inestabilidad de su lobo.

—Oh, entiendo —analizó el menor después de un rato—, estuvo bien haberle dicho eso a nuestros padres, ellos siempre fueron desconsiderados contigo así que lo merecen. Sin embargo con el príncipe… mmm… creo que con lo que ha hecho hoy, se merece tu respeto y apreciación.

—Sé que debí ser más amable con él, pero ese día me descontrolé totalmente. Mi lobo ha estado molesto por mis actos y… —se iba a lamentar YunHo, sin embargo su hermano lo interrumpió:

—Lo hecho ya está y es mejor así, porque entre el príncipe y tu no hay secretos. Siempre es mejor ser honestos en vez de vivir una mentira, y ahora el príncipe MinGi es lo único que posees, y él también solo te tiene a ti; lo sabe, y por eso te trajo conmigo. Tú ya ni siquiera me tienes a mí —la voz de WooYoung se quebró, y con la pequeña manta, limpió sus lágrimas y se sonó la nariz—. Quisiera tanto acompañarte en este momento— prosiguió después.

—Al menos el doctor Kang te ama, y has formado tu propia familia —lo consoló YunHo, acariciando sus mejillas más infladas que hace tiempo atrás debido a su estado—. Incluso estás marcado por él… 

—Tú… tú también tienes a MinGi, aunque no se amen como YeoSang y yo. Pero deben estar unidos por el bien del reino. Por ejemplo, deberías dejar que frote su olor en ti para que tengas algo de su aroma en tu cuerpo. Seguro así los periodistas empezarán a considerarlos de otra forma.

WooYoung tenía un gran punto al decir tal cosa. YunHo vio noticias que mencionaban su nulo olor a castaño, y no era necesario tener un contacto estrictamente sexual para lograrlo. Los alfas hacían todo el tiempo eso con sus omegas abrazándolos y tocándolos por todas partes para marcar territorio, especialmente en el cuello… con los labios y eso.

De pronto la puerta de entrada a la habitación se abrió despacio y el doctor Kang entró, encontrándose con la imagen de los dos omegas tendidos en el nido de WooYoung. 

YeoSang suspiró y dijo después:

—Su alteza el príncipe MinGi dice que debe acompañarlo al castillo porque casi es medianoche.

YunHo hizo un puchero que solo WooYoung vio y se abrazaron una vez más allí en el nido, durante mucho rato, a vista y paciencia de YeoSang. Luego salieron de allí y YunHo se despidió del alfa jefe de hogar, para ser acompañado por su hermano menor hasta afuera, en donde apoyado en el vehículo que los trasladaba, se encontraba MinGi esperándolo.

—Espero volverte a ver —mencionó WooYoung, ya más calmado. Eso también tranquilizó a YunHo, quien se inclinó hacia abajo y le dio un besito al vientre de su hermano, cubierto por la tela del pijama—. Oye, vas a asustar a mi cachorro con ese maquillaje desparramado, hyung.

—Ya me limpiaré al llegar a casa —murmuró YunHo, quien además debería ducharse para quitar los olores de embarazo en su cuerpo—, y estoy seguro de que nos volveremos a ver.

—Recuerda lo que te dije de… tú sabes —WooYoung apuntó disimuladamente al príncipe—. Espero que seas feliz con ese hombre.

—Ya veremos —dijo con nostalgia. 

Luego hizo una reverencia imitada por su dongsaeng y se acercó al príncipe, quien inmediatamente abrió la puerta del auto, dejándolo entrar, para después subirse junto a él.

Cuando el vehículo dobló en la esquina WooYoung todavía agitaba la mano desde lejos, despidiéndose, y a YunHo eso le rompió el corazón.

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