IDEAL [yungi]

36

—¿De verdad tengo que usar esto?

YunHo se hallaba nervioso. Al fin hoy llegaba su hermano del país vecino y debía recibirlo junto a su marido. Los días fueron eternos, pero WooYoung, HongJoong y YeoSang, además de la comitiva del viaje, estaban sanos y salvos viajando en el avión que los traía a casa.

—Es que se ve muy hermoso, alteza —respondió MinJi entregándole la chaqueta—, esto complementará su outfit a la perfección.

La verdad es que su camisa con tirantes y transparente en la parte superior del pecho ya era lo bastante llamativa, pero la chaqueta llena de plumas de distintas tonalidades rosadas lo hacían sentirse realmente incómodo. YunHo, en su habitación y acompañado por la omega, no podía dejar de mirarse al espejo tratando de buscar armonía en su traje. Bueno, al menos no se exponían sus pezones y el cuello no caía incómodo por sus hombros como otras camisetas que usó anteriormente.

—Iré a buscar al estilista para que comience a maquillarlo —indicó la joven mirándolo de arriba a abajo con una sonrisa torcida. Después salió de la habitación rápidamente, dejando a YunHo solo.

Al menos volvería a usar sus trajes habituales con la llegada de HongJoong y no se sentiría tan incómodo sabiendo que esa mujer le tenía ganas a su marido. Era extraño ser cortés con ella cuando no habló cosas buenas sobre él y su pasado. Bueno, MinJi no mintió realmente, pero no podía cambiar, esa era su esencia. Si no fuera por su rol de príncipe, YunHo seguiría viviendo del mismo modo que antes.

YunHo sintió de repente el olor de MinGi acercándose a la habitación, cosa que empezó a hacer después de quedarse a dormir unas noches atrás constantemente. Cómo se sentía tan solo y estresado, el alfa recurría a su compañía para sentirse mejor. YunHo también de sentia tranquilo junto a MinGi, y eso lo alegraba, pues su relación matrimonial se iba solidificando cada vez más, siendo eso lo mejor para el reino.

Tal como se imaginaba, MinGi tocó la puerta dos veces para avisar su llegada, y simplemente entró. Él ya vestía formalmente con un conjunto negro: su cabello lucía brillante y un tupé lo hacía ver más alto de lo común. El alfa hizo una reverencia y vio a su esposo, quien tenía una cosa fea y extraña en las manos.

—¿Se encontró con ella en el pasillo, cierto? —chismoseó YunHo estirando esa cosa y empezando a ponérsela. Oh, demonios, era una chaqueta frondosa con plumas por todas partes, y una de las cosas más ridículas que MinGi había visto en su vida.

—Ella no respondió mi saludo —contestó acercándose al mayor—, creo que definitivamente le pediré a su asesor que empiece a vestirme a mí—comentó sin alterarse.

—Ella debe estar avergonzada porque usted no aceptó tenerla de amante, joven MinGi.

El aludido se encogió de hombros, desinteresado.

—No use esa cosa que acaba de ponerse —a pesar de ser un alfa poderoso MinGi no solía ser imperativo con su omega, sin embargo esa claramente había sido una orden.

YunHo, quien tenía la chaqueta a medio poner, se quedó mirándolo en una pose extraña.

—¿Cómo dice?

MinGi, quien ahora era mucho más libre de hacerle cosas a YunHo y no se contenía de invadir su espacio personal, le quitó la chaqueta impulsivamente. YunHo, a quien no le molestaba la cercanía del muchacho desde la primera noche durmió con él, exclamó un sordo "woah".

—Esta chaqueta es horrible —exclamó MinGi compungido tirándola al suelo—. Oh, espere… ¿A usted le gusta? Si es así puede usarla… 

—Por dios, no —la respuesta de YunHo fue liberadora.