IDEAL [yungi]

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MinGi se imaginó a YunHo con una corona de oro en la cabeza, al lado suyo, asumiendo como el rey omega más hermoso de los últimos siglos. Se dio cuenta mientras olía profundamente su cuello y sintiendo los dedos ajenos hundiéndose en su cabello, que era el momento adecuado para ser el monarca. Ellos serían buenos líderes, MinGi sería respetado por todo el país y por todos los alfas de las manadas de la nación, y su lobo estaría sincronizado con su lado humano porque tenía al omega ideal para apoyarlo en este desafío enorme.

—Usted será un gran rey omega —incluso manifestó, aferrándose más a la tela del pijama de YunHo—, seguro que lo será.

YunHo trataba de no pensar mucho en eso porque lo ponía muy nervioso, y menos cuando estaba tan cerca de su pareja destinada, pero no pudo evitar poner atención al comentario de MinGi. Se separó del muchacho a medias porque este apoyó la frente en su hombro, sin querer alejarse todavía.

—Es un poco pronto para pensar en ser reyes —analizó mientras buscaba la manera adecuada de que MinGi le diera otro beso.

Sin embargo el alfa al escucharlo terminó alejándose, con un repentino gesto de preocupación en el rostro. Sus labios estaban levemente tintados de un rosa brillante debido a que YunHo había aplicado un brillo protector en los suyos.

—En realidad yo venía hablar sobre eso, hyung.

La postura romántica de MinGi amainó para dar paso a la que adquiría cuando se implicaba en asuntos políticos. "Oh, no" se lamentó YunHo internamente. ¿Y si mostraba un poco el cuello de forma accidental para distraerlo? Qué bajo había caído, buscando maneras de seducir al príncipe. Mejor asumió la responsabilidad de su cargo, suspiró con fastidio (sin pretenderlo obviamente), y puso atención a las palabras de su esposo, quien a pesar de todo, seguía tomándolo por la cintura, pero de un modo más suave.. 

—¿Paso algo? —preguntó viéndolo un poco atontado. MinGi era tan lindo, y el brillo de sus labios lo hacía verse muy adorable.

—Es sobre la reunión. Bueno, mi padre y yo hemos hablado sobre estos asuntos del reino y… en realidad él tiene planes de abdicar pronto —explicó MinGi al fin. 

YunHo en un principio no supo qué tenía que ver eso con él hasta que entendió el punto, entonces su boca se abrió como la letra O y el calor de sus mejillas bajó abruptamente para dar paso a pánico horrible. Fue tanto el impacto que se separó de su esposo y se sentó en la cama, abrazándose a sí mismo. MinGi, preocupado, se inclinó hasta quedar de rodillas frente a él, frustrado por no ser más cauteloso en contarle cosas tan importantes como esas a YunHo.

—No puede ser —murmuró el omega como si estuviera en trance.

—¿El qué? ¿Que mi padre deje el cargo? En realidad lo tenía planificado hace un tiempo —MinGi se encogió de hombros, dando a entender que no era decisión suya.

—¿Seremos reyes? Oh, ¿Yo seré un rey? —así que era eso, YunHo le tenía miedo al cargo. 

MinGi respiró profundamente y adquirió una postura protectora, tomando una de las rodillas de YunHo y acariciando allí. No había nada raro en hacer algo así, después de todo ya le había dado un beso en la boca antes. Era algo íntimo, pero no se estaba propasando con sus manifestaciones de cariño.

—¿Usted tiene miedo de ser rey, hyung?

—¡Es que no sé cómo serlo! —exclamó el mayor con un tono más agudo y que hizo a MinGi sonreír por la ternura que le dio.

—Nadie nace sabiendo, hyung. Mi madre seguro que tampoco sabía ser una reina cuando asumió. Y créame, yo no soy un experto en esto.

—Oh, tú naciste para ser un rey, MinGi. Pero yo no, yo soy un simple omega que caza conejos y no se sabe maquillar bien… aish…