—Huele a alfa —sentenció HongJoong sin poder contenerse—, esta habitación apesta al príncipe MinGi.
El más bajo aplicaba fijador en el cabello de YunHo para mantener su peinado hacia atrás, destacando su frente y el maquillaje de sus párpados. YunHo, sentado frente al espejo, cerró los ojos por un momento, dejando de verse a sí mismo en el reflejo.
—Oh, sí. MinGi pasa mucho tiempo acá porque somos esposos —aclaró el príncipe omega con un leve tono irónico, intuyendo que HongJoong quería saber más.
HongJoong terminó su trabajo, dejó el spray encima del tocador, y adquirió esa típica postura desafiante, cruzándose de brazos y mirándolo inquisitivamente.
—Qué curioso, eh —comentó el asesor mirándose sus propias uñas, como si buscara algún defecto en el esmalte rosado que les había aplicado—, el olor ni siquiera se notaba antes y eso que he pasado varios días vistiéndote y maquillándote aquí. Pero ahora huele a MinGi por todas partes. La habitación está infestada de castaño —HongJoong sonrió ladinamente—. ¿Alguien ha pasado la noche sin dormir? —se atrevió a preguntar.
HongJoong, en efecto, había atinado: YunHo pasó toda la noche despierto. Para ser más exactos, él pasó toda la noche con el príncipe en su habitación matrimonial, después de muchos días en que estuvo solo.
Pero ellos no habían hecho nada más que conversar. Resulta que MinGi era un joven que jamás había tenido citas y dedicaba toda su vida al reino. El matrimonio lo había pillado un poco desprevenido, y además, la idea de tener a YunHo como enemigo no le gustaba. SeongHwa, su mejor amigo, le aconsejó que buscara a WooYoung, y lo demás era historia.
YunHo, aparte de querer darle las gracias a Choi San por todo, también iba a hacerlo con HongJoong, quien lo ayudó del mismo modo.
—Gracias por ayudar al príncipe MinGi, hyung —dijo dándole una sonrisa honesta.
HongJoong sonrió de medio lado, y dijo:
—Oh, ya veo. Pudiste ver a tu hermano. Me alegro de que todo resultara bien. Pero, ¿Tú pasaste la noche con MinGi? Lobo travieso —insistió yendo hacia la cama que tenía un montón de ropa encima. Tomó todas las prendas y se fue al enorme armario a dejarlas. Ellos habían estado eligiendo un traje apropiado para las actividades de YunHo.
—MinGi y yo hemos hablado toda la noche así que voy a quedarme dormido durante las actividades, hyung —explicó YunHo, quien no había podido hablar tanto con HongJoong estos días—, estamos… ya sabes, reforzando nuestra amistad.
Cuando volvió a la habitación, HongJoong aún tenía esa sonrisa ladina.
—Entiendo, MinGi y tú reforzaron su amistad en esta habitación matrimonial, toda la noche, y ahora la habitación huele a alfa…
—¡Hey! Si lo dices así suena raro, pero nosotros solo hablamos, en serio. Sería un poco precipitado que hiciéramos algo… algo así tan pronto, ¿Cierto? —lo interrumpió YunHo, riéndose.
Ya más serio, HongJoong respondió:
—Me alegra mucho que se estén comunicando mejor— reconoció volviendo a acercarse a YunHo—, así es como debe ser, ustedes necesitan estar unidos incluso si no tienen nada romántico.
HongJoong de verdad estaba contento con YunHo, que si bien no podía charlar en profundidad con él desde que se había casado, sabía que sus consejos sirvieron de algún modo en su buena relación con el príncipe. Seguro que WooYoung también aportó con aquello, y eso lo ponía muy feliz.
Era casi mediodía cuando YunHo con su outfit listo, llegó al salón principal. MinGi, quien al verlo le dio una escueta sonrisa, ya se encontraba allí, esperándolo. Vestía una camisa blanca con un pin del reino (accesorio que YunHo ahora llevaba también) en el pecho y pantalones grises. Sus padres habían salido más temprano a otra actividad, así que ellos estaban solos, exceptuando por el conserje, quien los esperaba un poco alejado, justo en la entrada.
—Buenas tardes, príncipe MinGi —lo saludó haciendo una reverencia—. ¿Usted también tiene sueño?
MinGi hizo replicó su venia, y respondió un relajado:
—Creo que iré durmiendo en el auto…
—Lo supuse —dijo acomodando el pin del pecho de MinGi —. Permítame, eso está un poco ladeado…
—Me gusta su traje hoy —lo halagó MinGi, dejándose arreglar—. Digo… los otros también me gustaban, su asesor hace un buen trabajo. Me refiero a que siempre se viste así de bien… aunque cuando no también tiene su encanto, pero no lo he visto así estoy especulando…
—No es necesario, joven MinGi.
—¿Qué? —MinGi lo miró con la boca entreabierta, perplejo.
—No necesita decir esas cosas protocolares cuando estemos solos, porque somos amigos ahora.
MinGi comprendió, así que emitió un suspiro de alivio.
—Entiendo —murmuró, mientras YunHo terminaba de abrochar el pin.
—Ahora sí— finalizó YunHo, sonriendo orgulloso de sí mismo.
—¿Vamos? —MinGi apuntó hacia la salida—. Nos están esperando.
YunHo asintió y MinGi hizo el amago de dirigirse hacia allá.
—Oh, espere —lo detuvo YunHo, y MinGi volvió a verlo—. Yo debería oler a usted.
—¿Q-qué? —repitió el alfa otra vez confundido.
—Recuerde lo que hablamos anoche: WooYoungie me dijo que los periodistas se referían mucho a nuestra nula química, y que yo no olía a usted, así que necesito que se frote en mí… o algo así.
Ellos anoche aclararon ciertos protocolos que deberían hacer para convencer a la gente de que eran un matrimonio sólido. Lo primordial ahora era que necesitaban impregnarse sus aromas, además de coquetear frente a las personas, demostrar aunque sea un poco de afecto.
—Está bien, yo voy a abrazarlo ahora —indicó MinGi, quien se acercó al omega sin titubear. Por fortuna, ese tipo de cosas no le incomodaban en lo absoluto. Él era un alfa de rango alto, y su lobo saltaba con sus cuatro patas muy contento de impregnar su olor en su marido.
Abrió ambos brazos y abrazó el cuerpo de YunHo rodeando su espalda, respirando su olor a begonias. Al fin el omega transmitía tranquilidad, y eso contentó a su lobo mucho más. Apoyó su mentón en el hombro del omega y deslizó sus manos de arriba a abajo, aunque no tanto, claro, pues no quería incomodar a YunHo. Le hubiese gustado oler su cuello también, hundirse entre esa zona que tenía tan cerca de su cara, pero ellos recién estaban teniendo este tipo de confianza así que no quería excederse.
Cuando se separó del joven, YunHo empezó a olfatearse a sí mismo, quedando bastante conforme con los resultados.
—Perfecto —dijo, sonriente.
Sí, ellos podrían ser un buen matrimonio.
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IDEAL [yungi]
FanficSe suponía que el perfecto y adorable WooYoung iba a ser el nuevo príncipe omega y futuro gobernante del clan de Corea del Sur. Se suponía que el chico bonito y ejemplo de omega ideal, debía casarse con el alfa heredero al trono: Song MinGi. Debía s...