Ellos no desviaron su camino a casa, sino que entraron a una pequeña cafetería que se encontraba en el camino. Con una puerta de vidrio y grandes ventanas en las que se podía ver al interior, los príncipes entraron tranquilamente. El sitio no estaba vacío, pero al no ser hora de desayunar, almorzar o cenar, había poca gente.
Gente que apenas notó la presencia de ambos chicos, comenzó a observarlos sin disimulo, haciendo comentarios en voz baja sobre ellos como si no fueran evidentes, e incluso a sacar fotos sin su permiso. YunHo, poco acostumbrado a esto, se cohibió mucho, buscando la mesa más aislada del lugar: esta se hallaba al final, pegada a la pared, y no es que estuviese alejada, sino que en esa zona no llegaba el aire frío de los ventiladores de la estructura, entonces el calor se concentraba allí.
Uno de los guardaespaldas desde afuera se dedicaba a protegerlos frente a un inminente ataque externo, mientras que el otro se había acomodado cerca de ellos, aunque no lo suficiente, como para darles algo de privacidad.
—Creo que tendremos que irnos pronto —mencionó YunHo aun avergonzado por cómo los miraba la gente.
—Debe acostumbrarse a esto, joven Jung —indicó MinGi dando un bostezo—. Demonios, tengo mucho sueño…
—Usted no ha dormido bien —dijo YunHo, viendo detalladamente el rostro de su esposo—. Debe extrañar al joven Park.
Era triste el hecho de que ellos no supieran del estado de SeongHwa desde aquel día: había desaparecido de la faz de la tierra. El joven alfa no hablaba sobre eso, pero YunHo estaba seguro de que le afectaba mucho. Era su amigo desde la infancia después de todo.
MinGi no respondió, sino que totalmente desganado apoyó los brazos sobre la mesa y se desplomó allí, ocultando su cara. Una beta se acercó muy nerviosa a preguntarles qué querían, y sin dar la cara, MinGi pidió un frappé y un pastel, mientras que YunHo solo un té de ginseng helado.
YunHo consideró irónico el hecho de que ahora que tenía a WooYoung con él (a medias, pero aun así), MinGi tuviera que alejarse de SeongHwa. Era totalmente injusto, pero como siempre, no podía hacer mucho al respecto.
—Y ese chico… San, ¿está bien? —MinGi se armó de la fuerza suficiente para sentarse de forma correcta, apoyar su espalda en el respaldo de la silla y mirar a YunHo. Él evitó hablar de SeongHwa porque le dolía el alma cuando recordaba todo lo que ocurría con su amigo.
—Oh, sí. Él está comiendo demasiado, sin embargo.
—Supongo que es por el embarazo.
—Exacto. Ojalá siga comiendo mucho más —bromeó YunHo soltando una risita.
—Joven Jung —lo nombró MinGi, como siempre siendo muy cortés—, usted se ve muy guapo con esa ropa, ya se lo he dicho antes.
—Oh, gracias —YunHo miró fugazmente a su alrededor, la gente seguía observándolos.
—Pero su hombro está al descubierto, y mi lobo no puede seguir evitando las ganas de mirar ahí.
YunHo había olvidado arreglar esa estúpida camiseta que era enorme y además tenía ese escote que hacía que su pecho se expusiera tanto que lo incomodaba. Era obvio que un alfa adolescente como MinGi se iba a hipnotizar con una imagen así, seguro que lo único que su lobo quería era clavar los dientes en toda la zona.
—Lo lamento —se disculpó cohibido.
La mesera dejó los pedidos en el lugar, hizo una torpe reverencia, y se alejó rápidamente.
—No debe disculparse por esas cosas —mencionó MinGi tomándolo a la ligera—, usted es un omega moderno, y yo un alfa muy intimidante, según SeongHwa…
MinGi se calló, y para distraerse de sus recuerdos, acercó el té hacia el lado de YunHo así como el frappé hacia sí mismo, y por último, se inclinó sobre la mesa para acomodar la camiseta del omega correctamente.
—La asesora de su madre tiene un estilo que no me gusta demasiado —declaró YunHo dejándose ordenar—, yo prefiero la ropa de HongJoong.
—Entiendo —dijo MinGi conciso, volviendo a alejarse.
—No es que MinJi me desagrade, ella es muy amable, pero siempre me viste de rosado, y ese color hace que me vea gordo.
—MinJi también me viste a mí y me gusta la ropa que usó —comentó MinGi, llevándose la pajita a la boca y bebiendo del líquido de su vaso—, pero usted no se ve gordo, joven Jung. Usted se ve muy guapo.
—Vaya, no sabía que MinJi lo ves… oh por dios— YunHo de pronto exclamó al ver de reojo hacia la ventana.
Esto no podía ser posible.
—¿Hay paparazzis afuera, cierto? —adivinó MinGi.
YunHo asintió.
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Capítulo relleno... pero relleno de yungi para sus corazones 🥰
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IDEAL [yungi]
FanfictionSe suponía que el perfecto y adorable WooYoung iba a ser el nuevo príncipe omega y futuro gobernante del clan de Corea del Sur. Se suponía que el chico bonito y ejemplo de omega ideal, debía casarse con el alfa heredero al trono: Song MinGi. Debía s...