IDEAL [yungi]

48

YunHo obviamente no estaba usando maquillaje, y su pijama de invierno, que siempre le había quedado muy suelto, lo hacía verse desarreglado y hasta subidito de peso debido a la tela gruesa. En circunstancias normales eso habría dado lo mismo, pero ahora no porque sintió que sus mejillas se pusieron muy calientes, lo que inducía que estas se habían puesto muy coloradas. Y él no quería demostrar ese tipo de debilidad. Pero allí estaba sintiéndose un desastre frente al príncipe MinGi, quien había dicho que lo quería y además se había acercado tan impulsivamente, tan cerca que casi se derritió allí mismo donde estaba parado.

MinGi solía acercarse mucho a la gente que estimaba pues era parte de su personalidad de líder. Siempre lo hacía con SeongHwa, de hecho. Pero su mejor amigo era más bajo y además un alfa de su tipo, no se intimidaba por ese tipo de cosas y además no había ninguna situación extraña que pudiera ocurrir entre ellos por la diferencia de tamaños. Sin embargo con YunHo era distinto porque bueno, era un omega, y eso cambiaba mucho el asunto, pero además porque eran casi de la misma estatura. Por eso, cuando MinGi se acercó tanto a él, sus narices se rozaron de forma graciosa y sus miradas se desenfocaron dándoles apariencias extrañas, casi se sintió como si todo eso fuera un evento gracioso.

Casi. 

Casi hubiera sido gracioso para YunHo si todo hubiera quedado en eso, en una especie de raro beso esquimal, al fin y al cabo MinGi se había acercado a él muchas veces, oliendo su cuello e impregnando su aroma como cada vez que tenían actividades reales. Pero ahora MinGi lo había tomado de ambos lados de la cintura como si así le pidiera permiso, como si así avisara a su aliento que iba a mezclarse con el suyo y diera paso a sus labios para poder besarle. Un beso corto y que no fue, pese a todo, dominante. Seguro porque MinGi no sabía besar intensamente. Fue, de hecho, un beso similar al que le dio en su matrimonio. ¿Si ellos ya se habían besado antes por qué YunHo sentía que se besaban por primera vez? Seguro porque antes de hacerlo MinGi dijo que lo quería, y sin recibir instrucciones de ninguna persona, solo ellos dos, en ninguna ceremonia.

Tan efímero como comenzó, el beso se terminó, y YunHo aun así seguía sin poder reaccionar: él, un omega que ya había tenido experiencias cercanas con otros alfas. Pero nada se parecía a lo que pasaba ahora, pues además, MinGi era su alfa destinado, lo que ocurría no era una consumación debido a un celo que necesitaban liberar con sus cuerpos, esto era puro sentimiento. Por la diosa luna ancestral, Song MinGi lo quería, él mismo lo había dicho. YunHo iba a ponerse a llorar, o abrazar a MinGi toda la noche, o llenarlo de besos por toda la cara, ¿Podría hacerlo, cierto?

Tan tranquilo como lo había besado, MinGi se quedó allí, viendo su cara fijamente, como si apreciara todos sus detalles con mucho cariño. Sus manos, todavía aferradas a su cintura, hicieron sentir ciertas cosas al omega. Él iba a arder en fuego pronto, comenzando por sus mejillas sonrosadas, a pesar del frío en la habitación y del ruido de la lluvia dominandolo todo.

—Mmm… —MinGi volvió a hablar, como si retomara la conversación, o como si no le hubiera dado un beso recién—, usted no me ha dicho nada, joven Jung.

Después de un silencio que pareció ser eterno, en que YunHo no podía dejar de ver al alfa, con su gesto tan tranquilo y tan decidido, apenas pudo reaccionar.

—¿Eh? —su voz sonó casi como un suspiro.

—Sobre lo que le he dicho, sobre el hecho de que lo quiera a usted.

YunHo al fin reaccionó de algún modo, mirándose a sí mismo entre los brazos del alfa y volviendo a fijar sus ojos en los ajenos. Vaya que no quería dejar de estar así, se sentía como el protagonista de un cuento de hadas.

—Usted me está besando —respondió por decir algo, en realidad.

MinGi respiró profundamente, y sus manos se aferraron más a la tela del pijama de YunHo. Esto hizo que el omega tuviera una reacción extraña, como si todo el aire de sus pulmones de pronto se hubiera vaciado.

—Y quiero hacerlo otra vez —asumió MinGi sin cohibirse.

Pero YunHo sí que se cohibía por cada cosa que decía el alfa, se sentía como arriba de una nube muy alta del cielo, y no en la habitación nupcial. Aunque la idea de estar a solas con MinGi en su habitación también era buena.

—Usted tiene las mejillas muy rojas, hyung. Se ve tan lindo —MinGi no resistió más, porque volvió a acortar la distancia entre ambos y besó sus dos mejillas, aunque no sus labios. El mayor de los dos seguía en shock, viendo a MinGi con los ojos muy abiertos y brillantes, tan expresivos y misteriosos al mismo tiempo—. Hyung —habló MinGi otra vez.

YunHo no contestó. MinGi ladeó su cabeza, curioso, y YunHo deseo besarlo así, pero no pudo porque por todos los cielos, estaba tan en shock que ni siquiera podía reaccionar ante sus propios deseos.

—Hyung —repitió MinGi—, ¿Usted también me quiere, cierto?

Fue sorprendente que incluso en todo su shock, YunHo inmediatamente asintiera.

MinGi suspiró otra vez, aliviado. YunHo también lo quería, eso era lo mejor que le había pasado en meses. O quizás lo mejor que le había pasado en toda su vida.

—Lo quiero tanto, hyung —dijo el hombre, pero no lo besó de nuevo. En vez de eso, hizo algo a lo que YunHo estaba más acostumbrado: hundió el rostro en su cuello y respiró profundamente, terminando de rodear su cintura con los brazos.

Que hiciera eso, en verdad, no calmó a YunHo, de hecho lo hizo sentirse más abrumado por todas estas nuevas sensaciones junto al alfa. Sin embargo aquello lo sacó del gran shock, ese que lo tenía sin poder reaccionar de la forma que deseaba.

Así que al fin pudo corresponderle, abrazándolo también. Llevó ambos brazos hasta sus hombros y hundió las manos en su cabello, este era suave y estaba un poco húmedo, seguro porque MinGi se había duchado hacía poco y lo había secado con prisa. Dios, era tan adorable, y ahora estaban tan cerca uno con el otro que parecían un mismo cuerpo.

×

*uwuing aggressively*