08

5.4K 982 375
                                    

El señor Jung, al contrario de su esposa, no era un hombre apasionado que actuaba sin pensar. Él prefería analizar las cosas, por más que su paciencia estuviera colapsando. Y vaya que tenía razones para colapsar, sin embargo él era un alfa poderoso que no se dejaría llevar por sus enormes ganas de darle una paliza a su hijo menor hasta causarle un aborto espontáneo.

Pero él no era un mal hombre. Esos pensamientos horribles debía erradicarlos, porque los hechos no se podían cambiar, y él, como un alfa decente, poseía el temple suficiente como para manejarlo.

Por eso reunió a su familia a la hora de la cena. WooYoung llevaba el cabello desordenado y sus ojos estaban húmedos e hinchados de tanto llorar, YunHo tenia ese puchero que siempre ponía cuando se preocupaba por algo, y su esposa, como no, sintiéndose tan culpable como si todo lo hubiese hecho ella, había adquirido toda la postura de omega sumisa, esperando alguna orden, mirando hacia abajo, como si su plato de comida fuera el más apetitoso del universo..

—¿Entonces pretendes casarte embarazado con el hijo del rey, WooYoung? —inquirió ácidamente, viendo como el muchacho tenía un escalofrío al escucharlo. YunHo en cualquier momento se ponía a llorar con él. 

—Padre, yo…

—¿Sí, WooYoung?

WooYoung lloró lastimeramente, y el señor Jung, que a pesar de todo amaba a su hijo, se preguntó si ese llanto podría afectar el estado del cachorro en su vientre… maldición, ese cachorro que no era del príncipe MinGi.

—Yo me casaré con mi alfa… 

—¿Tu alfa? —gritó el hombre haciendo que YunHo diera un saltito en su silla, su esposa alzara la vista hacia él, y que WooYoung derramara un montón de lágrimas más. Al notar el susto que le dio a su familia bajó el tono de su voz—. ¿Crees acaso que el príncipe aceptará casarse contigo?

—¡Él no es mi alfa! —chilló WooYoung valientemente.

—¿Entonces quién es tu alfa? —gruñó el señor Jung— ¿Un hombre que ni siquiera te ha marcado?

—¡Pero lo hará! —respondió el omega de inmediato—. ¡Él no lo ha hecho todavía porque deseaba la aprobación de ustedes y...!

—¿Lo hará? —repitió el mayor, curioso— ¿Te ha embarazado sin siquiera casarse contigo y crees que te va a morder? ¿Acaso él te va a aceptar cuando se lo digas? ¿Cómo crees que reaccionará el rey al saber esto? ¡Nosotros ya acordamos el matrimonio!

—¡YeoSang y yo no planificamos esto! —gritó WooYoung, de forma catártica— ¡Pero cuando le conté que iba a tener un hijo… él estaba feliz! YeoSang… él desea que seamos una familia. ¡Y tú lo sabes! ¡Siempre lo han sabido! 

—WooYoung, conozco un médico… no ese médico —cambió de tema la señora Jung desesperada por la situación—. Él podría interrumpir tu embarazo y… 

—¡Yo quiero tener a mi bebé! ¡Es mi bebé! —volvió a chillar WooYoung—. ¡Yo no quiero casarme con el rey! ¿No lo entienden? ¡Yo amo a YeoSang! Quiero casarme con él… que me marque, no quiero estar toda mi vida con alguien que ni siquiera… ni siquiera conozco… 

WooYoung se largó a llorar desgarradoramente cubriendo su rostro con ambas manos, y YunHo a su lado cerró los ojos, rogando internamente para que todo esto terminara. Su omega no dejaba de mover la cola, como si quisiera bailarle a la luna. ¿Por qué se ponía tan eufórico en una situación como esta? ¿Estaba feliz por el hecho de que WooYoung, probablemente, había encontrado a su pareja destinada?  

—Oh dios —murmuró el señor Jung, y su mirada, de pronto, se detuvo en la de YunHo. Su hijo bruto, extraño, siendo un omega más alto que él, y que desaparecía durante su celo para volver hediondo a cualquier estúpido alfa desde los quince, pero que aún así, no estaba embarazado como el hijo en el que había depositado su total confianza, sus esperanzas, y su futuro.

Él era un omega hermoso también, seguro si contrataba un buen asesor de imagen, YunHo lograría, al menos aparentar, ser uno decente.

Fue allí que entonces al señor Jung se le ocurrió una magnífica idea.

Todo estaba solucionado. No había de qué preocuparse porque tenía todo bajo control. WooYoung se casaría con ese alfa mediocre, mientras que su primogénito… aquel que llevaba su mismo nombre… 

—Tú —lo llamó despacio. 

YunHo siguió con sus ojitos cerrados, asumiendo que el alfa llamaba a WooYoung, que le iba a decir algo más, o peor aún, que lo echaría de la casa.

Pensó en cómo iba a reaccionar el rey cuando su padre le dijera que WooYoung ya no podía casarse con su hijo? ¿Qué harían con YeoSang si es que primero, su padre, lo dejaba con vida? ¿Y con ellos, los Jung? ¿Los exiliarían a todos? ¿Los condenarían a muerte? ¿Irían a la cárcel de por vida?

Él no había hecho nada malo de todos modos, así que tenía la oportunidad de salvarse, o al menos de no tener un castigo tan severo. Tal vez sería sirviente en el palacio real, o cocinero. Él no era excelente preparando comida, pero sabía hacer muchos platillos tradicionales… 

—YunHo, te hablo a ti —volvió a llamarlo su padre, y nuevamente, su lobo tuvo ese extraño comportamiento.

—¿P-padre? —tartamudeó abriendo los ojos y viéndolo con temor.

El hombre le dedicó una sonrisa macabra, calculadora y orgullosa, como si después de diecinueve años recién se diera cuenta de su existencia.

—Seguro al príncipe MinGi le encantará ser tu alfa —comentó recobrando su entusiasmo ambicioso.

WooYoung, de pronto, dejó de sollozar.

×

TENGO 300 LECTURAS PAREN TODO SOY FAMOSAAAAAAAA

¿Qué opinan de esta historia? perdón el cringeee xd

IDEAL [yungi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora