Lo que en un inicio sería una visita a la adorable alfa SeulGi y obviamente a su padre el omega WooYoung, terminó transformándose en una junta de omegas y sus respectivos bebés (de aquellos que los tenían, claro). Por una parte, en un cochecito grande y de color azul marino, HoSu dormía tranquilamente, y pues en la cuna de la habitación de los Kang se hallaba SeulGi haciendo lo mismo (al fin y al cabo eran casi recién nacidos, solo se dedicaban a dormir, tomar leche y hacerse popó en el pañal), siendo cuidada por su padre YeoSang. Como ya había cenado, el hombre dejó a su marido con los otros omegas para que así chismosearan de lo que quisieran (si, incluso de él) en el rústico living, cosa que WooYoung, San, HongJoong y YunHo hacían bebiendo líquidos sin alcohol y comiendo galletas dietéticas.
Después de tener su bebé, WooYoung había retomado sus costumbres pretenciosas, así que lucía un maquillaje audaz y el cabello teñido gris, y San, como nunca antes, vestía más sobrio, aunque igual de bello. Por otra parte, HongJoong tenía unas ojeras enormes, y YunHo sonreía de oreja a oreja, como si en vez de jugo de fresa, bebiera soju y estuviera borracho.
—Me gusta tu boina —le dijo San a HongJoong—, ¿Dónde la compraste?
—La hice yo —respondió el asesor con aires de grandeza.
—Woah —susurró San admirado.
WooYoung, quien había heredado toda la suspicacia de su desagradable madre, sabía que algo extraño tenían sus amigos y hermano. Sí, incluso YunHo, porque esa sonrisa era hasta terrorífica. Así que sin avisarles, primero pegó su nariz al cuello del que tenía a su derecha, en este caso San, y aspiró sonoramente. Incluso se pudo apreciar como su pecho se inflaba inhalando el aroma de su mejor amigo.
—Hey —dijo San con voz juguetona—, me haces cosquillas.
WooYoung se alejó, y anunció su veredicto con un gesto de autoridad, alzando una ceja y mirando a San de pies a cabeza:
—Estás triste —lo encaró de inmediato, serio—, ¿Todavía JongHo y tú están enojados?
YunHo no era tan unido a San como WooYoung, así que no estaba al tanto de tal cosa. ¿San y JongHo? ¿Distanciados? Diablos, esa era una pésima noticia.
San hizo un puchero y sus hombros se relajaron debido a que estaba demostrando su estado anímico, siempre escondido en una sonrisa amable y una frase graciosa. Bueno, ahora no tenía ganas de aparentar, así que se confesó ante sus amigos.
—No es que estemos enojados —explicó apesadumbrado—, en realidad yo lo entiendo. Pero mi marido y él no se llevan muy bien, y todo por la empresa de mi madre.
La madre de San, una alfa tradicional tal como el padre de los Jung, era dueña y CEO de una importadora de frutas, y quería dejar todo su imperio al marido de San una vez que jubilara, simplemente porque este era un alfa. JongHo, obviamente en desacuerdo, enfatizaba que el merecedor de la empresa era él, quien había estado interesado en eso desde pequeño, incluso trabajando allí, y que el hecho de que su madre eligiera al alfa respondía a un acto de discriminación hacía JongHo sólo por ser un beta.
Sí, era bastante injusto. Cuando San terminó de contar los detalles, los omegas se molestaron mucho.
—Malditos alfas —gruñó HongJoong haciendo un mohín.
—¿Y tú, San? —preguntó YunHo tratando de buscar una solución—, ¿No quieres heredar la empresa?
—Soy un omega —se quejó el muchacho desganado—, según mi madre no merezco nada más que un marido. Y él adora la idea de ser un CEO, es un excelente hombre, pero hasta yo, que lo amo, creo que mi hermano merece la empresa más que él.

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IDEAL [yungi]
Fiksi PenggemarSe suponía que el perfecto y adorable WooYoung iba a ser el nuevo príncipe omega y futuro gobernante del clan de Corea del Sur. Se suponía que el chico bonito y ejemplo de omega ideal, debía casarse con el alfa heredero al trono: Song MinGi. Debía s...