—¿En serio tienes que estar al lado de nosotros? —gruñó MinGi viendo cómo SeongHwa se sentaba cómodamente al lado suyo con un vaso de bebida y un paquete de papitas en las manos. YunHo, quien tenía las palomitas de maíz en las suyas propias, no dijo nada al respecto y se sentó en el otro lado, quedando el príncipe alfa en medio de los dos.
Pero su cara de tres metros lo decía todo.
—Yo no puedo despegarme de ustedes —indicó SeongHwa, como siempre, sin perder la paciencia—, no se preocupen, cuando se besen miraré a la pantalla.
—¿Pueden callarse? —gruñó el omega con un montón de palomitas en la boca—, MinGi, ¿Es primera vez que vienes al cine? Las películas se tienen que ver sentados —le regañó como si este fuera un niño revoltoso—, ¿Qué haces de pie al medio? Se te caerán las bebidas.
MinGi lo observó sorprendido con un vaso en cada mano.
—Yo nunca pude venir a uno porque mis padres me protegían de ser secuestr…
YunHo rodó los ojos e interrumpió su triste discurso.
—Si no te sientas antes de que empiece la película la gente te lanzará palomitas a la cabeza… incluído yo. Además, si no lo haces van a reconocerte y será incómodo.
—Ya nos reconocieron —dijo MinGi al fin obedeciendo a su marido, acomodándose entre los dos hombres—, desde que nos sacamos los tapabocas al entrar a la sala.
—Afuera alguien mencionó su nombre, joven YunHo… —añadió SeongHwa.
—Shhh —YunHo los hizo callar, ya que las luces se apagaron. Dios, la película (romántica, por cierto) ni siquiera comenzaba y ya todo estaba saliendo mal.
En serio a YunHo no le desagradaba SeongHwa, y vaya que se había alegrado de su reaparición en la vida de MinGi, pero no se imaginó que los acompañaría a todas partes y menos a su cita romántica. Diablos, él quería olvidarse de la película, besuquearse con su marido y terminar la velada haciendo el amor en exceso con él, pero eso estaba lejos de ocurrir.
Así que se dedicó a comer de las palomitas mientras ponía atención al filme, de todos modos, independiente de los estúpidos alfas que tenía al lado, una distracción como esta no era habitual en su nueva vida. Antes solía hacerlo, incluso solo, pero ahora era imposible. Por eso mismo no se echaría a morir y disfrutaría de la ficción en la pantalla.
—Hyung —susurró MinGi después de un rato. La película había avanzado hasta el punto de que YunHo estaba genuinamente interesado en la trama. Aunque no tanto como para ignorar a MinGi, claro.
—¿Mmh? —apenas respondió.
—Mira —dijo el alfa sin subir el tono de su voz. YunHo entonces se despegó de la pantalla para fijarse en MinGi, quien a su vez miraba a SeongHwa: el tipo estaba durmiendo, descansando en la butaca y con la cabeza ladeada hacia el lado de MinGi.
—Oh —soltó YunHo con voz muda.
¿Entonces al fin MinGi y él podrían besuquearse tal como YunHo deseaba? Dios, por poco puso los labios en trompa debido al entusiasmo.
—Tengo una idea —comentó el alfa con una voz traviesa. Vaya, seguro estaba pensando en lo mismo.
—Woah… ¿Cuál? —YunHo se hizo el tonto y quiso jugar a ser un omega puro.
—Salgamos de aquí —contestó MinGi—, dejemos a SeongHwa solo…
—¿Q-qué? —lo detuvo YunHo, pero su voz ya no fue un susurro. Incluso algunas personas lo hicieron callar.
—Salgamos y tengamos una cita como correspon…
—Oh, no. No, no, no no no —YunHo negó tajantemente antes de que su marido terminara de decir la idea.
—¿No? ¡P-pero… ¡estaremos solos! —exclamó MinGi sin dejar se susurrar.
—¿Estás loco? Meteremos en problemas a SeongHwa y a nosotros. No quiero tener un castigo o que el rey se arrepienta de sus decisiones contigo —YunHo volvió a hablar bajito pero la gente siguió haciéndolo callar. Al menos SeongHwa no había despertado.
MinGi, quien había dejado los vasos de gaseosa en el reposabrazos de la butaca para que no se cayera, llevó ambas manos a la cabeza y se agarró el pelo dramáticamente.
—Yo solo quiero tener una cita normal, aish…
—No —repitió YunHo enfaticamente y se llevó más palomitas a la boca. Era el único que había comido de los tres en todo este rato.
—¡Ya! ¡Usaré mi voz de mando para que me obedezcas porque yo soy un alfa! — ahora el tono de MinGi sí que era alto, aunque no tanto como para alterar a la gente. Sin embargo, YunHo notó como una palomita de maíz rozó la nuca del príncipe, pasando de largo hasta el suelo oscuro.
Aún así no le importó, porque una carcajada salió de su boca, y contestó:
—No, ¡Porque yo usaré mi voz de omega primero y tú solo querrás derretirte por mí!
MinGi abrió la boca y los ojos sorprendido por la respuesta atrevida del omega… y por las palomitas de maíz que cayeron en los cuerpos de ambos como si estuviera lloviendo popcorn.
—¿Pasó algo? —preguntó SeongHwa medio despierto—. Yo… estaba muy concentrado en la película y no vi nada, lo lamento. Oh, ¿Puedo comer palomitas? —consultó inocentemente.
—Ya vimos que te dormiste, SeongHwa —lo encaró MinGi apretando los dientes por la rabia.
YunHo bufó hundiéndose en su butaca y deseando desaparecer de allí.
Al menos la película sí había estado buena y lo distrajo de su molestia con los alfas. Aunque esta regresó cuando salieron del lugar y se subieron al auto. Ya estaba anocheciendo, pero aún era temprano y habían planificado cenar en un restaurante antes de volver al castillo, cosa que claramente no harían pues SeongHwa les había arruinado toda la velada. Y sí, YunHo seguía sintiendo simpatía por SeongHwa, pero no tenía intenciones de tener una cena triple y no poder recibir mimos de MinGi libremente.
—No estuvo tan mal —expresó SeongHwa cuando estacionó el auto, asomando su cara entre los dos asientos delanteros para ver al matrimonio—, creí que sería incómodo, pero fue como si no estuviera allí— prosiguió esperando una respuesta. Sin embargo, tanto MinGi como YunHo se quedaron callados, el omega viéndolo con el ceño fruncido, y su mejor amigo con ambas manos hecha puños—. Eh… bien, creo que mi trabajo ha terminado. Adiós— se despidió haciendo una inclinación leve en señal de despedida y sin esperar una respuesta de los príncipes, salió del auto dando un fuerte portazo.
Y al fin, después de unas terribles horas, YunHo y MinGi estaban solos, dentro del estúpido auto que usaban a diario y un silencio y tensión tan incómodos que se podían oler. Sí, olían a begonias y castaño a punto de colisionar, de arder en llamas como si fueran parte de un ritual de tipo ancestral.
—Mierda, al fin se f… —MinGi de verdad tenía intenciones de romper el hielo porque entendía que ninguno era culpable de lo que había pasado, ni siquiera SeongHwa, quien hacía su trabajo y los estaba protegiendo.
Pero YunHo fue más allá.
—Cállate y bésame —ordenó interrumpiendolo, e irradiando un aura de omega poderoso, tan fuerte como un alfa de rango alto.
¿Cómo MinGi no iba a obedecer a eso?
×
Por favor apoyen el capítulo anterior que wattpad me sigue dando problemas para publicar y el anterior fue un martirio porque no notificó su publicación. Ya, última vez que doy pena pidiendo algo así (?)
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IDEAL [yungi]
أدب الهواةSe suponía que el perfecto y adorable WooYoung iba a ser el nuevo príncipe omega y futuro gobernante del clan de Corea del Sur. Se suponía que el chico bonito y ejemplo de omega ideal, debía casarse con el alfa heredero al trono: Song MinGi. Debía s...