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Una vez acabadas la clase me dirijo al bus corriendo para poder cogerlo a tiempo aunque siempre voy apurada por culpa de mi mala cabeza. Corro y consigo llegar antes de que arranque aunque esto me deja apenas sin aliento y con el bolso resbalando peligrosamente comenzando a deslizarse de mi hombro. Chequeo el ticket y me estiro en uno de los asientos suspirando profundamente, mi móvil vibra y lo miro curiosa. Hay salas de chat que requieren mi atención pero me da demasiada pereza abrirlos así que me coloco los auriculares quedándome medio dormida escuchando la voz de Taeil cantar. Mi mejor amigo me dejo grabadas algunas canciones de otros artistas que le gustan como regalo de cumpleaños y eso me hace sentir que esta junto a mi, realmente le extraño mucho.

Al llegar a mi casa me siento afortunada al saber que mis padres han decidido pedir comida china así que solo tengo que sentarme a comer sin pensar en nada, una vez terminados los deliciosos alimentos subo a mi cuarto para cambiarme y estirarme en mi colchón que tanto he echado de menos durante todo el día. Me encanta esta sensación de paz y ojala durara todo el tiempo pero mucho me temo que a veces es sencillamente imposible, acaricio mi estomago lentamente mientras miro la pared sin pensar en nada mas dejando que mi mente se abstraiga. Pero recuerdo que debo enviar una tarea de la universidad y casi sin ganas me levanto para sentarme en la silla del escritorio y remato la faena con pocas ganas. Una vez echo el trabajo me estiro hacia atrás en la silla valorando si me apetece mirar La Casa de Papel o sencillamente ir a dormir porque no puedo dejar de bostezar.

- Ábreme.- Dice alguien golpeando suavemente la ventana.

Por el susto grito y pierdo el equilibrio y mi cuerpo se cae hacia atrás. Miro aturdida hacia esa dirección y veo a Nakamoto Yuta sentado contra el vidrio con una cara de evidente preocupación.

- ¿Estas bien? ¿Te has echo daño?- Grita mi madre subiendo los escalones.

Le hago señas rápidamente a Nakamoto para que se oculte y mi madre abre la puerta de mi cuarto casi del tirón poniéndome aun mas nerviosa.

- ¿Qué has echo?- Me pregunta mientras me ayuda a levantarme.

- Nada, solo me incline demasiado en la silla y perdí el equilibrio.- Le contesto.

- No tienes remedio, siempre haciendo tonterías. ¿Seguro que estas bien?- Me pregunta preocupada.

- Si, si mama. - Le digo sobándome la cabeza adolorida.

- Bien. No hagas mas el tonto y vete a dormir.- Me responde.- Ya es tarde.

Después de ver como se marcha escaleras abajo cierro la puerta pasando el pestillo, inmediatamente abro la ventana y Nakamoto entra en la habitación con cuidado de no hacer ruido.

- ¿Estas bien? - Me susurra mientras me acaricia la zona de la cabeza donde he recibido el golpe.

- Si... Pero podrías haberme avisado de que vendrías y no darme estos sustos, joder.- Contesto de mala manera.

- Te envié mensajes al móvil pero no los leíste.- Replica.

- Entonces solo debías llamarme.- Replico.

Se ríe y me besa haciéndome tambalearme hacia el, después me lleva a la cama y me tumba en el colchón sin hacer casi crujir la superficie. Tira el abrigo en mi silla del escritorio, se quita los zapatos y el jersey para estar algo mas cómodo; después de todo eso se acuesta a conmigo y me besa dulcemente en la frente.

- ¿Por qué has venido?- Le pregunto.

-¿Es que necesito un motivo para querer verte?- Pregunta con una sonrisa burlona.

- No, es solo que ya sabes que pasaría si mis padres descubren que estas aquí, quiero decir... No te molestes conmigo...Pero no les dicho que salgo contigo porque ellos... Bueno... Son muy tradicionales con estas cosas y tendrías que conocerlos antes y...

The World Ends With You (Nakamoto Yuta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora