Me revuelvo inquieta en la cama sintiendo lo extrañamente fría y solitaria tratando de conciliar el sueño sin ningún éxito. Pienso en todo lo que ha sucedido, en Si Cheng y su estado, en Yuta... Y en mi mejor amigo quien aparece en mi cabeza en los momentos menos indicados haciéndome sufrir. Justo cuando estoy a punto de quedarme dormida en medio de mis líos mentales alguien toca mi ventana provocándome un pequeño susto. Me incorporo apartándome el cabello que me molesta de la cara y veo a Nakamoto Yuta a través del cristal pidiendo acceder a mi habitación. Sonrió y abro la ventana con cuidado a lo que el entra sin hacer el mínimo ruido pisando con cierta elegancia el suelo. Le abrazo y en respuesta me da un beso en la frente para después acariciar un par de mechones de mi cabello con dulzura.
- ¿Cómo estas?- Me pregunta.
- Preocupada.- Admito.
- ¿Están tus padres en casa?- Inquiere mirando la puerta sin poder evitar fruncir el ceño.
- No, salieron a cenar fuera y volverán tarde.- Respondo.- Así que podemos hablar con un tono normal.
- Genial.- Murmura provocándome una leve risa.
- ¿Te importa si nos tumbamos ?- Le pido.- Estoy algo cansada.
- Claro.- Responde.
Me apresuro para poner el pestillo en la puerta para después encontrarme a Yuta sentado en el borde de la cama dejando en la mesita de noche sus anillos y el colgante paras después quitarse la camiseta holgada blanca y dejarla en el mueble también. Observo como se levanta para deshacerse de las bambas y los vaqueros dejándolos junto al resto de prendas asegurándose de que queden bien ordenados en contraste de la forma caótica que dejo yo la ropa mi propio armario. Me acerco y me siento en su regazo para que el me envuelva en sus brazos mientras acaricio su flequillo.
- Te he echado mucho de menos.- Dice con franqueza.
- Yo a ti también.- Replico con sinceridad aunque el sentimiento de culpabilidad me hace daño.
Pero trato de volver a convencerme de que solo fue una confusión y que eso quedara en el pasado aunque siento que debo de ser sincera con el antes que lo descubra por otro lado y se sienta traicionado. Con suavidad me tumba en el colchón resiguiendo con sus dedos mi mejilla tocando los pequeños lunares que asoman por mi piel.
- ¿Llevabas mucho rato durmiendo?- Me pregunta frunciendo las cejas.-Siento haberte despertado.
Niego con la cabeza aprovechando para acercarme un poco mas hacia su cuerpo.
- Lo estaba aunque de verdad que no podía... Me alegra que vinieras porque me sentía muy sola. Si Cheng aun no despierta... y ya lleva así casi tres semanas. - Le digo apenada.- Es que...
- Despertara. Se que lo hará. -Dice tratando de darme algo de esperanza.- Es un chico fuerte así que en cuanto menos esperemos estará otra vez caminando como si nada.
- Eso espero porque me empieza a dar miedo que no lo haga. - Replico.
-Se pondrá bien. - Dice de forma baja.- Estaremos con el cuando despierte así veras como sonríe al verte.
- Echo tanto de menos chincharle mientras come una piruleta...- Murmuro mas para mi misma.
- Y yo probar videojuegos con el.- Añade con una sonrisa al final.- Espero que en el hospital me dejen jugar durante un buen rato, ahora que esta lisiado seguro que le gano.
- ¡Yuta!- Le regaño golpeándole el pecho.
- Era broma.- Dice riendo.
Ruedo los ojos y el aprovecha para besarme a lo que respondo con gusto dejándome llevar por algunos minutos hasta que me separo por la falta de aire.
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The World Ends With You (Nakamoto Yuta)
Fanfiction"𝘔𝘦 𝘦𝘯𝘢𝘮𝘰𝘳𝘦 𝘥𝘦 𝘵𝘪 𝘭𝘢 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘷𝘦𝘻 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘷𝘪 𝘺 𝘯𝘰 𝘭𝘰 𝘴𝘢𝘣𝘪𝘢. 𝘊𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘮𝘦 𝘥𝘪𝘴𝘵𝘦 𝘮𝘪 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳 𝘣𝘦𝘴𝘰 𝘯𝘰 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢𝘣𝘢 𝘢 𝘪𝘮𝘢𝘨𝘪𝘯𝘢𝘳 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘰𝘤𝘶𝘳𝘳𝘪𝘳í𝘢 𝘢ñ𝘰𝘴 𝘥𝘦𝘴𝘱𝘶é𝘴...