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Observo como unos niños corren emocionados por el parque al salir del colegio, envidio su felicidad y la sencillez en la que deben de vivir.  Mientras que yo quien no soy capaz de sentarme y esperar quieta si no que ando de un lado a otro con el estomago revuelto aunque no hay para menos. El mensaje de mi mejor amigo me desconcierta un poco y sigo pensando en que se debe la urgencia de verme pero ninguna idea viene a mi cabeza. Me revuelvo inquieta y trato de calmarme porque lo ultimo que quiero es empeorar la situación. Mierda. 

¿Por que estoy así?

Es Moon Taeil, no Nakamoto Yuta. Joder, tengo que relajarme. Si, solo tengo que relajarme y todo ira bien, resolveremos lo que sea. Mientras vuelvo a dar la vuelta numero mil veo a mi mejor amigo acercarse sin prisas. Vale, piensa con la mente en frio. ¿Qué debería de hacer? ¿Saludarle sin mas? ¿Darle la mano de forma cordial para evitar hacer cualquier tonteria? Dios. Antes de que quiera darme cuenta ya esta en frente mío y rezo por que no se de cuenta de lo nerviosa que estoy. 

- Hola. - Me saluda.

-Hola.- Replico. 

Nos quedamos unos segundos sin decir nada y no se que hacer pero al final cedo al impulso y acabo por abrazarle. Lo he echado mas de menos de lo que debería y se que al también a mi, me envuelve con sus brazos y cierro los ojos durante algunos segundos. Su fragancia  a caramelos de café me envuelve y me siento en paz, al final nos separamos y no puedo evitar sonreír. 

- ¿Damos una vuelta?- Me pregunta. 

- Ni se te ocurra tirarme en una fuente, Moon Taeil. -Le amenazo tratando de rebajar la tensión. 

Se ríe levemente mientras echamos a andar, echaba mucho de menos hablar con el. Esa es la verdad por mucho que intente negarla una y otra vez.

- ¿Entonces que querías decir-me?- Le pregunto. 

- Que no voy a volver a la universidad... No al menos este año. - Me contesta.- Es una locura pero ya he tomado esa decisión i mi madre esta conforme con ello. 

-¿Porque?-Pregunto sorprendida por esa respuesta. 

Me giro quedándome quieta mirándolo tratando de pensar en su respuesta. Espera... ¿Eso era lo que quería decirme? No entiendo nada. 

- Porque me marcho a Estados Unidos por unos meses y si la cosa va bien quizás me quede allí a vivir. - Me replica. - Hace unos meses mientras cantaba en el karaoke con Sunhyun un caza talentos me oyó y me convenció para que hiciera una audición para su empresa. La pase y después de algunas conversaciones y mas pruebas me han propuesto que vaya a Estados Unidos para grabar unas maquetas y realizar un periodo de entrenamiento. 

-Espera... ¿Que?- Trato de asimilar lo que esta diciendo. 

¿Estados Unidos? ¿Por qué no se queda en Corea para eso? Los que quieren ser idols entrenan en nuestro país. 

- Me voy la semana pero estaré de vuelta para navidades y si la cosa va bien...- Sigue hablando.- Pues supongo que al volver me podría quedar allí. Lo he estado pensando y...

- ¿Te marchas para siempre y me lo dices ahora?- Le pregunto casi ofendida.

Aunque realmente no quiero enfadarme con el cuando me esta dando una buena noticia me parece todo muy precipitado.

- No se como irán las cosas allá pero en teoría...- Trata de replicar. 

- ¿Y me lo dices justo ahora? ¿Después de todo lo que ha pasado?- Le pregunto alzando el tono de voz.- ¿Sin mas? 

Es que no me lo puedo creer,  se marcha al otro extremo del mundo y me lo dice una semana antes de irse como si solo regresara a Seul como lo hace cada semana por los estudios. Como si nos conociéramos desde hace dos días y no me importara no volver a verle durante mucho tiempo. Taeil no sabe que contestar y yo no se bien como reaccionar. Por una parte me alegro de que al fin alguien haya reconocido su talento vocal pero el echo de que se vaya a la otra punta del mundo no es una perspectiva demasiado buena si soy egoísta. 

- Es lo que te quería decir cuando estabas en Osaka. - Me replica. 

- ¡Tendrías que habérmelo dicho antes! ¿Ahora como se supone que debo sentirme, Taeil? ¡Dímelo! ¡Me besas, me dices que sientes algo por mi y de la noche a la mañana te marchas de aquí!- Exploto. 

Tengo ganas de echarme a llorar pero me controlo, ya ni siquiera me importa actuar de manera coherente ante su persona.  

- ¡Y no estoy diciendo que debas quedarte conmigo y renunciar a esta oportunidad! Me alegro por ti, de verdad. Pero podrías haberme dicho antes que te vas. No se...- Trato de decirle.- No ahora ni tan de repente... 

- No sabia que iba a hacer hasta hace poco, yo también pensé en quedarme y seguir con mi vida aquí. - Me responde mirando al suelo. 

- ¿Y porque decidiste marcharte?- Pregunto con temor. 

Mi mejor amigo no contesta pero lo hacen las palabras de WinWin en mi mente. Era cierto, si no lograba hallar la solución pronto el seria el que definitivamente se alejaría de mi. 

-Dime que no lo has echo por lo nuestro...- Murmuro.

- No creo que pueda seguir así por mas tiempo. Incluso si trato de evitarte se me hace verdaderamente imposible.- Replica con un tono triste. - Creo que por lo menos si estoy allí se me hará mas llevadera la distancia entre nosotros. 

- ¿Es culpa mía verdad?- Pregunto mirando a los alrededores. 

Ya no aguanto más, las lagrimas corren por mis mejillas y no me molesto en intentar secármelas. 

- No, no lo es. Yo te puse en esta situación y debo de resolverla. - Me contesta. - Y se que no es la mejor solución posible pero no quería hacerte sufrir. 

- ¿Y piensas que marcharte para siempre no va a causarme dolor?¿Estas loco? ¿Acaso tu no lo vas a pasar mal?- Grito desesperada.

Siento sus pasos como se acercan hacia mi pero no puedo mirarle a la cara, veo como las gotas caen al suelo y tiemblo. 

- Lo siento. No sabia que mas hacer, se que lo entenderás tarde o temprano pero es lo mejor. No quiero decir que vaya a dejar de quererte, eso ya lo sabes. Además allí hay Wifi y esas cosas así que tampoco es como si me fuera a morir. - Trata de animarme. 

No se que decirle y tampoco que hacer. Podría suplicarle que se quedara pero eso solo complicaría las cosas y para nada quiero eso. Se que uno de sus deseos mas profundos es ser cantante y que esto es una gran oportunidad así que debo animarlo porque eso es lo que hacen los mejores amigos aunque provoque que vayamos a alejarnos por un buen tiempo. Pero el echo de que se marche me destroza, le necesito mas de lo que el imagina. 

Sus brazos me envuelven y rompo a llorar. 

- Lo siento...- Me susurra. 

Su voz también tiembla y se que el también tiene ganas de llorar pero aguanta la compostura. He vivido toda la vida junto a el, desde que tengo memoria Moon Taeil aparece en mis recuerdos mas lejanos. En el colegio, en el instituto... Siempre ha estado en mi vida y ahora se marcha de ella.

- Pero me alegro por ti, de verdad.- Murmuro.- Se que te lo mereces mas que nadie en este mundo. Estoy muy feliz por ti... Es solo que te voy a echar de menos. 

-Yo también a ti.- Admite. 




Abro la puerta de mi casa y entro, las lagrimas siguen cayendo por mis mejillas y apenas puedo concentrarme en lo que estoy haciendo.

- Cariño, cámbiate y apúrate que la cena ya esta echa. - Me dice mi madre. 

Pero no contesto, avanzo hacia el comedor para dirigirme hacia mi habitación sin decir ni una sola palabra porque me voy a derrumbar en cuanto empiezo a hablar. Mi madre me alcanza y me voltea con urgencia para comprobar mi estado que no es muy bueno. 

- Taeil se marcha... Por mi culpa...- Digo entrecortadamente.- Soy horrible...

- Mi amor.... - Mi madre me abraza y rompo a llorar de nuevo. 

Colapso y me permito que mi madre me reconforte porque me siento como una autentica mierda. 



The World Ends With You (Nakamoto Yuta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora