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Rebusco entre mis cosas para asegurarme que me llevo todo lo necesario, allí comprare ropa y lo que pueda así que decido llevarme una maleta extra para la vuelta. Me siento en el suelo y miro la caja de trastos de Taeil y cojo su diario. Vale, se que esta mal leer este tipo de cosas pero la curiosidad me mata haciendo que lo ponga en mi maleta. Inmediatamente me acuerdo de el reproductor de cassettes que me dio antes de marcharse a Estados Unidos y lo busco en uno de mis cajones donde también están las cintas. Lo meto en un caja y decido también llevarlo ya que ahora me siento mucho mas preparada para poder escuchar las cintas. Sigo buscando que llevarme y al final consigo cerrar la maleta con mucha fuerza, acabo de empacar y me siento en la cama algo cansada. Mi madre me mira apoyada en la puerta y suspira.

- Llámame en cuanto llegues, no te olvides. - Me pide.

- Si, mama. Lo haré.- Replico.

Mi madre se sienta a mi lado y me besa la frente.

- Pásatelo bien y no hagas ninguna idiotez. Te quiero, cariño. ¿Seguro que no quieres que te acompañemos al aeropuerto?- Pregunta

-No, Mark vendrá en cualquier momento y nos iremos en bus. Tranquila. - Le digo abrazándola.

- Cariño, cuando vuelvas las cosas estarán bien. No pienses demasiado en ello y no te tortures recordando todo lo que ha sucedido, no eres la primera ni la ultima chica que se enamora de otra persona teniendo pareja o confundiéndose por lo que siente. Hiciste lo correcto diciendo la verdad y eso te honra, no todo el mundo tiene tanto valor como tu para ser tan honesta y estoy orgullosa de ti en ese aspecto.- Dice acariciándome la mejilla.- Y ese chico, Yuta... No creo que te guarde rencor, lo mas seguro es que este como tu ahora. Solo necesitáis tiempo y una buena conversación y créeme que la tendrás .

Después me da un par de besos bien sonoros en la mejilla y cierro los ojos.

- Te voy a echar mucho de menos y a papa también.- Murmuro.

Nos quedamos un rato abrazadas hasta que el ruido del timbre rompe la calma.




Tumbada en el regazo de Mark veo pasar los edificios de la ciudad y como las golosinas que compro para merendar, jamás he viajado a América y menos a Canadá. La idea de conocer Vancouver, la ciudad de Mark me emociona ya que el siempre habla mucho sobre ella y lo magnifico que es todo allí. Ha sido una perfecta idea marcharme con el, se que me ira bien y la vuelta del verano todo estará mas calmado. Yo estaré bien, solo necesito cambiar de aires y cuando este preparada hablare con Nakamoto y aunque solo sea ya para aclarar nuestra ruptura. ¿Cuántas veces he pensado y he dicho este ultimo?

He perdido la cuenta.

Al llegar al aeropuerto mi amigo se dirige rápidamente al baño y yo espero apoyada en una de las columnas mirando el ajetreo y los aviones volar. Pienso en Taeil y en sus ultimas palabras, en todo lo que ha pasado; se que estoy en paz con el y que ya puedo seguir adelante al menos por esa parte.

- Te queda precioso ese vestido.

Se me para el corazón por un momento y me giro lentamente. Efectivamente detrás mío Nakamoto Yuta se encuentra de pie mirándome despreocupadamente con las manos en los bolsillos. Mierda. Actúa normal, tu puedes. No, no puedo. Esta demasiado guapo y siento que mis piernas tiemblan ligeramente. Mierda. Y su pelo... Su cabello ya no esta largo, no tanto como antes pero lo mas notorio es que ahora es de un color rubio y eso lo hace lucir demasiado bien. Oh no. Respira, inspira. Venga, se una persona normal y no te eches a llorar.

The World Ends With You (Nakamoto Yuta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora