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Mis rodillas tiemblan de los nervios y no puedo evitar morderme el labio con mucha fuerza, un día de estos voy a hacerme una buena herida. Mi madre siempre me regaña por ello y Taeyong suele comprarme labiales de protección por lo mismo. 

-Tranquila, ira todo muy bien.- Trata de tranquilizarme mi novio.-Le caes bien a mi madre, te recuerda con mucho cariño. 

- Ya...Pero... ¿Cómo te sentiste tu con mis padres?- Cuestiono. 

- Me moría de los nervios. Sobre todo por la reacción de tu padre, me miraba muy atentamente. Pero al final fue bien ¿No? Tu madre me adora y cree soy muy buen partido para ti, si supiera lo que hacemos por la noche en tu habitación...- Dice con una sonrisa de medio lado.- Pero supongo que son el tipo de personas que duermen profundamente. 

Una leve risa se escapa de mis labios  y Nakamoto besa mi frente con dulzura mientras entrelaza su mano con la mía para darme algo de apoyo. 

- No te preocupes, en serio. Estas preciosa y mi madre estará encantada, solo se tu misma. - Susurra.- Les impresionaras.

Asiento tratando de convencerme de ello, de que puedo hacerlo. Ya conozco a sus padres pero hace mucho tiempo que no los veo y me da algo de corte presentarme como la novia de su hijo. Y también siento culpabilidad removiendo el estomago de mala manera que es aquello que me hace sentir peor de todo...  Y aquí estamos a punto de entrar en el restaurante donde los padres de Yuta nos esperan, no puedo evitar revisar mi vestido como dos mil veces y jugar con mi cabello.

- Entremos.- Me anima. 

Tira de mi mano y le sigo observando como su cabello ondea hacia los lados por el aire acondicionado del local, antes de pasar al interior miro por un momento el cielo en Osaka esta despejado y veo como algunos pájaros vuelan libres. 

Me gustaría ser como ellos y salir volando. 




-Bueno, parece que ha ido muy bien. Mi madre me ha preguntado que cuando pienso pedirte matrimonio. - Bromea Nakamoto.

Me rio y le golpeo levemente el hombro creándole una mueca de dolor bastante graciosa. Paseamos sin rumbo por un parque en un día de finales de agosto donde mas gente en grupos o parejas disfrutan del buen clima y las vistas del lugar

- ¿Cómo esta WinWin?-Me pregunta. 

-Bien. Ha empezado la rehabilitación pero le ira bien, cuando volvamos iré con el a las terapia pero sigue sin saber que Kun no quiere tener mas contacto con el. De momento hemos podido engañarle con la excusa de que esta en China recuperándose pero se que le dolerá cuando sepa que no volverá.- Le explico apenada.-No se como se lo vamos a decir, nunca he sido buena dando malas noticias y eso que he estudiado como hacerlo...

Nakamoto suspira y mira al cielo arrugando un poco el ceño. 

- Espero que en el juicio condenen a esos hijos de puta, si no hubiésemos llegado a tiempo... WinWin...

Me estremezco solo de pensarlo.

- Ya paso, ahora debemos enfocarnos en lo bueno: Si Cheng salió adelante y seguirá bien, es un chico fuerte.-Le animo. 

Me revuelve el pelo con cariño provocando que me queje aunque eso no le importa. 

- Tienes razón.- Concuerda. 

Yuta sonríe y no puedo evitar que mi corazón se detenga por un momento, cuando estábamos en el instituto la gente solía llamarle Healing Smile porque decían que su sonrisa curaba. La de veces que me quedaba embobad mirandolo en las clases y después iba de culo con la materia. Llegue a reprobar en mas de alguna asignatura por ello, recuerdo que una vez llegue a tropezarme en frente de todo el mundo cuando exponía un proyecto de lenguas con Doyoung por lo mismo. Tenia que adelantarme y explicar un esquema grande pero me quede tan sumergida en mi mundo pensando en esa sonrisa que me dirigió Yuta. Acto seguido mi pie izquierdo se enredo con el derecho y  me comí la mesa del profesor, acabe con un buen golpe en frente y las burlas constantes por  mi caída. En especial Haechan me lo recuerda siempre que puede y es que de verdad que la sonrisa de Nakamoto es hermosa. 

The World Ends With You (Nakamoto Yuta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora