O29

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     —Yo le dije: "Amor, no comas demasiado de esas mierdas", pero como JiMin nunca me escucha, ahora se la pasa llorando porque subió dos kilos en un mes.

     NamJoon le contaba a JungKook algunas anécdotas de sus vacaciones con JiMin. Ese año había viajado con dos semanas de anticipación a Busán y se había quedado en el piso de su novio. JungKook apenas lo escuchaba, pues su mente estaba divagando en cómo decirle que le gustaba TaeHyung sin perder por completo su dignidad. Estaba buscando una forma y no había dado con ninguna en un buen rato. Quizá sí quedaría pisoteado su orgullo.

     —NamJoon hyung.

     —Dime, Kook.

     —A... a mí... bueno, pasaron muchas cosas y... Ay, no sé cómo decirle. 

     El castaño estaba nervioso, muy nervioso. Sus manos se enredaban entre sí, sus piernas no se mantenían quietas y su cabello era movido de un lado a otro. NamJoon prefirió esperar a que su amigo le dijera qué estaba pasando antes de sacar cualquier conclusión.

     —Puedes contarle lo que sea al buen NamJoon. Vamos, habla, que ya me intrigaste.

     —Es sobre TaeHyung.

     El beta lo miró con el ceño fruncido. Tenía algunas conclusiones en su cabeza y ninguna era buena.

     —¿Qué hay con él? Si quieres gastarle una broma, no cuentes conmigo. Ya sabes que no estoy para nada de acuerdo con que le hag...

     —Me gusta.

     —Claro que te gusta molestarlo, pero... Espera, ¿qué?

     —Que me gusta. Me gusta TaeHyung.

     —¡No puede ser! Tú me estás jodiendo, ¿verdad? —NamJoon se preparaba para comenzar a chillar como niña.

     —No, mierda, no. Me gusta de gustar.

     —¡Oh por Dios! ¡Escuchen todos! —El beta rodeó el cuello de JungKook con un brazo y llamó la atención de varios de sus compañeros—. ¡Este tonto por fin me hace caso!

     —¡Basta, hyung! ¡Qué vergüenza!

     —Vale, bobito. Cuéntame todo y veremos qué hacer.

     —¿Bobito? Hyung, ¿qué le ha hecho JiMin?

     —Cállate, tontis.

[╰⊰⊹✿ ○ ✿⊹⊱╮]

     —A la una...

     —No quiero —negó JungKook, pero estaba siendo cruelmente ignorado por la pareja.

     —A las dos...

     —¡Les digo que no! —refunfuñó el alfa.

     —Y a las...

     —¡No, no se atrevan!

     —¡Tres!

     —¡Putos los dos!

     Con el empujón que le dieron JiMin y NamJoon, el alfa casi se cae de cara dentro del aula del azabache, quien lo miró un rato y luego pretendió ignorarlo. Ya que estaba ahí, le hablaría.

     —Ho... hola. —JungKook saludó a Jin y HoSeok, quienes lo miraron como si hubiera ido a buscar pacíficamente a TaeHyung. Oh, sí era eso.

     —Hola —respondieron los dos al unísono, pero el azabache ni se inmutó.

     La ansiedad estaba consumiendo al alfa. No sabía qué hacer para comenzar una conversación con el omega que actuaba como si él no estuviera parado a unos centímetros de distancia.

Extinción ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora