O17

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     —Tae, tengo algo para ti.

     —¿Qué es? —indagó el omega con curiosidad.

     El alfa sacó una cajita con un pequeño lazo decorando la tapa. Miles de ideas pasaron por la cabeza de TaeHyung; pero, cuando BoGum abrió la caja, el azabache no pudo hacer más que cubrir su boca con sus manos de la emoción.

     —BoGum...

     —No digas nada aún, bonito. Escucha... en todos estos meses, yo no he podido dejar de pensar en ti. ¿Sabes? Desde ese día que te vi en el supermercado, esa misma tarde cavilaba en las posibles maneras de volver a dar contigo, y no sabes lo maravilloso que fue encontrarnos aquí, después de tantos meses de haber iniciado ya la Universidad. Tae, me he enamorado de ti perdidamente, y, si en caso tú sintieras lo mismo por mí, ¿podrías hacerme el honor de ser mi novio?

     TaeHyung estaba tan perdido en leer lo que decía en la cara interna de la tapa de aquella cajita... ponía la misma pregunta que BoGum acababa de formularle. Su pulso estaba tan acelerado como no creía que fuese humanamente posible.

     —Sí... —susurró el omega.

     BoGum, con una sonrisa y algunas lágrimas que se asomaban por los bordes de sus ojos, extrajo el broche de la cajita y lo enganchó en la maleta de TaeHyung. Era un corazón blanco en un fondo negro, mientras que el de BoGum era negro con un fondo blanco. Era un par de broches a juego que ambos llevarían en sus mochilas. 

     BoGum miró fijamente a TaeHyung, en lo que, con algo de miedo, se acercaba a su boca, a tientas de ser rechazado, pero no fue así. TaeHyung ansiaba besarlo tanto como él, así que sus bocas volvieron a juntarse desesperadamente, así como lo habían deseado desde ese primer beso que se dieron en el comedor.

     A unos metros, YoonGi observaba a la feliz pareja llenarse de amor bajo ese árbol en la parte trasera de la facultad. Una sonrisa se le escapó, y decidió que, así como ellos, él quería estar con su querido JungKook hyung. JiMin vio al rubio muchacho irse del lugar abrazado a sus cuadernos, y no lo miró como un obstáculo para que TaeHyung y JungKook se unieran, tampoco a BoGum. JiMin temía por el bienestar del corazón de ambos, porque ellos podían sentir todo el amor que pudieran hacia su respectiva pareja, pero todo el mundo les jugaba en contra, inclusive la madre Luna.

[╰⊰⊹✿ ○ ✿⊹⊱╮]

     —Seis días, JungKook. Seis días y mírate. ¿Estás seguro que no tienes el corazón roto?

     NamJoon miraba al impaciente alfa a modo de compasión. Dentro suyo, creía que el desánimo de JungKook se debía a la noticia nada sorprendente de la relación oficial de TaeHyung y BoGum.

     —¡Que no! ¡¿Por qué mierda lo tendría así?! ¡Están siendo los mejores días de mi maldita vida! Es solo que estoy irritable porque no encuentro a YoonGi —explicó el castaño, excusa que no convenció ni a NamJoon ni a JiMin.

     —¿YoonGi? —preguntó el pelirrojo sin recordarlo del todo, hasta que una imagen vino a su mente—. Oh, el chico rubio, ya me acordé. El que pasó dos almuerzos con nosotros.

     —Sí, es un curioso omega con el que ha estado pasando bastante tiempo en los últimos meses —fastidió NamJoon.

     —De hecho, pasa todos los almuerzos con nosotros, solo que has estado más pendiente de... otras personas, JiMin —respondió JungKook, ignorando a NamJoon y sus comentarios—. YoonGi es un encanto, de verdad. —JungKook sonrió, como bobo, a los ojos de la pareja.

     —¿Le gusta, Kookie hyung? —indagó el pelirrojo, aunque la respuesta era obvia.

     —Más que eso, JiMinnie. Hoy le voy a pedir que sea mi novio.

     Ambos betas lo miraron entre incrédulos y sorprendidos. Definitivamente, esa no era la respuesta que JiMin esperaba. JungKook se veía entusiasmado y eufórico, faceta que era muy rara ver en ese testarudo alfa. NamJoon posó su mano en el hombro de su amigo para darle a entender que lo apoyaba en las decisiones que tomara, pero debía ayudarlo a evaluar bien esa decisión.

     —Kook, eres mi amigo y te aprecio muchísimo. Todo este problema entre TaeHyung y tú nos ha traído a este punto. ¿Estás seguro de lo que sientes por ese omega?

     El castaño tardó en procesar la pregunta del beta, y, en realidad, no terminaba de entender.

     —¿De qué omega me estás hablando? —preguntó un confundido JungKook.

     —De ambos, hyung —intervino JiMin—. YoonGi, por lo que ahora recuerdo, está muy enamorado de ti, pero no por eso tienes derecho a usarlo como sujeto de prueba para ver si funciona. No arruines su estabilidad solo por no estar seguro de lo que quieres.

     JungKook meditó en las palabras de JiMin por un momento. Él no pretendía jugar con los sentimientos de YoonGi, pero tampoco sería cierto decir que lo amaba infinitamente y que le prometería amor eterno, porque no era así. Gustaba de aquel omega, le gustaba mucho; sin embargo, nada está escrito cuando de amor se trataba. El corazón y las emociones humanas son más impredecibles que nosotros mismos. ¿Estaría mal intentarlo?

     —Yo... no lo amo, es cierto. Pero YoonGi me gusta y disfruto mucho de su compañía. No lo amo, así que tampoco le juraré que siempre estaré con él o que iría al infierno si me lo pidiera; pero sí le diré que es alguien increíble y que es maravilloso haber encontrado a alguien como él. Y no solo en el ámbito romántico; YoonGi es una gran persona.

     JungKook no dijo más y se encaminó rápidamente hacia YoonGi, ya que lo había divisado a lo lejos.

     NamJoon lo vio hacerse más pequeño a medida que se alejaba por el pasillo y abrazaba a YoonGi por la cintura. JiMin se acercó a su novio y lo abrazó por detrás, apenas llegando poco más abajo de su nuca debido a la diferencia de altura. El beta mayor se giró hasta quedar frente a frente con tan lindo pelirrojo y se agachó para dejarle un dulce beso en la boca.

     —¿Sabes? —dijo NamJoon con un tono melancólico—. Siento que esas palabras quedaban mejor si iban para TaeHyung y no para YoonGi —suspiró—. Minnie, prométeme algo. —El menor asintió—. Tienes que hacerte amigo amigo de YoonGi. Es decir, tenemos que. Presiento que todo esto no va a acabar muy bien y deberíamos estar allí para apoyarlo.

     —Pensaba eso mismo, amor... —Fue el turno de JiMin para suspirar.

     —Espero y JungKook lo piense mejor antes de...

     —Muy tarde —habló JiMin, cortando a su novio y señalando a los dos chicos de los que hablaban—. Mire allá.

     NamJoon se giró en dirección a JungKook y YoonGi, viendo así cómo el alfa besaba con esmero a un muy emocionado rubio, quien se aferraba a su cuerpo como si no hubiera mañana.

     Una linda pareja, pero que, sin saber por qué, ambos betas presentían que no tendría mucho futuro.

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🤡🤡 Yo sé que a estas alturas quieren matarme jaksjajjs. Bueno, muchas dirán: ¿Y el KookTae? Paciencia.

Bye.

Roze Blume 🌹

‹edited›

Extinción ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora