TaeHyung no fue al día siguiente a la Universidad. SeokJin y HoSeok se preocuparon, así que quedaron en ir a verlo al salir de clases; pero no iban muy intrigados, ya que, si no había ido a contarles lo muy feliz que estaba con su nueva pareja, era porque simplemente le había salido como resultado BoGum o JungKook. Sinceramente, ellos esperaban que fuera el primero, pero no lo sabrían hasta tenerlo confirmado de la boca del mismo TaeHyung.
La pareja caminaba en silencio. Sus peculiares y comunes bromas habían cesado esa tarde; ninguno quería romper el hielo. Sus pensamientos giraban en torno al azabache y nada más, ideando qué le dirían o cómo podrían ayudarlo a tomarse la noticia con más calma. Les dolía ver las ilusiones muertas de su amigo.
Llegaron a su piso y dudaron si subir a su planta, irrumpiendo su tranquilidad, o esperar que les conteste el teléfono y respetar su espacio. Bueno, ellos no eran del tipo número dos de amigos. El conocido portero los dejó entrar, ya que los veía a menudo y no era difícil reconocerlos.
Ambos subieron hasta dar con el apartamento del omega y tocaron la puerta. Esos veinte o treinta segundos que TaeHyung demoró en abrirles, no fueron fáciles; pero ya estaban ahí, y no habían ido en vano.
Un desaliñado joven se presentó antes sus ojos, un poco sorprendido por la inesperada visita.
—SeokJin hyung, HoSeok hyung...
—Hola, Tae —dijeron al unísono.
Por unos segundos, los tres estuvieron de pie en la entrada sin decir o hacer nada. El omega no parecía estar en sus cinco sentidos. Finalmente, el azabache se hizo a un lado y dejó entrar a la pareja.
—Oh, pasen.
La imagen de TaeHyung era espantosa. ¿Acaso no durmió en toda la noche? Por lo visto, ni siquiera se había bañado, menos se molestó en cambiarse la ropa con la que había ido a la universidad. Además, en el ambiente se respiraba un leve aroma a licor.
El silencio incómodo nunca había sido una característica en sus años de amistad. TaeHyung tenía los ojos clavados en la aburrida pared de color crema que se veía gris por la falta de luz.
—Eh... debo asumir que no fue lo que esperabas, ¿verdad? —preguntó SeokJin después de un rato, obteniendo un desganado asentimiento por parte del menor.
—¿Quién de los dos salió en los resultados? —Esta vez HoSeok fue quien hizo la pregunta, incapaz de soportar la incertidumbre un minuto más.
El azabache tardó en responder. La pareja comenzaba a preocuparse por lo ido que estaba el omega, como si su cuerpo estuviera con ellos, pero su mente en cualquier otra parte. Cuando TaeHyung reaccionó, despegando sus ojos de la pared de enfrente, tomó un bollo de papel que yacía sobre el sofá y, arrugándolo aún más en su mano hecha puño, le respondió:
—JungKook.
La pareja no pudo ocultar su asombro.
—¡¿Qué?!
—¡Exacto! ¿Cómo carajos vamos a ser nosotros destinados? ¿Eh? No tiene sentido.
El azabache estaba airado, no había que ser un genio para notarlo. Colérico, arrojó la pequeña bola de papel con fuerza hacia cualquier parte del apartamento.
SeokJin y HoSeok no tenían idea de qué hacer. Todo lo que habían planeado decirle al omega había quedado en el olvido. TaeHyung solía ser muy tranquilo, prudente y analítico, pero, cuando se trataba de JungKook, todo rastro del chico que usualmente era, desaparecía por completo. La pareja no era capaz de manejar a su amigo en una situación como en la que se encontraba, sin embargo, estaban ahí para brindarle todo el apoyo que pudieran.
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Extinción ©
FanfictionKV┃completa. ❝Alfas y omegas se están extinguiendo. Para prevenir eso, los gobiernos de varios países en el mundo imponen la unión de alfas con omegas para así incrementar la población de almas lobunas, y eso llega hasta Corea del Sur; específicamen...