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     —JungKook, debes parar ya con esto —dijo NamJoon a su amigo.

     —Claro que no, hyung. ¡Si es divertidísimo! Ver su cara toda amargada es lo mejor del mundo.

     El beta no entendía la obsesión de JungKook con hacerle constantes bromas a TaeHyung, pero sabía con claridad que no tenía en mente dejar de hacerlo. Esto, claro, también incentivado por las continuas respuestas vengativas de ese azabache.

     —BoGum es de temer, cuidado. Sabes que ya lo está reclamando como su omega.

     JiMin caminaba a la par con ellos, en silencio. Esa misma charla la había tenido con TaeHyung el día anterior, pero solo había obtenido como respuesta: «Él empezó».

     —BoGum no me interesa ni me intimida. —JungKook le restó interés—. Mira quién acaba de llegar. —En cambio, sonrió de lado al ver al omega entrar acompañado del otro alfa y charlando con tranquilidad.

     —No hagas tonterías, vamos a clase —El beta mayor lo jaló del brazo y lo llevó a su salón antes que TaeHyung y BoGum.

     El castaño no se rehusó y fue junto a sus dos amigos. Una vez lo dejaron sentado, NamJoon y JiMin se fueron, un poco más animados por la idea de tener paz por un día. Por pasársela cuidando a esos dos, casi no tenían tiempo para ellos mismos, así que, ¿qué era una clase perdida?

     Fueron a la parte trasera de todo el campus y degustaron, entre besos y mimos, unos panecillos que había traído el pelirrojo. Estaban tranquilos, pero el impulsivo JungKook sacaría el lado más impredecible de TaeHyung esa tarde, tan solo unas horas después.

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《Es alarmante el número de muertes. Lee Laboratories está trabajando en una manera de saber quién podría ser la posible pareja destinada de un lobo, para así frenar la tasa de descensos. Hasta ahora hay cinco alfas viudos en Seúl, ya que sus parejas se rehusaron a ser marcados por ellos y tomaban dosis tras dosis de supresores durante sus celos.

Ustedes dirán: "Entonces, el problema son los supresores". Misteriosamente, no lo son. Se ha perdido la cuenta de los estudios hechos a dichos productos, pero no hay nada malo en su composición. Nuestras autoridades, al no saber qué hacer, apelan a esperar que sean como los otros omegas que viven tranquilos con sus actuales parejas.

Otro tema polémico son los niños. Casi dos años han pasado, pero los análisis de los cachorros informan que su posición en la jerarquía es Beta. Hasta el momento, solo hay dos infantes lobos: Una niña omega, Han RaeHwa, y un niño también omega, Shin JaeSun.》

     —Es frustrante —suspiró TaeHyung.

     SeokJin y HoSeok lo apoyaron y el omega guardó su móvil. Su madre lo había llamado hace un rato, curiosamente, sin mencionarle a JungKook. HoSeok ya estaba mejor gracias a los cuidados de su novio, y juntos fueron a comer algo al cafetín. TaeHyung no tenía hambre. Desde hacía un tiempo tenía unas molestias, como punzones, en el vientre. Pero no era nada grave, así que le restó importancia. Estaba irritable, justo ese día. Salió de su salón y fue caminando por ahí, intentando despejarse. Su celo se acercaba, así que aludía a eso su mal humor.

     Afortunadamente, BoGum no se había aparecido, ya que el omega fue claro al decirle que quería estar solo ese día, que no se sentía muy bien. El alfa entendió y le dio su espacio. El hombre era tan perfecto, que solía asustar a TaeHyung a veces.

     A lo lejos vio a JungKook y rezó por él. Esperaba que ni siquiera se le ocurriese molestarlo o no sabía cómo iba a reaccionar. Aceleró el paso para quitarlo de su campo de visión, pero lo único que logró es llamar su atención. 

     —Vaya, ¿Kim TaeHyung solo? —El castaño se acercó al azabache, quien solo suspiró.

     —No es un buen día para molestarme, así que piérdete por hoy.

     —Nunca es un buen día cuando estás cerca. Y, dime, ¿por qué tan enojado? ¿BoGum no te dio bien anoche? —se burlaba JungKook—. Oh, espera, a lo mejor no se le paraba. ¿Han discutido por eso? ¿No logró satisfacerte? Vaya travieso que eres. ¿Te gustan grandes, TaeTae?

     Ver la sonrisa socarrona del castaño le estaba nublado los sentidos, pero no quería discutir o pelear ese día. Estaba poniendo todo de sí para no decirle nada y, con un poco de suerte, JungKook se detendría y se iría por las buenas. Ojalá JungKook hubiese escogido esa ruta.

     —Vete. No me molestes.

     Sin embargo, pese a las pobres advertencias del menor, JungKook hizo caso omiso.

     —Oh, ¿vas a ponerte a llorar como en la primaria? ¿A qué faldas te irás a llorar ahora? ¿A las del impotente BoGum?

     TaeHyung no lo soportó. Con un gruñido profundo y la mano hecha puño, arremetió contra la mejilla del castaño, sangrándole el labio y haciendo que se tambalee por la potencia del golpe.

     —¡Te dije que te callaras, malnacido! —Con ese grito, los curiosos no tardaron en armar un círculo, otra vez.

     NamJoon, JiMin, HoSeok y SeokJin estaban lo suficientemente lejos como para no poder frenar aquella disputa.

     JungKook, con ira, le tomó del cuello de la camisa y casi lo eleva, pero eran de la misma estatura, así que no le fue posible.

     —¡No vuelvas a golpearme! ¡Yo no te lo devuelvo solo porque eres un maldito omega!

     —¡¿Y qué más da que sea un omega?! —retó el azabache—. ¡Antes de alfas u omegas, somos hombres! ¡Pelea como uno, cobarde!

     El castaño levantó el puño, dispuesto a atestar contra el azabache, pero éste fue más rápido e impactó su rodilla en el estómago de JungKook. Luego, logró escabullirse y el vitoreo se descontroló.

     —¿Qué pasa, JoonHyo? ¿No sabes pelear?

     TaeHyung sabía que no, a diferencia de él, que tomó clases de boxeo, solo para saber defenderse. Su madre había insistido, ya que, en su tiempo, la situación era difícil para los omegas y quiso que su hijo fuera independiente, capaz de poner en su lugar a cualquiera que intentara aprovecharse de él. Claro que el mundo ya no era como en los tiempos de su madre, y ésta mucho menos esperó que aquellas clases a las que el omega iba cada tarde durante toda su secundaria y preparatoria, las pusiera en práctica contra el alfa que le estaba sugiriendo escoger a su hijo.

     Sin embargo, el alfa era ágil y, en un descuido, logró devolverle un puñetazo, uno que cayó justo sobre el ojo del azabache, abriéndole una herida en toda la ceja.

     Los gritos aumentaron, llamando la atención de los maestros, ya que se escuchaban zancadas a lo lejos. Toda la adrenalina de los cuerpos de ambos se elevó a mil, el omega saltó sobre JungKook, cayendo ambos al suelo. TaeHyung le dio un par de golpes más, los cuales JungKook devolvió, hasta que, finalmente, el omega lo soltó.

     TaeHyung se puso de pie y se secó el rostro lleno de sudor, mientras que JungKook intentaba sentarse sobre el suelo húmedo. El azabache lo miró con altivez y le dijo:

     —Nunca más en tu miserable vida vuelvas a meterte conmigo cuando te digo que no estoy de humor.

     Y, justo antes de que llegara alguien que les cause problemas, TaeHyung desapareció, junto con todo el grupo de alentadores y, seguramente, futuros admiradores.

     Kim TaeHyung gana.

Roze Blume 🌹

‹edited›

Extinción ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora