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     Las clases habían dado inicio. La mayoría de estudiantes tenían familia en esa ciudad y se quedaron con ellos. No era el caso de TaeHyung y JungKook, quienes tenían que rentar sus habitaciones cerca de la Universidad. Claro que se vieron al ir a buscar cuartos, así que evitaron de todas las formas posibles hospedarse en el mismo lugar, a pesar de las sugerencias de sus padres. Encontraron buenos lugares, no muy separados, pero sí lo suficiente como para solo verse cuando iban a la Universidad. Eso les bastaba para estar tranquilos y sin amargarse la vida por lo pesados que podrían llegar a ser entre sí.

     —Buenos días. —TaeHyung saludó a SeokJin y HoSeok.

     —Buen día, Tae. Ay, mírate, te ves tan lindo con esa ropa de abuelo que traes. —SeokJin tomó sus mejillas, en lo que HoSeok negaba y jalaba de la cintura a su novio.

     —Basta, Jinnie.

     —Sí, hyung. Ya basta, es vergonzoso. 

     El omega se alejó y acomodó su camisa bajo la mirada de algunos estudiantes que pasaban por ahí. Qué pena.

     Su estilo quizás era poco usual, pero le gustó la combinación al verse al espejo. Debió saber que SeokJin no se callaría. 

     Éste, por su parte, se cruzó de brazos y bufó.

     —Increíble, mi novio y mi amigo se avergüenzan de mí. Genial.

     TaeHyung y HoSeok rieron, ignorando el drama del mayor.

     Los tres se encaminaron a su salón, pasando primero por el cafetín para comprar cafés, pero lo que les llamó la atención fue lo envueltos que estaban varios de los alumnos en lo que pasaban en televisión. TaeHyung dio un paso adelante y prestó atención, igual que el resto.

《El Presidente de Corea del Sur emitió un edicto el día de hoy a las siete horas y treinta minutos. Luego de un largo debate con las demás autoridades, se ha acordado lo siguiente: «Cada omega o alfa mayor de edad, capaz de sustentarse por su cuenta y que quede en cada región, deberá comprometerse y procrear a fin de perpetuar el legado de la raza lobuna que ahora se encuentra casi extinta a nivel mundial. 

Si algún omega se encuentra en una situación sentimental con un alfa o viceversa, debe contraer nupcias lo más rápido que le sea posible. Si no tiene pareja, se le recomienda enlazarse con un alfa o un omega, según su jerarquía. No sabemos a ciencia cierta cuál será el paso siguiente, pero es mejor estar preparados.»

En mi opinión, esto es una locura, pero nada podemos hacer en contra de esa nueva ley...》

     —¡¿Qué demonios?! —exclamó TaeHyung sin poder creérselo.

     JungKook lo miró desde su asiento y comenzó a frotar su sien. Por primera vez compartía la actitud de TaeHyung, porque ganas de gritar lo mismo no le faltaban. Sin embargo, se limitó solo a eso: a mirarlo. Luego se giró hacia su amigo.

     —¿Sabe lo grave que es esto, hyung? —Lanzó la retórica a NamJoon, quien no dijo nada—. De Daegu, prácticamente somos los únicos lobos. Todos los demás son ancianos y bebés. No me creerá que no pasan de cinco. Yo sé que nos estamos extinguiendo, y sé que es para no desaparecer, pero... lo más probable es que me emparejen con TaeHyung. ¡No puedo estar ni un solo segundo con él sin pelear! ¡¿Cómo asumen que voy a vivir con él y tener hijos?! Y de solo pensar en «nosotros» me dan ganas de vomitar.

     —Debes acostumbrarte, o empezar a llevarte bien con él —sugirió el mayor.

     —¿Siquiera me ha escuchado, hyung? Hablamos de Kim y yo, no podemos llevarnos bien. —JungKook estaba verdaderamente aterrado.

Extinción ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora