Esperaré por ti

Afrontando la realidad

Hay que saber que a nuestro alrededor hay personas que llenan sus bocas con palabras lindas, haciéndonos ilusionar, lo letal está en cuando quieres saber hasta dónde pueden llegar por ti  pero no hacen nada, nada de lo que alguna vez en palabras escritas se atrevieron a mencionar... Todo es silencio y tus ilusiones desaparecen, errores de todo ser humano, se ilusionan, esperan mucho y reciben poco, nos acostumbramos a algo y luego es difícil dejarlo y cuando se va nos afecta, el pensar que nunca se iría y lo hizo. Así es todo y hay que saber aceptar los errores que cometemos, es afrontar la realidad aunque se nos haga difícil.

Ahí estoy yo, corriendo hacia el  bordillo de un puente sin saber qué decisión tomar. Sí, ustedes han de pensar « ¡Qué tonta! Pobre niña, no sabe qué hacer » había algo en ese preciso momento bloqueando mi mente, me centré en lo que las demás personas me dijeron... Aterrada y sin parar de llorar, cruzo los tubos de acero que brindan  seguridad para que ningún vehículo se lance al agua. No me importaba lo que me esperaba allá abajo, lo único que quería hacer era desaparecer e ir a un lugar en donde nadie me critique, en donde me acepten a mí misma, con errores e imperfecciones, en donde mis decisiones sean escuchadas, en donde mi opinión cuente

Se dice que un hogar es una familia, llena de amor y cariño, hay peleas, discusiones, pero se los arregla con diálogo, no a gritos como en mi caso. Vengo de un hogar en donde los ''te quiero'' y los ''te amo'' son poco comunes y algo estúpido saliendo de nuestra boca, en donde sonreír es malo y compartir es prohibición, cada vez que deseo decir una frase linda hay un nudo atravesando mi garganta sin permitirme hablar.

Estoy en la punta del vacío, dispuesta a desaparecer de este mundo para probar si realmente haré falta…

Entonces en ese momento aparece alguien intentando cambiar todo diciéndome...

—Parece una caída fuerte y seca, seguramente a los dos minutos de haber caído dejarás de respirar.

—Déjame, tú qué sabes.

—No te equivocas, es cierto no sé mucho, pero sí más que tú al parecer. —Sin dejarlo continuar me dejo caer, por un momento sentí que era libre, sentí que volaba, sin saber lo que me esperaba allá abajo, estaba dispuesta a hacerlo para ver si sería una buena opción, pero al llegar, todo se nubla y sientes desesperación el agua en tu nariz no deja respirar y lo peor sería pedir auxilio aun cuando te hayan advertido.