Ya estoy en el baño, todo huele a él, hasta la toalla que he cogido. Veo que hay una radio en una mesilla en una esquina, la enciendo y me pongo a canturrear una canción que me gusta. Me doy un baño, ¡Qué frescura! En cinco minutos ya estoy con champú en el cabello escucho que se abre la puerta, me quedo pasmada, no me muevo, pero es que ¿Siempre es así?
— En la cama dejo tu ropa, eh... te espero fuera.
— Gracias. — Vacilona pregunto — . ¿Seguro que no quieres venir a darte una ducha? — En ese momento me callo pero ¿Qué estoy diciendo? De inmediato retiro lo dicho diciendo — : Ni se te ocurra.
A los dos minutos ya estoy fuera de la ducha, ahora si parezco persona, abro la puerta para salir y veo que Nathan está ahí sentado en un sillón, me mira pero no dice nada.
— Si no es molestia necesito vestirme.
— Es mi casa, me quedo donde yo quiera — dice levantando una ceja, y ahí está otra vez el idiota, arrogante, es que a veces me entran ganas de de...
— Bien es tu casa — digo mientras agarro mi ropa y me dirijo al baño, al terminar salgo — . Listo, me largo de tu casa.
Al dar un portazo, siento que sale tras de mí, bien, al parecer no hay nadie en casa más que él, es una pasada de casa, muy bien decorada, y al parecer ahí no vive cualquier persona. Al salir a donde a dejado el carro me doy cuenta que en mi móvil tengo 26 llamadas perdidas, de mi padre.
Vuelve a sonar en el camino y decido responder.
— ¿Qué deseas padre?
— Dime dónde demonios estás Juliette, te he estado llamando toda la noche, no has regresado a casa. En este momento me dices donde te encuentras y paso por ti.
— Escucha, no regresaré hoy así que deja de preocuparte que estoy bien, me estoy dando un respingo, pasándomela de lo mejor, así que te pido que no me interrumpas, ya estoy grandecita como para tomar mis propias decisiones, luego te llamo. — Y cierro la llamada, eso le ha de ver enfadado, ni imaginármelo, se me pone la carne de gallina.
— ¿Problemas en casa? — dice Nathan que ha de ver escuchado todo.
— Oh ni me lo recuerdes — asiente mientras le indico por dónde ir.
Al llegar, ya Rob me está esperando, y Nathan al ver que se trata de un hombre frunce el ceño, pero sin darle importancia abro la puerta del coche y me dirijo a abrazar A Rob. Regreso para darle las gracias a Nathan aún nos estaba mirando.
— Gracias por traerme. — éste asiente — . En fin, lo siento si te causé molestias con...
— De eso te quería hablar — me interrumpe — . No estás segura aquí, no pienses que con lo que le hemos hecho a Alex, se quedará brazos cruzados, él intentará buscarte y pronto sabrá dónde localizarte y en estos lugares es muy fácil encontrarte.
— ¡¿Qué?!
— Bien, tu amigo te espera, ojalá y sepa cuidarte, una vez más, arréglatelas sola. —Arranca su carro y dejándome ahí, acelera y se marcha.
— Ojalá y se te pinche una rueda, cabrón.

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Esperaré por ti
Humor-¿Confías tu nombre a un desconocido y no a mí? -¿Por qué tendría que confiar en ti? - Porque fui yo quien te salvó la vida, niña. Juliette está a punto de cometer un error, pero en el momento menos esperado se encuentra con Nathan, un apuesto model...