—Luz, me encantaría que me enseñara algo de cocina, es inaceptable que hasta Nathan sepa cocinar y yo no.
—Oh cariño, pero si todo lo que Nathan sabe lo aprendió de mí, no te preocupes te enseñaré a cocinar y lo tendrás rendido a tus pies—ambas soltamos una carcajada—. Pero antes tenemos que ir al supermercado a por comida ¡Han acabado con todo!
Para poder salir sin que me reconocieran tuve que buscar una gorra de Nathan, un buzo de él y unos leggins negros que había traído conmigo, a Luz le sorprendió verme vestida así y le expliqué que debía protegerme del sol. Ella no terminó de creérselo pero al rato lo olvidó. Llegamos a la casa con fundas repletas de comida y empezamos a trabajar, la verdad es que para ser mi primer día, o ha estado tan mal, no se me ha quemado nada y Luz me enseñó a picar la ensalada. Todo quedó delicioso, mientras cocinábamos no pude evitar preguntarle acerca de Nathan.
— ¿Me podrías contar acerca de él?—pregunté curiosa.
—Verás él está a mi cuidado desde muy pequeño, por eso es que ahora toda su familia viene a pasar acá los fines de semana, para recompensar el tiempo perdido, sus padres tenían serios problemas y la madre de Nathan quiso divorciarse de él. Por ese entonces Nathan era muy apegado a su padre y ver cómo se marchaba le afectó demasiado y cada vez que el señor deseaba hablar con él, el pequeño Nathan se negaba, la madre de él no pudo con todo eso y me contrató para que lo cuidara, era el menor de todos y necesitaba de mucho amor, lo tuve como a un hijo y creció, a medida que el tiempo pasaba, las llamadas de el señor Gallagher eran menos frecuentes al no recibir respuestas de su único hijo varón.
— ¿Y sabes cuál fue el problema de la discusión?
—Por un momento creí que el señor engañaba a la señora, pero luego entendí que la razón por la que la señora decidió el divorcio fue porque el señor no tenía tiempo ni para sus hijos, ni para ella.
—Pero ¿Nathan nunca trató de hablar con él?—me parecía increíble todo aquello. Ahora entiendo por qué su familia es atento con él, porque no pasaron los primeros años de su vida con él e intentan remediarlo.
—Me temo que no y no hay quién le haga entrar en razón. El señor no es una persona mala, a él también le destrozó alejarse de su familia. De todos los hijos, Nathan es el único que no ha querido hablar con él, aún.
—Entiendo ¿Me dices en qué trabaja Nathan?
—Yo ya he dicho mucho por ahí, él te contará el resto—sonríe—. Te dijo que no me dijeras nada ¿Verdad? Asiente.
—Si te conté sobre todo esto es porque estoy segura de que tú le ayudarás y porque él va a omitir todo lo que esté relacionado con su padre.
Asentí y me propuse a hacerle cambiar de parecer a Nathan, él tiene que hablar con su padre.
— ¿Qué te parece si sacamos a Máximus a dar una vuelta? —propuse.
Luz aceptó encantada y salimos a pasear a Máximus, caminamos observando algunos centros comerciales, Máximus nos sacó corriendo una que otra vez al ver a algún gato y en algunos centros comerciales nos echaron porque no se permitían mascotas, al llegar a un kiosco donde venden revistas hubo una que me llamó la atención.
— ¡Joder! Pero si es Nathan.
—Oh no. Seguro te equivocas cariño. Se nos hace tarde y ya es hora de regresar a casa.
— ¡Eh, usted!-grité para que el señor que atiende me escuche, le pagué la revista y me giré hacia Luz.
—Me estás mintiendo Luz, aquí dice claro Nathan Gallagher ¿Ahora me dirás que no veo bien? —bramé.
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Esperaré por ti
Humor-¿Confías tu nombre a un desconocido y no a mí? -¿Por qué tendría que confiar en ti? - Porque fui yo quien te salvó la vida, niña. Juliette está a punto de cometer un error, pero en el momento menos esperado se encuentra con Nathan, un apuesto model...