Cuando lo abraces... lo beses... cuando lo acaricies... y le dediques una sonrisa... Acuérdate de Mí.
Aurora llega con un objetivo en mente al pequeño pueblo de San Francisco de los Reyes, causar caos en la vida de sus medios hermanos Fátima y Gusta...
"Bueno, ¿no hay nadie en esta casa?" dijo David traspasando las puertas del patio entrando a la sala de la casa Del Valle. "Papá... tía!"
Tomó unos pasos por la extensa habitación que le traía tantos recuerdos de su niñez y las travesuras que en compañía de sus dos hermanos mayores había cometido. Los tres mosqueteros él recordaba con nostalgia... todos por uno y uno por todos. Una sonrisa alumbró su rostro.
"Hijo?" Blanca dejó escapar sorprendida apareciendo ante la entrada. "David mi vida."
"Tía" él la recibió en sus brazos llena de felicidad. "¿Cómo estás? ¿Cómo están todos?"
"Bien hijo." Ella lo miró emocionada. "Ha sido tanto tiempo, déjame mirarte."
"Estoy mas guapo no es así?" dijo con una coqueta sonrisa.
"Precioso." Ella lo tomó de la barbilla. "Estas tan cambiado." le llamó la atención la humedad de su ropa. "Pero qué fue lo que te paso?"
"Es..." le da risa al recordar el incidente. "Una historia que te contaré luego."
"No sabes la falta que has hecho en esta casa. A veces quisiera poder retroceder el tiempo."
Ella volvió a abrazarlo.
"Yo también los extrañe mucho. Y mis hermanos? Papá? Está bien?"
"Muy bien, tu padre está en su estudio hundido en papeles, ya lo conoces."
Una sonrisa cubrió el rostro de ambos.
*
Andrés recogió su sombrero del suelo sacudiéndole la tierra admirando la belleza que los rodeaba, mientras a sus espaldas Victoria terminaba de vestirse sin pudor.
"¿Vendrás a la cena de esta noche?"preguntó ella terminando de abrochar los botones de su blusa.
El se coloco el sombrero. "Si no lo hago Fátima es capaz de ejecutarme."
Victoria sonrió llegando a meterse entre sus brazos.
"Entonces será una tortura tenerte tan cerca." dijo deteniendo sus labios a centímetros de los de él. "Y contenerme las ganas de besarte."
Andrés sonrió cínicamente.
"Alguna vez te has preguntado si ha valido la pena permanecer casada con un hombre por simple comodidad?"
Ella lo miró sin decir nada.
"Esa misma pregunta te la puedo hacer yo a ti, ¿no crees? O acaso quieres que me trague el cuento de que estas completamente enamorado de la neurótica de mi cuñada?"
"Yo no me enamoro." él la retuvo. "Ese error lo cometí solo una vez... contigo. Y con eso me basto para enseñarme que hay cosas en la vida que simplemente no valen la pena."
*
"Licenciado Del Valle, podría quitarle unos minutos de su tiempo?"
Don Armando levantó la mirada y ahí parado ante la entrada del estudio estaba el menor de sus hijos, sonriente, alegre y lleno de vida.
"Hijo?" dijo dejando caer la pluma de su mano.
"Papa." Habían sido más de dos años sin verse, que un fuerte abrazo los unió. "¿Cómo has estado viejo?"
"Aquí me ves unos años más mayor."
"Te ves increíble."
Don Armando descarto el halago con una leve sonrisa.
"A mi no me tienes porque mentir, si yo sé que los años no pasan en vano. Pero tú, mírate nada más, ya eres todo un hombre."
"Solo el que tú has moldeado." David sonrió con admiración.
"Porque no avisaste que llegabas?"
"Y arruinarse mi sorpresa?"
*
Casona Olivier...
"Te vi salir en una de las camionetas, puedo saber a dónde fuiste?" preguntó Sofía ante una Aurora algo distraída.
"Al pueblo, me dio curiosidad por conocerlo."
"Me imagino que te diste cuenta que no te perdías nada fuera de lo normal. El día que logré salir de aquí fue el más feliz de mi vida."
"Y ahora mírate." Ella clavó su vista sobre su madre. "Has regresado."
"Solo el tiempo necesario para cumplir nuestros objetivos. Hoy por la noche tu padre ha ordenado una cena de familia."
Una sonrisa coqueta apareció sobre los labios de Aurora.
"Esto puede resultar interesante."
"Si tus hermanos se dignan en asistir."
"Lo harán. Si tan solo para reclamar territorio lo harán."
"Que tramas?"
"Digamos que me voy a encargar de que el mundo de color de rosa en el que vive mi querida y dulce hermanita empiece a derrumbarse."
"Me intrigas hija?"
"Voy a pegarle donde más le duele."
*
"Te ves, divina." dice Gustavo apareciendo por detrás de Victoria mientras ella termina de arreglarse ante el espejo de su tocador.
"Gracias." forzó una leve sonrisa, sintiendo como sus manos la tomaban de la cintura.
"Y esto?" ella miró el pequeño estuche que él colocara ante ella volteando a ver a Gustavo que la contemplaba emocionado.
"Lo vi y supe que tendría que ser para ti. Ábrelo."
Ella tomó la pequeña cajita y la abrió, quedándose sin aliento al ver lo que aguardaba.
"Es... preciosa." dijo al mirar la pulsera de diamante.
"Sabía que te gustaría. Si las cuentas tiene doce piedras, un diamante por cada año de felicidad que me has dado."
Victoria no pudo más que fingir una sonrisa, y una felicidad que estaba lejos de sentir al ver los labios de Gustavo tocar los suyos...
*
Esa misma tarde toda la familia Olivier se encontraba reunida en la sala donde Don Nicolás se encargaba de introducir a su nueva esposa muy a pesar de algunos de los presentes.
"Sofía ella es Victoria la esposa de Gustavo. Y él es Andrés, el prometido de Fátima. Andrés es hijo de Armando."
Algo en la mirada de Sofía se había estremecido.
"Hijo de Armando y Ana Lucia Del Valle?"
"Así es." el joven sonrió algo sorprendido.
"Conocí a tu madre, fuimos muy buenas amigas."
"Bueno." Don Nicolás interrumpió nerviosamente. "Parece que solo falta Aurora."
"Aquí estoy." dijo Aurora apareciendo ante la entrada extremadamente hermosa. "Buenas noches a todos."
Unos la miraban con odio, otros con orgullo. Pero Andrés... Andrés en ese instante no podía explicarse que tenía esa mujer.
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