ACUERDATE DE MI

CAPITULO 48 - Un Peligro

Dispensario de San Francisco de los Reyes

"Vigílala." Gustavo le dio la orden al hombre afuera de la puerta de la habitación. "Por ningún motivo dejes que salga de ahí, de ella te hago responsable."

"Si señor."

"Regresaré temprano para irnos a la hacienda."

"Como usted diga."

Gustavo salió del dispensario. Había dejado a Victoria ahogada en su rabia.

"Maldito." dijo ella pegándole a la almohada. "Pero si solo muerto me voy a deshacer de ti, quizás te lo cumpla."

*

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Establos de hacienda La Oliviera...

"Por fin te encuentro." Andrés se acercó por detrás de Aurora que peinaba a una de las yeguas. " Te estuve buscando toda la noche creyendo que algo te había pasado."

"Me estas viendo no? Estoy bien." dijo dirigiéndose a él fríamente.

"¿Por qué no regresaste a casa?"

"Porque no me dio la regalada gana. Y porque simplemente no tenía ganas de verte."

"Aurora, necesitamos hablar."

"Más?" ella se dio la vuelta a verlo. "Ya estoy harta de hablar... harta de explicaciones... de todo. Creo que lo mejor que podemos hacer tu y yo en este momento es recoger nuevamente nuestros caminos individuales y seguirlos."

"¿Me estás hablando de?"

El dolor era evidente en la mirada de los dos.

"Separarnos." ella finalmente dijo. "La ilusión fue hermosa mientras duró."

Aurora intentó alejarse pero Andrés la detuvo en su paso.

"Como que ilusión? ¿Tu y yo vamos a tener dos hijos? Y yo no estoy dispuesto a renunciar a ninguno de los tres." le dijo tomándola de los brazos desesperado ante la mirada vaga de ella. "Tú no puedes hacerme esto. Si te dije lo de Sebastian fue precisamente para evitar malentendidos. Mi vida... mírame."

Ella clavó su mirada en la de él. En el fondo ella se estaba muriendo por dentro junto con el.

"Voy a proceder con la demanda de divorcio. Cuando nazcan los niños podrás verlos cuando desees, no pienso negártelos."

"¿Y tú y yo? Nosotros que?"

La mirada de ella decayó, sin tener el valor de verlo.

"Seremos un lindo recuerdo."

"No..."el dijo con lágrimas en los ojos. Ella se apartó de él alejándose. Le dio la espalda dejando que las lágrimas la inundaran. "¡Tú no me puedes hacer esto!" el grito tras de ella. "¡Me escuchas! ¡Jamás voy a renunciar a ti! ¡Jamás!... Para eso tendrían que arrancarme el alma."

*

Casona de hacienda La Oliviera...

"¡Mamá!" grito Sebastián echándose a los brazos de Victoria con alegría y gusto.

"Mi vida." Ella lo abrazo fuertemente. Mientras desde un lado Don Nicolás, Gustavo y Sofía observaban la hipocresía de la escena.

"Te he extrañado tanto. Papá me dijo que habías estado un poco enferma. ¿Fue por eso que no pudiste viajar con nosotros?"

"Así es." dijo ella forzando una sonrisa viendo a Gustavo de reojo. "Pero ya estoy mejor. Nada por lo que tengas que preocuparte."

Sebastian sonrió felizmente.

*

"¿Qué haces aquí?" preguntó amargamente Andrés al ver a David detenerse ante la entrada de la sala. Sosteniendo una copa de tequila en su mano.

"Vengo a ver Aurora." dijo David tomando unos pasos.

"No está." se bebió la copa. "Dime una cosa, que parte de que es una mujer ajena es lo que no has entendido?"

David sonrió fríamente deteniéndose ante su hermano.

"Por lo que veo. No te ha ido bastante bien dividiendo tu atención entre dos mujeres? Estas perdiendo tu toque hermanito."

"¡Infeliz!" Andrés lo tomó sorpresivamente de la ropa zarandeándolo bruscamente. "No estoy para tus tonterías, así que lárgate antes de que te parta la cara."

David sonrío.

"¡Vamos!" dijo extendiendo su mano haciéndose un blanco fácil. "Y vemos de cómo nos toca."

En ese momento tenía demasiado coraje por dentro. Andrés no dudó un segundo en dar el primer golpe. Ya no le quedaba nada más. Necesitaba desquitar su frustración. Los dos hermanos se empezaron a dar a golpes destruyendo varias cosas a su camino...

*

Casona de hacienda La Oliviera...

"¿De dónde vienes así?" preguntó Sofía preocupada al ver a Aurora entrar a la habitación con los ojos irritados.

"Me encontré con Andrés." dijo recargándose contra la puerta.

"Y qué fue lo que te dijo para dejarte así?"

"Nada. Fui yo la que le dije que estaba por poner la demanda de divorcio."

"Lo mejor que puedes hacer hija. Por tus hijos. Ahora solo falta que regreses a Nueva York. Y des a luz haya... estarás mejor atendida que aquí."

Aurora clavó su mirada sobre su madre fríamente.

"¿Pretendes que aleje a mis hijos de su padre tal y como lo hiciste tú conmigo?"

"Quiero que mis nietos nazcan sanos y felices. Y con la arpía de Victoria en esta casa..."

"Victoria está aquí?"

"Si. Parece que Gustavo la encontró y la trajo de regreso. Por lo que me has dicho con esa mujer aquí, mis nietos corren peligro."