ACUERDATE DE MI

CAPITULO 54 - Un Nuevo Comienzo

Aurora miraba a Andrés asombrada...

"Explícame. Mi madre sabía que estabas aquí?"

"Tu no?"

"Por supuesto que no. Ya te dije que Don Armando habló conmigo esta mañana pero... Como no me imagine que una cosa así se le iba ocurrir."Aurora se quedó pensativa. "Sabes que su intención era que jamás cruzáramos caminos?"

"Eso me quedó más que claro cuando me dijo que firmara los papeles del divorcio y desapareciera."

Ella se quedó perpleja.

"¿Cómo fue capaz? Te juro que me va a escuchar."

"Oye!" él la detuvo abrazándola. "A dónde vas?"

"Suéltame, mi madre necesita que le digan unas cuantas verdades."

"Que importa ya." el beso su hombro tranquilizándola. "Olvídalo. Yo ya lo olvidé."

Ella sonrió levemente volteando a verlo.

"A mi no me importa lo que piense tu madre de mi. A mi solo me importas tu."

Ella se recargo contra él.

"Debí pensar que su intención era separarnos cuando me metió en la cabeza que con Victoria en La Oliviera nuestros hijos correrían peligro. Te confieso que después de haberse tirado por esa escalera e intentado llevarme con ella tuve miedo... Me dio terror pensar que ella pudiera intentar nuevamente algo en contra mía y de nuestros hijos. Creí que era mejor poner distancia... así tu también podrías aclarar tus sentimientos."

"Esos siempre han estado claros."

"Y la noche que pasaste con ella? Sebastian?"

"Sebastian solo conoce a un padre. Y creo que Gustavo ya ha perdido demasiado para ahora perder a su único hijo. Y sobre esa noche... te juro por dios que yo no se que como llegue ahí. Pero ella miente."

Ella lo beso.

"Necesito creerlo." ella dijo apartando sus labios de los de él por un instante.

"Entonces hazlo..."

Ella se dio la vuelta entre sus brazos dejando ir la sábana que caía mientras ella se sentaba sobre las piernas de él enredando las de ella alrededor de su cadera. Sus labios volvieron a unirse y entre caricias dulces hicieron el amor una y otra vez...

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Penthouse de la Ciudad de Nueva York

"¿Ya llegó mi hija?" preguntó Sofía dándole su abrigo a la sirvienta.

La joven no tuvo tiempo de contestarle. Sofía se quedó en asombro al tomar los próximos pasos y encontrarse con Aurora y Andrés.

"Hola mamá." dijo Aurora fríamente forzando una sonrisa. "Te estábamos esperando... precisamente para que me aclares algunas cosas."

"¿Qué hace él aquí?"

"Veo que no te sorprende verlo."

"No, pero me puedo imaginar a que ha venido."

"Porque me ocultaste que estaba en la ciudad? ¿Con qué fin?"

"El de protegerte, simplemente. ¿Para qué querías verlo? Para que llenara la cabeza con promesas falsas?"

Aurora sonrío amargamente.

"Se supone que una madre debería de querer la felicidad de sus hijos?"

"Y la tuya no está al lado de este pelele. Hija, por dios tu eres más inteligente que esto. ¿No te das cuenta? No puede ofrecerte un futuro digno ni a ti ni a mis nietos."

Andrés quiso saltar y decirle unas cuantas palabras el mismo pero Aurora lo detuvo.

"Bueno sí. Puede refundirte en aquel maldito pueblo, no te das cuenta que yo quería más para ti. Mucho más. Fue por eso porque fuimos a La Oliviera, o ya se te olvido?"

"Y tú no te das cuenta que yo ya tengo todo lo que necesito para ser feliz. Siento informarte que para ello yo no necesité ni un peso de la fortuna de mi padre."

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Hotel de la Ciudad de Nueva York

"Te juro que solo me contuve por el simple hecho de que es mi madre." dijo Aurora echando su bolso sobre la cama de la habitación de Andrés. "No entiendo como puede ser tan fría."

"Bueno ya. Tranquilízate... " él se detuvo ante ella atrayéndola cerca. "Olvidémonos de tu madre. Qué tanto coraje puede hacerle daño a los bebés. Mejor hablemos de nosotros..."

El sonrío dulcemente mientras sus miradas se hundían la una entre la otra...

*

Penthouse de la Ciudad de Nueva York

Los pasos de Sofía se congelaron en su paso al ver quien estaba cómodamente sentado sobre uno de los sillones de la sala...

"Hola Sofía." Darío sonrío cínicamente bebiéndose una copa de coñac. "Te sorprende verme?"

"¿Qué haces aquí?" dijo ella fríamente siguiendo su camino.

"Vaya qué recibimiento tan caluroso. Imagínate mi sorpresa al llegar a la ciudad y enterarme de que mi ex esposa está de regreso con todo y su mami."

"¿Qué es lo que quieres?"

"Hacer negocios."

*

<< Meses Después >>

Hospital de la Ciudad de Guadalajara

"Vamos Aurora, un pujido más." le instruyó el doctor apunto de recibir al segundo bebe. Aurora hacía quizás el más grande esfuerzo apretando la mano de Andrés.

"Ahí está." El llanto fuerte de un bebe se escuchó uniéndose al del primero.

"Quiero verlos." dijo Aurora mirando a Andrés.

"Aquí los tienes..." El doctor acercó a dos enfermeras cada una con un bebe colocándolos en brazos de su madre. "Dos fuertes y sanos niños."

Con una fuerte emoción la pareja recibió a sus hijos.

"¿Te das cuenta?" susurro Andrés acariciando la frente de Aurora. "Ya somos una familia."

Ella sonrió con felicidad. Eran momentos como esos que quedaban grabados en la mente como tatuajes en el alma...

< . . . >

Habitación Privada del Hospital...

"Pero si son preciosos." dijo Blanca con orgullo contemplando al bebe que Andrés sostenía en sus brazos.

"Son igualitos a la madre." agregó Don Armando por su parte ante el que sostenía Aurora. "Y bien, ¿cómo se van a llamar? No creo que les vaya agradar mucho el llamarlos 'los bebés' todo el tiempo."

Andrés y Aurora se miraron dulcemente.

"Este chaparro que tenemos aquí se va llamar Aaron Nicolas." dijo Andrés.

"Y acá mis ojos." Aurora sonrió. "Andrés Armando, como su papá y abuelos."

"Aaron y Andrés Del Valle, suenan muy bien." dijo Don Armando contemplando con nostalgia el retrato de su familia.