CAPITULO 67 - La Niña

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Iglesia del Pueblo San Francisco de los Reyes

"Entonces mi mamita se ha ido al cielo?" preguntó la pequeña Daniela sentada sobre una banca al lado de José María el aun no tenia el valor para mirarla a los ojos.

"Así es Dani." dijo él sin poder creerlo él mismo.

La pequeña levantó su rostro para mirar a José María con sus ojitos castaños inundados de lágrimas.

"Pero yo no quiero que ella se vaya al cielo... quiero que se quede aquí conmigo."

"Y lo estará." Volteo a mirarla con dolor. "Aquí." le apuntó a su corazoncito. "Y aquí." después señaló su cabeza mirándola con ternura."Mientras la recuerdes con amor... ella siempre va estar contigo. Cuidándote y queriéndote."

La pequeña empezó a llorar recibiendo el abrigo de los brazos de ese hombre que en ese instante estaba lejos de sentirse digno de usar esa sotana que traía puesta...

*

"Mami los extraño." Aurora acariciaba el cabello castaño de los bebés que la veían con una sonrisa desde sus cuna. "Si... los extraño mucho."

Ella beso a uno y después al otro sobre la cabecita, jugando con ellos.

"Hija." Sofía detuvo sus pasos ante la puerta de la habitación de los gemelos con alivio al ver a Aurora. "Hijita mía gracias a dios estas bien." Corrió a su lado abrazándola fuertemente.

"Hola mama."

"Esa loca no te hizo daño?" se apartó viéndola de pies a cabeza, sin percatarse de Andrés que se detenía a la entrada silenciosamente.

"Estoy bien." Aurora forzó una sonrisa. "No tienes porqué preocuparte."

"Como no preocuparme si Fátima perdió la razón. Se le escapo sin esfuerzo alguno a ese idiota del Comandante. No puedo entender de cómo fue capaz de tanta maldad."

"Cuando es que pretende decirle la verdad señora?" interrumpió Andrés incrédulo al ver que esta mujer no tenía conciencia alguna. Ella era tan culpable como Fátima y Darío. Sofía clavó su mirada sobre él en asombro.

"¿Verdad? ¿De qué hablas?" preguntó Aurora volteando a ver a Andrés.

El tomo unos pasos hacia ellas. "De que tu madre estaba de acuerdo con Darío para que desapareciera contigo sin dejar un rastro." Aurora volvió a ver a su madre con asombro oyendo las palabras de Andrés. "Lo que usted nunca se imaginó fue que Darío y Fátima estaban aliados o me equivoco?"

Sofía en ese instante sentía que el piso debajo de sus pies se hundía, enfrentando la mirada de su hija.

"Es eso verdad? Tu también fuiste cómplice de Darío?"

"Yo." tartamudeo. "Yo solo quería lo mejor para ti." contestó en su defensa.

"Fuiste capaz?"

"Te quería lejos de este bendito pueblo... de este infeliz."

"Bueno, ¿qué tipo de madre tengo?" Aurora retrocedió unos pasos arrebatándole el toque de su mano. "Acaso he sido una ciega que nunca se ha querido dar cuenta que en realidad eres un monstruo en disfraz?"

"Hija." Sofía intentó acercarse, pero Aurora se alejó bruscamente.

"No me toques!"

"Escúchame. Todo tiene una explicación."

"Acaso no pensaste de lo que Darío era capaz? Mis hijos madre... me estabas alejando de ellos. Los ibas a dejar que crecieran sin mi?"

"Perdóname. Me sentía desesperada al pensar que estabas dispuesta a renunciar a todo por lo que habíamos venido a este pueblo simplemente por este."

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