CAPITULO 68 - El Ultimo Golpe

85 4 1
                                    

"¿Cómo sigue?" Aurora preguntó al contemplar desde una esquina de la habitación a David revisar las señales vitales de Don Nicolás aun postrado sobre una cama.

"Progresando. La substancia que le administraron aun sigue en su sistema. Es cuestión de tiempo... para que vuelva a recuperar el movimiento de su cuerpo."

Aurora sonrió dulcemente acercándose a su padre.

"Escuchaste eso papá?" acarició la frente de su padre dormido. "Pronto volverás a ser tú mismo."

"Mañana empezaremos con su terapia."

"Te agradezco mucho lo que estás haciendo por él."

"Es mi trabajo." David sonrió levemente levantando su mirada para verla. "Tu? ¿Cómo estás?"

"La verdad?" dijo ella con desconcierto en la mirada. "Aun muerta del miedo. No puedo entender como Fátima fue capaz de hacer lo que hizo con Gustavo... con Sebastian? Es una criatura."

"Bueno... Fátima siempre fue algo, digamos que especial. Desde muy joven se encaprichó con Andrés, cosa que creí que realmente no llegaría a nada serio ya que mi hermanito no parecía el tipo de hombre que cazaba. Claro con ninguna otra que no fuera Victoria Reyes. Supongo que su resentimiento por el plantón que le dio Andrés se escaló a una tal manera que busco herirlo con lo que más le pudiera dolor. Tu... y su primogénito."

*

Iglesia de Pueblo de San Francisco de los Reyes

"Sin duda alguna Aurora es una mujer excepcional." dijo José María sentado ante su escritorio parroquial. "Tienes a una gran mujer a tu lado."

Andrés sonreía de oreja a oreja con orgullo. "Lo sé."

"Espero que sepas valorar eso."

"Óyeme. Podre ser lo que quieras pero idiota no."

"Lo digo porque te conozco y sé lo ojo alegre que puedes ser. O acaso se te olvida que por varios años fui tu compañero de copas?"

"Eso fue hasta que cambiaste las faldas de una hermosa mujer por las de esa sotana." la mirada de José María decayó pensativamente creando un gran silencio entre ambos hermanos. "Porque nunca me dijiste que Daniela era mi hija?"

"Soledad me pidió guardar el secreto y..."

"Tu sabes cuantas veces yo le pregunté si yo era el padre de esa criatura. Y una y otra vez me lo negó." Andrés sonrió amargamente. "Me lo negó a la cara... yo jamás hubiera abandonado a esa niña si me hubiera hablado con la verdad."

"Ella no quería tu lástima o compasión."

"Aquí no se trataba de ella si no de mi hija."

"Qué le hubieras ofrecido? Digo además de un hogar inestable. En ese momento de tu vida tu estabas obsesionado con Victoria... dolido porque creías que te había traicionado. Vivías en las cantinas. Después cuando Soledad llegó aquí... tú ya habías empezado una vida con Aurora. Ella no quería convertirse en una piedra en el camino..."

*

Victoria camina pensativamente acompañada por Martina por el jardín de la casa de Andrés. En sus manos deshacía los pétalos de una pequeña flor.

"Por ahora la hacienda está tranquila." dijo Martina volteando a ver a Victoria. "Hasta cuando piensas permanecer aquí?"

"No lo sé. Supongo que hasta que el peligro haya pasado... Andrés se empeña en tenernos aquí."

Martina sonrió amargamente. "Que cómodo para él verdad? Amante y esposa bajo el mismo techo."

"No es lo que estás pensando."

ACUERDATE DE MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora